Taza de la Excelencia crea la Huella Digital del Café
En sus certámenes se identifican algunos de los mejores cafés del mundo, asegurando el mayor valor para sus productores.
Ahora, con el objetivo de garantizar aún más su reputación de integridad y transparencia, Alliance for Coffee (ACE), la entidad que gestiona la competición, ha cerrado un acuerdo pionero con una empresa de trazabilidad científica que analizará el café de la Taza de la Excelencia y creará una base de datos de café de todo el mundo que luego podrá utilizarse para demostrar el origen de cada café.
Todo lo que se cultiva, cría o elabora absorbe una proporción única de elementos y nutrientes de su entorno, y esto es lo que medirá ACE, utilizando para ello, ciencia forense. Los resultados del análisis de las propiedades naturales que se encuentran en cada café se registrarán y los datos servirán para crear una huella digital de origen para cada muestra en particular. Una vez establecida, esta huella digital se utilizará para verificar la autenticidad de ese café a medida que se mueve a través de la cadena de suministro, hasta llegar a la taza.
Con esta iniciativa, Alliance for Coffee y su socio en este proyecto, Oritain, tienen como objetivo proporcionar una mayor verificación de la cadena de suministro, favoreciendo las oportunidades comerciales para los caficultores, comerciantes y otras empresas que operan en la industria del café. La capacidad de los caficultores de probar el origen de sus granos de café les permitirá demostrar el verdadero valor de su producto, y a los compradores certificar y estar seguros de que el café que están pagando es exactamente el mismo café que luego reciben.
Esta nueva herramienta de trazabilidad en la industria del café, explican desde ACE, ayudará a aumentar la transparencia y a demostrar el cumplimiento de los estándares de sostenibilidad y abastecimiento responsable. También servirá, explican, para gestionar el riesgo y fortalecer la reputación de los orígenes del café de alto nivel. “Esta huella digital del café está a la vanguardia de la verificación y estamos encantados de iniciar esta colaboración y poder ofrecer este servicio a los muchos interesados en la cadena de suministro de Cafés de Especialidad”, apunta Darrin Daniel, Director Ejecutivo de ACE.
*Puedes acceder a la revista Fórum Café nº84 completa aquí.
Comunicación Sensorial Online
La era de la comunicación digital está más activa que nunca, abriendo las puertas a ciertos sectores que estaban hasta ahora poco “acoplados” a ella y que en estos momentos se enfrentan al gran reto de comunicar en el mundo digital las excelencias de sus productos y conseguir con esta comunicación no personal, ofrecer al cliente la misma experiencia que en el medio físico y animar la compra de sus productos.
La evolución de las ventas online no deja de crecer y el mundo del café no es ajeno a esta realidad. Cada vez son más las empresas tostadoras y micro tostadoras que disponen de tienda online, donde exponen sus productos para la venta. Como en el caso de cualquier otro producto en línea, una buena descripción es básica para llamar la atención del comprador. Esta información debe incluir descriptores sobre las características básicas del producto y datos que resulten de interés para el cliente, pero, si realmente hay algo importante es que el lenguaje de la redacción debe ser próximo al consumidor para que ayude a su decisión de compra.
El café no es un producto que podamos describir online como por ejemplo hacemos con una mesa o un sofá que vayamos a vender. En estos casos, las características de color, dimensiones y materiales son suficientes para que el comprador pueda hacerse una idea muy real del artículo y decidir su compra, sin embargo, la manera de presentar a un café son sus sabores y la forma principal de comunicar sobre ellos es un lenguaje que en estos momentos tiene demasiados “dialectos”, y que varía de forma significativa entre consumidores y profesionales.
EXPERIENCIA PERSONAL Y SEÑALES OLFATIVAS
Con ánimo de colaborar en la desaparición de esta brecha, el doctor en Psicología y Neurociencia, e investigador en la Universidad de Utrech, estudia por qué es importante el vocabulario que usamos para describir el café y explora como los expertos en café podrían mejorar sus descripciones y crear una cultura homogénea en este ámbito que permitiera una mejor conexión con el consumidor, facilitándole una identificación clara y sencilla de cada café, por ejemplo, durante la compra online.
“Un gran paso adelante para la venta de café online será si todos los expertos en este producto fueran capaces de describir el café de la misma manera, utilizando los mismos descriptores y un lenguaje común y adecuado a los consumidores. Hoy, sin embargo, la disparidad de descriptores y criterios de definición de un café sigue siendo muy alta y esto dificulta la comunicación de las características de cualquier café. Esta disconformidad podría explicarse por el componente de la experiencia personal relacionada con la percepción de las señales olfativas y que se relaciona con áreas como la emoción, la memoria, el lenguaje, e incluso con la visión y el sonido en el caso del olfato retronasal, cambiando en mayor o menor medida la señal original. Ahora bien, aunque es tentador mencionar todo esto como una de las razones por las que a la gente le cuesta describir aromas y sabores, estas interpretaciones deben aceptarse con ciertas reservas. La mayor parte de la investigación en psicología se ha realizado tradicionalmente en poblaciones muy limitadas - el 99% de los participantes son occidentales, educados, industrializados y con un nivel de vida aceptable - sin reflejar la amplitud de la diversidad humana. De hecho, estudios recientes, realizados fuera de estas poblaciones tipo, sugieren que las luchas lingüísticas que las personas experimentan al nombrar aromas no son universales.
