Para favorecer a su difusión, el primer paso es corroborar científicamente las hipótesis sobre su genética, y una vez logrado esto, sus promotores tienen la intención de dirigir sus esfuerzos a conseguir una Denominación de Origen. Con todo ello esperan sentar las bases para posicionar la calidad del Híbrido Caripe en los mercados diferenciados y de especialidad y así seguir optimizando la producción de este café, único en todo Venezuela. Tras el proyecto encontramos a la familia del descubridor, quien a sus 92 años continúa enamorado de este café.
En marzo de 1955 tuve la dicha de llegar a Caripe, un hermoso valle del oriente venezolano ubicado a 800 m.s.n.m., con un clima delicioso donde los cafetos crecían bajo el abrigo de un exuberante bosque y las orquídeas adornaban con sus flores los guamos y bucares.
Venía de Brasil, donde recibí el título de Ingeniero Agrónomo en la Universidad de Sao Paulo y realicé mi pasantía en el Instituto Agronómico de Campinas, en cuyo centro de investigación me dediqué especialmente a estudiar el banco de genoplasma, conformado por más de 100 variedades de cafetos procedentes de diversos países.
Al regresar a mi país fui designado por el Ministerio de Agricultura y Cría, jefe del recién creado núcleo cafetero No 5 con sede en Caripe, organización que tenía como objetivo prestar asistencia técnica a los caficultores de los estados Monagas, Sucre y Anzoátegui.
En estos territorios existían muchas fincas cafetaleras sembradas con distintas variedades y sin mayor demarcación entre ellas. Según datos del geógrafo y naturalista Alexander von Humboldt recogidos en su obra Viaje a las Regiones Equinocciales del Nuevo Continente, en 1799, durante su estancia en Caripe, había encontrado algunos cafetos en las cercanías del convento que los Capuchinos Aragoneses tenían en la zona y desde entonces la producción de café había seguido teniendo presencia en el valle.
EL DESCUBRIMIENTO
Fue un año después de mi llegada a Caripe, en 1956, que tras realizar múltiples visitas a diferentes fincas de la región identifiqué unos cafetos que por sus características eran diferentes a las variedades que había conocido primero en Brasil, y luego en mis visitas a Costa Rica y a la Estación Experimental de Chinchiná en Colombia. Se trataba de algo inédito y de gran importancia para la región.
Este hallazgo me llevó a pensar en la necesidad de iniciar un estudio detallado sobre el comportamiento de esos particulares cafetos. Y con ese objetivo seleccionamos 100 ejemplares distribuidos en fincas con diferente altitud sobre el nivel del mar y condiciones de manejo distinto.
Durante tres años se llevó un registro de producción de cada ejemplar, así como otras características agronómicas y morfológicas: tamaño de la planta adulta, adaptabilidad al medioambiente, rusticidad, crecimiento vegetativo, susceptibilidad al ataque de plagas y enfermedades, distancia entre nudos de ramas primarias y ángulo de inserción entre estas y el tallo principal.
La media de producción de tres cosechas de las plantas seleccionadas superó significativamente a las de la variedad Typica, predominante en la región, donde además también se cultivan cafés Bourbon, Catui, Caturra y Mundo Nuevo.
CRUCE NATURAL
Después de analizar los resultados del estudio preliminar realizado con los cafetos seleccionados, pude determinar que el cultivar en cuestión tenía su origen en un cruzamiento natural entre la variedad Typica roja y Bourbon rojo, ya que existen ejemplares que segregan indiferentemente hacia uno de los padres. Las hojas del híbrido Caripe, por ejemplo, son más elípticas que el Typica, y el color verde oliva de sus hojas terminales es característico del café Bourbon, aunque la flexibilidad del tallo principal, un atributo que facilita la recolección, lo diferencia de esta última ya que los cafetos Bourbon poseen un tallo más rígido.
