CAFÉ DE BRASIL

Brasil es el mayor productor mundial de café, como commodity y, también, el mayor exportador de cafés sostenibles del mundo, con una gama de sabores y aromas tan amplia y variada que ha permitido a este origen posicionar su café en 120 países del mundo. Brasil apuesta por la calidad sin perder de vista la cantidad y entre los objetivos más inmediatos del café brasileño está asegurar un futuro viable y sostenible a la producción de café en el país. Para ello, además de la adopción de buenas prácticas en el campo y en su industria nacional, tienen grandes expectativas en el crecimiento de consumo de café a nivel mundial, y muy especialmente de la demanda china.

El café llegó a Brasil en el siglo XVIII, cuando el militar Francisco de Melo Palheta trajo las primeras plántulas, desde la Guayana Francesa, a Belém, en el estado de Pará, durante el período del Imperio Brasileño. Allí los plantones florecieron sin dificultad, dando muestra ya de la idoneidad de las tierras de este país para el cultivo de café.

En los años siguientes, gracias a estas buenas propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo brasileño, una climatología favorable y la creciente popularidad del café, el cultivo de este producto se extendió a los estados de Maranhão, Río de Janeiro y São Paulo, y más tarde los de Serra do Mar y Vale do Paraíba.

El café no tardó en convertirse en un bien de interés comercial en Brasil y en 1830 el grano de café ya era el principal producto brasileño de exportación. Es más, al finalizar el siglo XIX, el café ya era la principal fuente de riqueza del país, desempeñando un papel económico fundamental en el desarrollo de este país.

AROMAS DE PROSPERIDAD

Entre 1800 y 1929, el café mantuvo de forma sostenida su papel protagonista como motor de la economía brasileña, muy especialmente del Estado de São Paulo, que construyó nuevos ferrocarriles, Sorocabana y Mogiana, para transportar las mercancías al Puerto de Santos.

Actualmente, el café sigue jugando un papel importante en la … economía brasileña. Hoy día este es un emblema del país, destacándose como el quinto destacándose como el quinto producto más importante de las agroexportaciones de Brasil y generando empleo e ingresos para cerca de 265.000 productores de café, según el censo agrícola brasileño de 2017, el más actualizado con el que se cuenta en estos momentos.

Los mayores estados productores son Minas Gerais, Espírito Santo, São Paulo, Bahía y Paraná, que representan el 96% de la producción nacional de café, habiendo, también, producción de café en Rondônia, Río de Janeiro, Ceará, Goiás, Pernambuco, Acre y Mato Grosso.

DETRÁS DEL GRANO, PRODUCCIÓN

El café brasileño se destaca por su calidad, diversidad de sabores, volumen… de sabores, volumen de producción, sostenibilidad y unas características sensoriales propias favorecidas por los terruños y la climatología de las diferentes regiones productoras y que infringen carácter al café de este país que cada año que pasa, gana más incidencia en los mercados de café de mayor calidad, en todo el mundo.

Actualmente, en Brasil, hay identificadas hasta 33 regiones productoras de café, de acuerdo con las informaciones de la BSCA, Brazil Specialty Coffee Association, concentrándose estas zonas cafetaleras, en 12 de los 26 estados brasileños, además del Distrito Federal de Brasilia, donde también se produce café.

En total, todo ello representa, según datos oficiales de la CONAB, Companhia Nacional de Abastecimiento, una extensión actual de cafetales en producción de 2,2 millones de hectáreas que, en condiciones climáticas favorables, pueden llegar a producir alrededor de 30 sacos de café por hectárea.

Sin embargo, en los últimos 2 años, la diversidad climática verificada en los cafetales y que también está afectando a otros muchos países productores, ha reducido levemente la productividad cafetalera brasileña, que actualmente se sitúa en torno a los 29,2 sacos/ha. De acuerdo con ello, CONAB informa que en 2021 (bienal bajo) Brasil produjo 47,7 millones de sacos de café, en 2022 (bienal alto) aumentó a 50 millones de sacos de café, y la estimación es que la cifra total de cierre del año 2023 se confirme en los 54 millones de sacos de café.

LOS CAFÉS DE BRASIL

Brasil produce cafés Arábica y Canéfora (Conilon y Robusta) y gracias a la dimensión territorial del país – 8.511.965 km² -, es común que un mismo Estado se produzcan ambas especies y múltiples varietales de café.

En este contexto, las características del suelo, la altitud y el rango de temperatura resultan decisivos para la calidad de la bebida en taza, y gracias a la diversidad de climas y relieves que se dan en este país, Brasil puede producir diversidad de cafés, con características organolépticas y sensoriales diferentes que hacen de cada uno de ellos cafés únicos para una bebida especial.

En cuanto a los principales cafés producidos en Brasil, estos abarcan un gran catálogo de varietales, desde el Typica al Catuaí amarillo, o el Mundo Novo, pasando por el raro Aramosa con prácticamente nulo contenido de cafeína, el sorprendente Obata, con una estructura genética 90% arábica y 10% robusta o el cada vez más popular Arara, conocido, también, como el Geisha brasileño, y que crecen con éxito en las fincas de este país.