CAPTAR EL AROMA Y EL SABOR A TRAVÉS DEL LENGUAJE
Lo que está claro es que con suficiente experiencia, ningún aroma es demasiado difícil de describir de forma concreta para un profesional del café. Ahora bien, teniendo en cuenta que esta descripción acepta diferentes caracteres y por tanto diferentes lenguajes, es ahí donde se debe afinar la comunicación para evitar la “desconexión” con el consumidor. Cuando un prescriptor redacta la nota de cata de un café puede ser muy específico, discriminatorio o informativo. Ser específico significa ofrecer descripciones de sabor.
Estamos al borde de un gran cambio sobre cómo se aborda y describe el café muy concretas, como “bergamota”, “tamarindo” o “yuzu” que difícilmente podrán reconocer los consumidores de a pie. Ser discriminatorio, por su parte, consiste en describir el producto diferenciándolo del resto, lo cual solo resulta conveniente si ese “otro” es bien conocido por quien está leyendo la nota. Y en el caso de la descripción del café con fines comerciales, ser iformativo significa ser accesible para los consumidores. Y es que ofrecer una descripción más general, como “aroma a cítricos”, “sabor a chocolate” puede ser más útil para los consumidores que cualquier otro descriptor porque pueden identificarse mejor con ese olor o sabor.
Estudios de SCA muestran que los consumidores anhelan descripciones de este tipo. Muchas descripciones en línea, se centran en cuán sostenible es ese café, cómo se cosecha, cómo el tostador encontró a ese caficultor específico y alguna historia personal similar, pero lo que estos estudios concluyen es que lo que los consumidores de café realmente quieren es encontrar una buena descripción del sabor del café que van a comprar. Quieren saber qué esperar cuando lo preparen en casa. Los expertos en vino parecen haber interiorizado esto muy bien. Escriben descripciones del sabor del vino de una manera estructurada: color, olor, sabor, sensación en boca y regusto, y los consumidores lo entienden. Además, estas descripciones parecen ser imaginables paraquienes las leen. Esto significa que al leer la descripción, el consumidor puede formarse una imagen mental de cómo sabrá ese vino cuando ya lo tenga en la copa. Con el café debemos conseguir lo mismo.
Durante mis estudios de doctorado en 2013, comparé las descripciones de producto generadas por expertos en vino (enólogos, productores de vino, sommeliers), expertos en café (baristas certificados, formadores de SCAE, y otros profesionales del café con título) y consumidores que bebían café y vino, pero no eran expertos. Les pedí a esos tres grupos que olieran y probaran 5 vinos tintos diferentes, 5 cafés diferentes, 10 olores únicos y 8 sabores básicos (dulce, ácido, salado y amargo, en 2 concentraciones). Y comparé los grupos sobre cuán consistentes eran sus descripciones dentro de su propia cohorte y, también con relación al resto de grupos, y qué tipo de lenguaje utilizaban para poner sobre el papel lo que les habíamos pedido.
En los resultados descubrimos que los expertos en vinos utilizaron un lenguaje consistente para sus definiciones, de manera que las muestras resultaban fácilmente reconocible en cualquiera de las respuestas de estos profesionales. Pero los expertos en café no hicieron eso. Utilizaron descripciones diferentes y en general sus definiciones resultaban poco informativas para el consumidor. Y más sorprendente aún, la descripción del sabor del café tenía menos consistencia entre ellos que la de los expertos en vino o incluso los simplemente aficionados al vino y al café que coincidían más en una terminología común para definirlo.
El mes de febrero pasado, repetí el estudio esta vez con un nuevo grupo de expertos en café durante la Cumbre Sensorial en Zúrich. En este caso, los sentamos en parejas y tuvieron que describirse el vino y el café entre sí y, con base a eso, seleccionar el vino o café correcto. El resultado fue un número de cafés que correspondían con la descripción de la pareja algo más alto que los que no lograron relacionar, pero solo un poco más alto. Esto demuestra que seguimos necesitando trabajar sobre un lenguaje cafetero coherente si nuestro objetivo es poder comunicar de forma correcta nuestros productos a los consumidores, y más ahora que el objetivo es realizar esta comunicación online.
Las descripciones actuales que podemos encontrar en los paquetes de café - si las hay - y que suelen utilizarse, además, en la venta de estos productos en internet, a menudo son notas de cata que realmente no dicen mucho al consumidor sobre que sabor tendrá ese café en boca. Y esto sorprende porque los expertos en café son grandes apasionados de este producto y tienen un conocimiento enciclopédico increíble sobre él. Ellos prueban y juzgan los cafés a diario, y acumulan mucha experiencia práctica. Esto nos lleva a concluir que la principal diferencia con el mundo del vino es la falta de una cultura de descripción del producto que los enólogos y sumilleres sí llevan años practicando, tanto durante su formación, como luego, también, en restaurantes; cuando venden vino; cuando escriben reseñas para sitios web; cuando organizan catas para otros expertos y principiantes,...
Se necesita práctica específica para poder describir olores y sabores de manera coherente e informativa. Los consumidores necesitan descripciones homogéneas que les permitan identificar cada café, imaginárselo en boca y diferenciarlo, también, del resto. Estoy convencido de que estamos al borde de un gran cambio sobre cómo se aborda y describe el café y es necesario ir todos a una. Espero que la gente hable entre sí, y con eso me refiero a consumidores con consumidores, baristas con baristas, tostadores con tostadores, pero también consumidores con baristas, tostadores con consumidores, etc. y que partiendo de la experiencia de unos a otros, demos forma a esta cultura descriptiva del café. Referir nuestras experiencias de sabor puede ser difícil al principio, pero resulta más fácil, divertido y, también, útil para los demás a medida que avanzamos”.