De acuerdo con todas estas características morfológicas de las plantas estudiadas, llegué además a una segunda conclusión, y es que dichos ejemplares tenían el mismo origen que la variedad de café brasileño conocido como Mundo Novo, otro cruce natural entre cafetos Typica y Bourbon. La gran diferencia, sin embargo, era que el Mundo Novo cuando fue identificado en Brasil, presentaba un grave defecto, poseía un alto porcentaje de granos vanos. Esta anomalía fue eliminada posteriormente al ser sometida a programas de mejoramiento genético.
En cambio, nuestro cultivar no presentaba de forma natural ese defecto que incide directamente en el rendimiento de la variedad. En honor al pueblo que lo vio nacer, bauticé al nuevo café con el nombre de Híbrido Caripe y las observaciones y resultados obtenidos sobre él fueron presentadas en un trabajo de ascenso al escalafón universitario de la Universidad de Oriente en mi condición de profesor de la cátedra de café en esa casa de estudios.
Actualmente, la producción del Híbrido Caripe se circunscribe a la zona que lo vio nacer. En su mayoría está en manos de pequeños caficultores con parcelas de 3 a 4 hectáreas, situadas entre los 800 m.s.n.m y los 1.300 m.s.n.m. donde se dan las circunstancias ideales para el cultivo de este café: suelos arcillososarenosos y ricos en materia orgánica, Ph de 6.5, y una temperatura media de 21°C.
En las fincas, atendidas con recursos propios muy disminuidos en el tiempo y particularmente en estos momentos, los caficultores aplican técnicas de cultivo tradicional, siendo actualmente el rendimiento medio de 7 quintales por hectárea, en densidades de siembra de 2.000 plantas por hectárea.
UN CAFÉ FRAGANTE, DULCE Y SEDOSO
En nuestro pueblo de Caripe el proceso tradicional ha sido el beneficio húmedo y seco, aunque desde hace poco tiempo empiezan a surgir de manos de nuevas generaciones de caficultores, algunas iniciativas que están aplicando el secado en camas africanas y realizando ensayos con procesos tanto Naturales como Honey, así como fermentaciones controladas más prolongadas. El objetivo es seguir optimizando la calidad de este café, que ya ahora, en pruebas de cata realizadas recientemente en Indianápolis, el Híbrido Caripe ha obtenido una alta calificación sensorial de 83,74 puntos, destacando como un café muy fragante y muy dulce, con acidez cítrica media-baja; cuerpo sedoso y ligero y, agradables descriptores a chocolate, azúcar moreno o miel de caña.
DIVULGACIÓN HÍBRIDO CARIPE
A pesar de estas buenas calidades, sin embargo, nuestro Híbrido es poco conocido y es por ello por lo que nuestro objetivo actual es estimular su conocimiento y difusión. Es en este sentido que hemos previsto un estudio genético con la participación de una universidad venezolana a fin de profundizar los aspectos científicos que en la época en que estudié este café no se pudieron llevar a cabo y de esta forma determinar su condición genética como híbrido originario de nuestro territorio. Estamos convencidos que esto constituiría un aporte científico como hallazgo para el mundo del café y contribuiría, también, a lograr una denominación de origen propia, ya que el Híbrido Caripe se encuentra diseminado en todas las fincas de este municipio, tan importante en la caficultura venezolana.
Por el momento, lamentablemente, las condiciones actuales de nuestro país hacen muy complicado que se pueda llevar a cabo el proyecto, ya que parte de él depende de muchos factores fuera de nuestro alcance. Por mencionar alguno, por ejemplo, decir que a las universidades públicas solo se les ha aprobado el 21% de las solicitudes presupuestarias para su funcionamiento para lo que queda de este año y el 2021 y esto está provocando que los laboratorios de genética estén casi paralizados. Esto, sin embargo, no va a ser razón para dejar de trabajar a favor de la divulgación del Híbrido Caripe, con la cual buscamos ser un elemento dinamizador de la actividad cafetalera en nuestro municipio aportando un producto con alta calidad de origen que puede convertirse en una importante referencia para los mercados de cafés diferenciados y de especialidad. ¡Despertemos al gigante dormido!
Gustavo Buonaffina Parra
Ingeniero Agrónomo
*Puedes acceder a la revista Fórum Café nº83 completa aquí.