Brasil es un referente mundial en cafés comerciales, pero la incidencia de este país en el mercado de cafés de especialidad no deja de crecer. Según datos parciales obtenidos de los certificados de origen del ICO, del total del café que se produce en Brasil, alrededor del 19% del total de las exportaciones son cafés diferenciados, de los cuales se estima que el 24% son cafés sostenibles y el 74% son cafés especiales.

EL CAFÉ DE BRASIL EN TAZA

Como ya se ha comentado, la gran diversidad de regiones productoras en Brasil, otorgan a este país, la capacidad de poder ofrecer a sus clientes una de las ofertas de cafés más extensas por volumen, pero, también, por variedad de aromas, sabores, acidez, dulzor, … Esto permite a Brasil, atender a los mercados de café más diversos y, también, exigentes. (En los últimos años, este origen ha exportado a más de 120 destinos, lo que demuestra la capacidad del país para esta misión).

Esta gran diversidad de opciones es, sin embargo, la que hace difícil, también, poder definir un perfil general para el café de Brasil, aunque algunas características como una acidez baja, cuerpo medio-alto y notas afrutadas, achocolatadas o a frutos secos, suelen repetirse en muchos de los cafés Arábica de este origen, mientras que los robustas presenta mayor cuerpo y amargor.

CAFÉS BRASILEÑOS CON DENOMINACIÓN DE ORIGEN

Y es, esta gran variedad de orígenes la que ha dado pie, además, a cinco Denominaciones de Origen reconocidas, Caparaó ES/MG, Región Cerrado Mineiro (MG), Mantiqueira de Minas (MG), Matas de Rondônia (RO) y Montanhas do Espírito Santo (ES).

Además, el país también cuenta con 10 Indicaciones de Origen que distinguen a los cafés de Alta Mogiana (SP), Campo das Vertentes (MG), Región del Cerrado Mineiro (MG), Espírito Santo (café Conilon), Región de Garça (SP), Matas de Minas (MG), Pionero Norte de Paraná (PR), Oeste de Bahía (BA), Región de Pinhal (SP) y del Suroeste de Minas (MG).

UN SECTOR Y UN PAÍS ORGULLOSO DE SU CAFÉ

En Brasil hay alrededor de 265.000 productores de café, según el censo agrícola brasileño de 2017. A diferencia de otros países productores, las grandes fazendas tienen un papel destacado en la producción de café en este país, acaparando actualmente algo más del 25% de la cosecha anual. El 72% del café restante es producido en fincas familiares con superficies inferiores a las 20 hectáreas, según este censo.

Las cooperativas y asociaciones se han demostrado en Brasil como las principales vías para orientar al productor en buenas prácticas agrícolas, capacitarlo en la producción de café sostenible y de calidad y, también, para incentivar a los caficultores en la adopción de nuevas tecnologías u orientarlos en prácticas comerciales que garanticen mayo-res ingresos, entre otras cuestiones claves en la gestión de la producción de café.

Esta implicación ha llevado a Brasil a ser uno de los países pioneros en producción sostenible de café en todos sus ámbitos, sostenibilidad social, sostenibilidad económica y sostenibilidad ambiental, con logros tan importantes como haberse convertido, actualmente, en el mayor exportador mundial de café sostenible.

Este café sostenible también ha despertado el interés de los propios brasileños, a quienes les gusta beber café. Cada año en este país se consumen alrededor de 21 millones de sacos de café (21,3 millones en 2022 en total), lo que representa alrededor del 35% de la producción cafetalera nacional.

Mayoritariamente, el café consumido por los brasileños es café que se ha cosechado en su territorio, estando exclusivamente permitida la importación de café verde a Brasil, cuando este cumple con los estrictos requisitos fitosanitarios establecidos por el Gobierno, lo cual, por el momento, únicamente cumplen según este criterio, el café de Vietnam y el café de Perú.

CALIDAD REGULADA

El café producido en Brasil está sujeto a diversas regulaciones gubernamentales como las del Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Industria y Comercio, el Ministerio del Medio Ambiente y otros organismos oficiales del país que velan por diferentes aspectos de su producción y comercialización.

El gobierno brasileño ha dispuesto, además, Reglamentos que tienen como objetivo garantizar la calidad del café para el consumo, algo que también vigilan y supervisan, por ejemplo, los profesionales calificados de las empresas exportadoras que cuentan, además, con la ayuda de nuevas tecnologías y herramientas de trazabilidad avanzadas, para asegurar la calidad de los cafés que se exportan.

Brasil también cuenta con varias entidades referentes en el sector a nivel internacional que trabajan por garantizar esta calidad, como la Asociación Brasileña de Cafés Especiales (BSCA), que actúa en el desarrollo y promoción de la calidad de los cafés especiales producidos en el país.

Fuentes:  Marcos Matos, Diretor General de Cecafé  y  Eduardo Heron Santos, Diretor Técnico de Cecafé