Dr. ILJA CROIJMANS
Universidad Utrech
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Movimiento B Corp
A FUERZA DE LOS NEGOCIOS AL SERVICIO DE UNA NUEVA SOCIEDAD MÁS JUSTA Y SOSTENIBLE
Cada vez son más los que se adhieren al Movimiento B que apuesta por un nuevo modelo económico y de mercado en el que las compañías compitan por ser no solo las mejores del mundo, sino también las mejores para el mundo y, como resultado, la sociedad disfrute de una prosperidad más compartida y duradera.
En el año 2014 nacía B Corp Spain y con ello, el movimiento global de personas que utilizan la fuerza de los negocios para generar impacto positivo y generar un cambio sistémico que resuelva los principales retos sociales, económicos y ambientales de nuestra sociedad, empezaba a rodar de forma oficial en nuestro país. En aquel momento en España, únicamente una empresa, Alma Natura, había obtenido la certificación que promueve este movimiento y que avala que la empresa cumple con los más altos estándares de desempeño social y ambiental, transparencia pública y responsabilidad empresarial para equilibrar el beneficio con el propósito.
La filosofía B Corp promueve un sector compuesto por un nuevo tipo de empresa –las B Corps– orientada por un propósito de bien común, que genera beneficios para todas las partes interesadas y no solo para sus accionistas. La comunidad B Corp trabaja para reducir la desigualdad y la pobreza, cuidar el medio ambiente, fortalecer las comunidades y crear empleos de alta calidad con dignidad y propósito.
A fecha de hoy, B Corp Spain está a punto de llegar a las 100 empresas certificadas. La primera del mundo del café lo hará próximamente. Pablo Sánchez es el Director Ejecutivo de B Lab Spain, la fundación sin ánimo de lucro que impulsa el movimiento B Corp en España y aglutina a las compañías que están redefiniendo el sentido del éxito empresarial en nuestro país. Él nos explica la magnitud de este Movimiento B formado por todos los que trabajan, compran, invierten, aprenden, enseñan o apoyan a las empresas que se esfuerzan por crear un mundo B.
¿Qué acogida está teniendo el movimiento B Corp en España?
Tremendamente positiva. Desde el principio, teníamos claro que no estábamos promoviendo una certificación más, sino que estamos liderando un cambio sistémico para conseguir un nuevo modelo económico equitativo, inclusivo y regenerativo para todas las personas y el planeta. A esta visión de cambio se suman muchas empresas, organizaciones, universidades, administraciones públicas, etc., que quieren apoyar esta idea y con quienes estamos trabajando para cambiar la cultura empresarial. En este sentido, estamos creando una red de académicos con interés en ahondar en la in- vestigación sobre este modelo empresarial y de docentes que quieren integrar estos contenidos en la educación secundaria y universitaria. También estamos trabajando con juristas y abogados para lograr el reconocimiento legal de las empresas con propósito social.
Es importante entender que B Corp no sólo es una certificación, sino que es un movimiento que quiere redefinir nuestro modelo económico. El movimiento B Corp lo conforman miles de personas que están convencidas que es posible otro modo de hacer negocios; que es posible que las empresas tengan un fin social compatible con la generación de beneficios económicos.
¿Cuáles son los puntos claves que deben tener en cuenta las empresas que se adhieren al movimiento y quieren certificarse?¿Por qué deberían hacerlo?
El modelo B Corp evalúa la empresa en todas sus dimensiones. La evaluación es holística y contempla cinco áreas: gobernanza, trabajadores, comunidad, medio ambiente o clientes. Para cada una de estas áreas hay varias secciones, que permiten obtener una radiografía precisa del desempeño social y ambiental de la compañía.
Estamos en un contexto social donde cada vez la empresa va a recibir más estímulos e incentivos para avanzar hacia la sostenibilidad. Los inversores, los trabajadores, los consumidores, los reguladores, todos ellos van a premiar a las empresas que demuestren su compromiso con la sostenibilidad. Por tanto, es una cuestión de supervivencia. Además, uno, como persona al frente de una empresa, se debería preguntar de qué lado quiere estar: ¿quiero ser parte de la solución o del problema? Si la respuesta es la primera, en el movimiento B Corp van a encontrar muy buenos compañeros de viaje.
¿Cómo se lleva a cabo el proceso de certificación?
El primer paso es completar la Evaluación de Impacto B. Es una evaluación online gratuita y confidencial, que la empresa puede completar por ella misma. La evaluación está basada en un sistema de puntuación y es necesario obtener un mínimo de 80 puntos sobre 200 para solicitar la revisión. Una vez esta se solicita, existe un proceso de verificación para validar toda la información proporcionada por la empresa.
Más allá de la certificación, la Evaluación de Impacto B es una herramienta de gestión muy útil para planificar la estrategia empresarial de sostenibilidad. Más de 100.000 empresas en todo el mundo la utilizan y nuestro consejo es utilizarla, independientemente de la certificación, para medir y gestionar el impacto social de la compañía. En abril realizaremos el programa Camino +B, un programa online y grupal en el que acompañamos a las empresas en este proceso de medición. Esta será nuestra segunda edición del programa y en la primera participó Cafés Novell, empresa bien conocida del sector del café en España.
¿Qué implicación ha tenido hasta ahora el sector español del café en el movimiento B Corp?
Pues justo podemos anunciar la primera empresa de café con la certificación B Corp. Es Debuencafé, una empresa nacida hace pocos años con un modelo de triple impacto -social, ambiental y económico- muy innovador. En los últimos tiempos están surgiendo nuevas empresas en el sector con modelos muy innovadores que se han acercado e interesado por B Corp.
¿Qué impacto puede tener la crisis de la COVID-19 sobre la promoción de movimientos como B Corp?
En nuestro caso, la crisis ha reforzado y acelerado la tendencia que ya veníamos viendo desde 2018-2019. Para explicarlo con datos: el año 2020 cerca de 1.500 empresas se registraron en la Evaluación de Impacto B, lo que quiere decir un 35% desde que empezamos nuestra actividad en España. Está claro que el contexto actual está acelerando la consideración de la sostenibilidad como un eje estratégico fundamental de la compañía y las herramientas y estándares desarrollados por B Lab son muy útiles.
¿Cuáles son los planes de B Corp a medio y largo plazo en España? ¿Con qué desafíos y obstáculos se enfrenta su organización?
Tenemos actualmente dos grandes desafíos que van a conformar nuestro plan de acción. El primero es conseguir un mayor reconocimiento social: queremos que la ciudadanía reconozca, entienda (y premie) a las empresas B Corp. El segundo es lograr un mayor reconocimiento institucional y público. Para ello, estamos trabajando en el reconocimiento legal y en el desarrollo de actividades de agenda pública que permitan desarrollar políticas favorables a empresas claramente comprometidas con sus trabajadores, comunidades y el medio ambiente.
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Café, consciente y responsable
La creciente conciencia ambiental y social, las nuevas generaciones o la influencia de las redes sociales, entre otros factores, están dando lugar a nuevas tendencias de consumo que influyen directamente en nuestra decisión de compra.
El consumidor busca cada vez más, productos exclusivos, sostenibles y que tengan su propia historia que contar. Y es en esta nueva demanda que las empresas de café con estrategias de responsabilidad social y ambiental, ganan protagonismo.
Según una encuesta realizada por la consultora Edelman en 35 países, el 64% de los consumidores declara que recompensaría a las empresas que participan en algún tipo de activismo relacionado con la responsabilidad social o ambiental, asimilando, además, de forma directa, el 40% de la reputación de las marcas a sus planes de trabajo en Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Es más, el 90% de los consumidores aseguran estar dispuestos a boicotear a una empresa si se enteraran de que esta lleva a cabo prácticas comerciales irresponsables o engañosas (Pelican, 2019). Hoy más que nunca, pues, el famoso “res, non verba” (“hechos, no palabras”) atribuido a un antiguo senador romano, toma vigencia y los consumidores premian con su atención y fidelidad a aquellas empresas que lo practican. Tener la certeza que su café proviene de una empresa con los mismos valores que los suyos se ha convertido en un valor añadido a la excelencia de la experiencia de consumo que se presupone a una taza de café de calidad.
A un 75% de los consumidores, por ejemplo, les gustaría que las cafeterías fueran más transparentes sobre el abastecimiento de su café (Allegra, 2020), habiéndose comprobado que las empresas que fomentan esta transparencia, sean cafeterías, tostadores, microtostadores u otras, logran estrechar vínculos más estables con sus clientes, hasta el punto que, según datos publicados en Medium, la plataforma blogging creada por Evan Williams y Biz Stone, cofundadores de Twitter, un 61% de los consumidores estarían dispuestos a compartir más información con ellas, si eso les permite tener una mejor experiencia de compra y consumo. Esta predisposición pondría fin a la siempre complicada reticencia de los clientes a compartir datos y facilitaría la tarea de las empresas para lograr información de primera mano de sus clientes, definir sus gustos y preferencias, fomentar estrategias “direct to client” y trabajar en el diseño, por ejemplo, de presentaciones de café, adaptadas a la demanda de sus clientes, a grupos concretos de consumidores, etc.
CAFÉ ÉTICO
Los muchos análisis de tendencias que se han publicado con motivo del inicio del año, coinciden en que las frases bonitas ligadas a campañas de marketing dejarán de tener recorrido en el futuro si no se acompañan de políticas empresariales que se muevan en el marco de la responsabilidad, credibilidad y transparencia, los valores sobre los que fundamentan las nuevas exigencias del consumidor.
Según datos del Eurobarómetro incluidos en el Informe sobre Consumo Ético presentado el pasado mazo por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, el 21% de la población europea afirma elegir opciones éticas al comprar alimentos, aunque hay grandes diferencias entre los países más y menos comprometidos en este aspecto. En España el porcentaje de personas que se decantan por productos éticos es del 15%, mientras que en Suecia es del 49%, en Países Bajos el 38%, o 30% en Alemania. En Portugal, solo el 7% de la población elige estas opciones.
Estrechamente relacionados con el consumo con criterios éticos son los sellos de Certificación Ecolólgica y de Comercio Justo, de los que el café ha sido abanderado durante años. Según este mismo estudio de Consumo Ético, en general, sin embargo, desempeñan un papel secundario en las decisiones de compra. Mientras que un 32% de la población europea sí afirma que estos sellos influyen en sus decisiones de compra, un 39% reconoce que no se fija en ellos, un porcentaje que en el caso de España se incrementa hasta el 59%.
El 90% de los consumidores opina, además, que fabricantes y marcas deben efectuar políticas que favorezcan un consumo responsable. Asegurando, el 64% de los españoles estar dispuestos a pagar más en la compra de sus productos para apoyar a las empresas que colaboran con las personas que los producen en países en desarrollo. Este es un porcentaje sensiblemente superior al de la media europea, situado en el 50%, según el Eurobarómetro.
EMPRESAS COMPROMETIDAS
Y es en base a esta nueva realidad que los productores, importadores, tostadores, distribuidores y hostelería, toda la cadena del café, desde la semilla a la taza, deberán diseñar sus estrategias si quieren ser competitivos en un mercado en el que, además, las circunstancias que estamos viviendo han acelerado el despertar de la conciencia social entre los consumidores.
Y es que, paradójicamente, más allá de las complicadas y tremendas consecuencias de la pandemia sobre la salud, las relaciones sociales y la actividad económica, la situación provocada por la COVID-19 se ha convertido en un momento único para las empresas, incluidas las de café, a las que se les ha presentado una oportunidad inesperada para mostrar y demostrar su compromiso social. Ejemplos hay muchos, desde tostadores y distribuidores de nuestro país que han regalado café a los profesionales de la sanidad, cuerpos de seguridad y residencias de ancianos; a los que han hecho donaciones para la investigación de una vacuna contra el virus; pasando por los que, incluso, han cedido maquinaria, material y producto para improvisar cafeterías en puntos claves de nuevos espacios improvisados para atender pacientes y que han estados operativos desde el inicio de la crisis sanitaria. A todos estos ejemplos hay que sumar y destacar, además, el apoyo de todo el sector español del café a la hostelería, una de las actividades que más directamente está sufriendo el impacto de las restricciones derivadas de la lucha contra la pandemia de la COVID-19.
Las compañías con estrategias que ponen en valor su capital humano están llamadas a salir reforzadas, también, de esta gran crisis provocada por la pandemia. Más que nunca, las políticas empresariales ligadas a la empatía con los empleados, en las que cada persona importa, han servido y seguirán sirviendo para fomentar presa, lo que en un sector como el del café en el que se trabaja con un producto delicado resulta sumamente importante y un valor diferencial para asegurarse, además, clientes más satisfechos.
Alex Edmans, catedrático de la London Business School, investigó sobre qué factores influían en un desempeño financiero positivo. Tras años de estudio, concluyó diciendo que aquellas empresas que invertían en el bienestar de sus trabajadores consiguen fácilmente un alto rendimiento financiero, y no al contrario. La evidencia empírica en general demuestra que las empresas que valoran la confianza logran mayor retención y compromiso de sus colaboradores y son más ricas en innovación, agilidad, ventas, crecimiento y satisfacción de los clientes.
ECONOMÍA CIRCULAR
Además de todo esto, las prioridades del nuevo consumidor también pasan por el reconocimiento y mayor apego a empresas que fomentan la economía circular, unas iniciativas que en el sector del café en nuestro país, tiene ejemplos destacados. Tal es el caso, del proyecto desarrollado por una de las compañías tostadoras más importantes de España y que ha permitido, recoger más de 121 toneladas de cascarilla desprendidas del tueste de su café y destinarlas a generar biogás o el impulsado por otra empresa también referente en el país que ha instalado una innovadora caldera en su planta de fabricación que utiliza el poso resultante de la producción de café instantáneo para la obtención de vapor, un recurso, a su vez, necesario en el mismo proceso de fabricación.
En algunas ciudades, además, se han puesto en marcha programas experimentales de recogida de posos de café que se destinan a la fabricación de biocombustible sólido, y en los que colaboran algunas empresas tostadoras a través de sus establecimientos de café y clientes hosteleros.
Son casos también de éxito, las políticas de sostenibilidad implementadas por muchas empresas tostadoras y fabricantes de maquinaria y otros productos afines que han sustituido, por ejemplo, su flota de vehículos por modelos menos contaminantes o que han apostado por la arquitectura sostenible para la renovación o construcción de sus instalaciones, empleando el mismo criterio de sostenibilidad en la fabricación de sus productos y maquinaria, lo que en algunos casos, incluso, les ha valido un premio a su com- promiso con el medio ambiente.
PACKAGING SOSTENIBLE
El consumidor está revalorizando, también, la sostenibilidad en el packaging en el momento de la compra. Los envases fabricados con materiales biodegradables en detrimento de los plásticos y otros menos sostenibles, ganan adeptos. En este punto, las cápsulas de café tienen mucho que decir, y es que si bien, muchos consumidores aprecian la conveniencia de las cápsulas de un solo uso, también les preocupa su impacto ambiental. Es por ello que para seguir siendo relevantes en el mercado del café, los fabricantes de cápsulas han empezado ya a abordar las preocupaciones de los consumidores y a fabricar cápsulas de café reciclables, con soluciones innovadoras como las cápsulas 100% compostables, desarrolladas por empresas tostadoras españolas.
Todo confirma, pues, que el cuidado del medioambiente, un correcto uso de los recursos naturales, el respeto de las condiciones de trabajo y un trato justo hacia los caficultores, los empleados y clientes son algunas de las exigencias que los consumidores esperan que las empresas cumplan hoy en día. Estas ideas son muy beneficiosas para la sociedad, pero está claro que también pueden ser una excelente oportunidad de negocio para quienes las pongan en práctica
Fuente:
Eurobarómetro, Allegra, Coordinadora Estatal de Comercio Justo
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El café en Europa del Este
La demanda de café en los países de Europa del Este no deja de crecer. Hasta hace unos años el consumo de café en esta región se asociaba principalmente con opciones instantáneas de baja calidad.
Sin embargo, en los últimos tiempos, la progresión de la mayoría de economías locales y la aparición de un consumidor más informado y exigente, está impulsando el mercado de este producto, con Polonia y Bulgaria como países abanderados de esta nueva era del café en Europa del Este.
El interés de Europa del Este por el café es reciente y, hasta hace pocos años, las importaciones de este producto desde países de la región eran muy bajas en comparación con los volúmenes importados desde Europa Occidental. No obstante, el consumo de café en los mercados del Este registra una tendencia creciente desde el año 2014 y representa ya alrededor del 7% de las importaciones totales de café verde dentro de la Unión Europea, acumulando un 18% de todo el volumen de venta de café en los mercados de la Unión.
Aún y así, el consumo per cápita en Europa del Este es, todavía, relativamente bajo, aunque los datos actuales - Polonia, aproximadamente, 2,8 kg/persona/año y República Checa 2 kg/persona/año, por ejemplo - demostrarían que existe un margen de crecimiento potencial, el cual resulta especialmente significativo si tomamos en cuenta las tendencias crecientes de consumo en otros países de la región como Eslovenia o Croacia que registran un consumo medio per cápita de 5,8 kg y 5,1 kg, respectivamente.
POLONIA, EL PAÍS MÁS CAFETERO
Tirando del carro de esta nueva era del café en Europa del Este encontramos a Polonia que ocupa el primer lugar del ranking de importaciones en los países de la antigua órbita soviética, con 122.605 toneladas de café. Esta cantidad es el 5,14% del total de café importado por la Unión Europea y posiciona al país, como el octavo máximo importador de la Unión, por delante de otros estados tradicionalmente consumidores de café, como Suecia o Finlandia. A todo el café verde importado por Polonia hay que sumar las 50.230 tonela-das de café tostado, incluido descafeinado, que compra también el país para satisfacer la demanda de sus habitantes. En total, el 78% de todo este café polaco llega de la propia Unión Europea, Alemania, Italia, Eslovaquia y Países Bajos que han encontrado en este país un mercado floreciente, con uno de los porcentajes de desempleo más bajos del mundo y una economía que ha protagonizado un importante y “milagroso” desarrollo desde la caída del comunismo en 1989.
Este tipo de importación de café, desde la Unión Europea, no es, sin embargo, monopolio exclusivo de Polonia, sino una práctica común también en el resto de países de Europa del Este que encuentran menos riesgo y más efectivo (costos) el proveerse de café desde los importadores especializados y tostadores de Europa Occidental, en vez de comprarlo en los países de origen. Eslovenia es la excepción de esta regla, y a diferencia del resto, compra mayoritariamente todo su café, 91%, directamente en origen (el 40%, equivalente a 9,9 mil toneladas de café, lo importa desde Brasil, el 26% desde la India, el 9% desde Vietnam y el 25% restante desde otros países).
VENTAS MINORISTAS
Y si la demanda crece en Europa del Este, el valor de las ventas minoristas de café también. Entre el año 2016 y 2018 estos valores en algunos países de la región se incrementaron de forma notable, como en Eslovenia donde creció el 18%, o en la República Checa o Rumania, donde sumaron un 15% de incremento, siendo necesario destacar el doble valor de esta evolución, si se tiene en cuenta el bajo poder adquisitivo de los europeos del este que sigue siendo relativamente modesto en comparación con el del resto de los consumidores de Europa Occidental.
ADIÓS LENTO AL INSTANTÁNEO
Las tendencias de consumo muestran un cambio cada vez más recurrente hace el café fresco por sencima del café instantáneo en la región, aunque el cambio camina a diferentes velocidades según los países. Alrededor del 24% del café que se consume en Europa del Este sigue siendo café instantáneo y solo en algunos lugares como Polonia, se observa muy claramente la tendencia hacia el café fresco, con un aumento, por ejemplo, en las ventas de granos de este tipo de café de un 22% en 2018, y una caída de la demanda de café instantáneo del 5,3%, en el mismo período.
NUEVAS DEMANDAS. CAFÉS CERTIFICADOS, ORGÁNICOS, CAFÉS DE ESPECIALIDAD Y CÁPSULAS
Si bien los países de Europa del Este son, por el momento, un mercado poco significativo para los cafés certificados, esta región muestra, también, un interesante potencial en este ámbito, dado el crecimiento positivo de su demanda. Un ejemplo claro vuelve a ser el mercado polaco, donde entre 2017 y 2018, las ventas minoristas de productos Fairtrade crecieron un 50%, superando los 21 millones de euros. Los productos de café representaron el 54% de esas ventas en 2018. Un dato curioso es que el principal canal minorista de este café certificado en Polonia es la cadena más grande de estaciones de gasolina del país, Orlen, que vende este tipo de cafés desde 2008.
A diferencia de otras regiones del mundo, los productos orgánicos todavía no han conseguido hacerse con un lugar en el mercado de Europa del Este y el café no es una excepción. Actualmente se estima que el gasto de los consumidores locales en este tipo de productos se sitúa por debajo del 1% del total en alimentos.
En cuanto al consumo de café de cápsula, este está despegando muy lentamente en la región y la demanda escasamente evoluciona. De hecho, en 2018, el porcentaje de café comercializado en cápsula decreció en Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumania y Eslovenia. Finalmente, y en referencia a la demanda de Cafés de Especialidad, cabe destacar su tímida pero buena marcha. El creciente número de cafeterías especializadas y micro tostadores en Europa del Este ilustra el interés del consumidor en agregar calidad y variedad a su café.
Los mercados más grandes para los cafés especiales en la región y con mayor crecimiento son la República Checa, Hungría, Polonia y Rumania. En este último país, entre 2013 y 2019, el número de cafeterías especializadas paso de 3 a más de 90 establecimientos. En Hungría, las cafeterías con café de especialidad, también han crecido exponencialmente llegando a aproximadamente 150 locales en la actualidad.
FESTIVALES DE CAFÉ
La gran cantidad de festivales de café organizados en Europa del Este también ayuda a ilustrar el creciente interés en el Café de Especialidad en esta región. Ejemplos de eventos en esta región incluyen el Festival del Café de Praga (República Checa), el Festival del Café de Varsovia (Polonia), el Festival del Café de Bucarest (Rumania), el Festival del Café de Sofía (Bulgaria) o el Festival del Café de Vilna (Lituania).
Fuentes:
Centro de Promoción de Importaciones de Países Bajos (CBI)
Federación Europea del Café Ministerio de Producción y Comercio Exterior de Ecuador
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Colombia cierra un año cafetero excepcional a pesar de la Covid-19
Precios justos, excelentes rendimientos y buena climatología premian el esfuerzo de los caficultores.
Jennifer Poole es cofundadora de Those Coffee People y desde su tierra, Medellín, viaja por pueblos cercanos en búsqueda del mejor Café de Especialidad que el país puede ofrecer. En sus visitas a las fincas contacta directamente con los productores y sus largas horas de tertulia con ellos le han permitido fotografiar al detalle la situación actual del café en Colombia.
A pesar de un 2020 agitado, la industria de producción de café colombiano se encuentra optimista. La creación hace un año del Fondo de Estabilización de Precios del Café y unas condiciones climáticas favorables han permitido cerrar positivamente el año a los caficultores colombianos, incluso a pesar del impacto de la COVID-19. Las esperanzas para este año es que la pandemia se acabe y que los precios y el sol y la lluvia les sigan acompañando.
La traviesa (la cosecha más pequeña de mitad de temporada) desde abril a junio funcionó como un presagio de lo que vendría en términos de precios, con máximos históricos sostenidos entrando al último trimestre. Es más, las lluvias constantes durante esta temporada han ayudado a proteger los cultivos, manteniendo a los cultivos libres del escarabajo de broca. Inclusive, con la disrupción actual por la COVID-19, hay grandes expectativas en la industria de que esta cosecha tiene el potencial de ser una de las más rentables en años.
CONTEXTO DE LA COSECHA
Durante los últimos 5 años, los bajos precios de las materias primas y el impacto del calentamiento global han sido una preocupación constante para las decenas de miles de pequeños agricultores, que son la columna vertebral de la industria.
Para poner esto en contexto, entre diciembre de 2017 y julio de 2019, solo hubo dos meses en donde la tasa de compra interna ofrecida por el sindicato de productores la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC) estuvo por encima del costo de producción estimado. Como la mayoría de los productores de cultivos de calidad comercial venden directamente a la FNC, estos precios tan bajos han sido un problema real para la industria. Para combatir esto, el gobierno colombiano negoció un acuerdo histórico con la FNC a principios de año para establecer el Fondo de Estabilización de Precios del Café. Esto garantiza a los productores una tarifa mínima en caso de que los precios de mercado caigan por debajo del costo de producción, calculado a una tarifa por carga (125 kg) de 780.000 pesos colombianos (204 dólares).
PRECIOS ALTOS Y TASA DE COMPRA AL ALZA
Si bien la industria se ha visto afectada por los bajos precios en los últimos años, no ha sido necesario activar el fondo de estabilización de precios, ya que los precios por carga se han recuperado desde finales del año pasado. La tasa de compra ha pasado de un mínimo de 680.567 pesos colombianos (178 dólares) en abril de 2019 a un pico de aproximadamente 1.300.000 pesos colombianos (308 dólares) en agosto de 2020. Y desde el inicio de la cosecha en octubre, la tasa de compra de la FNC se ha mantenido muy cómoda a 1.142.233 pesos colombianos (299 dólares).
Como Manuel Londoño me explicó en la Finca Las Brisas, “Ha sido maravilloso que estemos a un precio histórico en este momento, no hemos visto estos precios durante muchos años. Para el productor de café, estos precios son excelentes. Normalmente los precios tienden a bajar y estabilizarse en los picos de cosecha - el año pasado bajamos a 800.000 pesos colombianos por carga - pero este año el precio apenas ha bajado”.
Sin embargo, no todos los productores venden sus granos directamente a la FNC, por lo que no todos pueden cobrar con las tarifas de compra mencionadas anteriormente. Los productores de cafés especiales, especialmente aquellos que producen procesos como el natural o fermentaciones, tienen que vender a través de proveedores privados, ya que la FNC solo compra cultivos lavados. Los precios de estos cultivos generalmente se negocian de forma individual, entre el productor y el proveedor. Y aunque los cultivos de especialidad normalmente tienen precios más altos, los productores de especialidad se enfrentan a mucha más incertidumbre cuando se los coloca en el contexto de la excelente tasa de compra de FNC.
El clima favorable está favoreciendo excelentes rendimientos en las fincas. “La tasa de compra de la FNC es muy buena en este momento, pero tendremos que ver como se comporta la demanda internacional de cafés especiales”, me dijo Samuel Roldán, de la Finca Santa Helena, “Los proveedores especializados de Estados Unidos están buscando reducir los precios con los productores, pero los proveedores europeos con los que he estado hablando parecen más dispuestos a pagar los precios que necesitamos”.
Otro impacto que está teniendo la alta tasa de compra de FNC es en otros costos dentro de la cadena de suministro, como el transporte y el procesamiento. Con más efectivo persiguiendo la misma cantidad de recursos finitos, esto conduce inevitablemente a la inflación de precios. “Estoy haciendo la transición de cultivos comerciales a especiales y aunque los precios del café comercial son muy altos en este momento, esto puede afectar los precios de otros costos que tenemos en la industria”, me explicó Felipe Trujillo de la Finca Los Pinos. “Esto está teniendo un impacto, pues negocié mis precios de venta antes de que estos aumentos de costos se hicieran evidentes”.
EL CAMBIO CLIMÁTICO OFRECE UNA TREGUA AL CAFÉ DE COLOMBIA
Desafortunadamente, el calentamiento global está teniendo un impacto actual en el ecosistema tropical colombiano. Un gran problema para los caficultores es el impacto que esto está teniendo en la predicción, frecuencia e intensidad de las temporadas de lluvia.
Una larga brecha de tiempo seco entre el final de la temporada de lluvias y el inicio de la cosecha puede ser devastadora para el rendimiento de los cultivos, ya que esto puede resultar en infestaciones de escarabajo broca, los cuales destruyen los granos de café.
Pero como me dijo Manuel Londoño de la Finca Las Brisas, “Esta cosecha está saliendo muy bien porque ha llovido durante mucho tiempo antes de que empezara, lo cual controló el escarabajo broca. Por el contrario, la cosecha anterior estuvo mucho más seca, lo cual destruyó muchos cultivos”. Esta opinión fue unánime entre todos los productores con los que hablé, y la industria en su conjunto anticipó rendimientos mucho mejores en comparación con los últimos años.
Las condiciones climáticas favorables han traído unos buenos resultados y después de una cosecha complicada a mitad de año, la cosecha de final de 2020 estuvo acompañada de un clima adecuado, mezclando buenas cantidades de sol y lluvia que han proporcionado a los granos los nutrientes necesarios para madurar sin una exposición excesiva a la dañina luz solar y mejorando, así, la calidad de la cosecha.
CONVIVIR CON LA COVID-19
Los precios altos sostenidos y las condiciones climáticas favorables han atenuado las preocupaciones de la industria en torno a la COVID-19 durante la cosecha. Sin embargo, eso no quiere decir que la pandemia no tenga, por supuesto, algún impacto. La preocupación más común se relaciona con el impacto financiero tanto de la contratación como de la vivienda para los trabajadores. Como explica Samuel Roldán de la Finca Santa Helena, “una cosa que sabemos es que la mano de obra será más costosa, ya que tendremos que invertir en protocolos de seguridad y en más camas para que los recolectores de café puedan hospedarse en la finca”.
Otra preocupación es la capacidad de reclutar un número suficiente de recolectores. “Me estoy preparando para la cosecha y creo que va a tener un gran impacto, ya que habrá un gran cambio en la forma en que reclutamos a los recolectores y la necesidad de implementar las condiciones de bioseguridad. Estas dos cosas harán que sea más difícil encontrar la cantidad de personas que necesitamos”, me dijo Felipe Trujillo de la Finca Los Pinos.
Sin embargo, se han aliviado las preocupaciones más monótonas sobre el transporte público, desde que el gobierno levantó el cierre nacional a principios de septiembre. Esto ha permitido recuperar un nivel de normalidad que ha coincidido muy bien con el inicio de la cosecha.
Además, aunque no existe un mecanismo de ayuda claro a nivel nacional para combatir los desafíos de la COVID-19-producción de café, a nivel local sí que las cooperativas continúan apoyando a sus comunidades. Coincidentemente con el fondo de estabilización de la FNC, los agricultores han disfrutado de precios justos del café, lo que los ha apoyado en este momento difícil.
Esperamos que con estos precios estables y justos, los productores, en primer lugar, continúen produciendo café en vez de cambiar a un cultivo más rentable y, en segundo lugar, tengan una mejor calidad de vida con todos los beneficios asociados con eso.
MIRANDO HACIA EL FUTURO
Durante los próximos meses, a partir de abril de 2021, la atención se centrará en la traviesa, o cosecha de mediados de año. Si la tasa de compra interna de la FNC puede mantener su repunte hasta ese momento depende de algunos factores, siendo el factor más significativo el valor del peso colombiano frente al dólar estadounidense.
El peso colombiano perdió el 30% de su valor frente al dólar estadounidense en marzo de este año, esto se dio en parte por el colapso de los precios del petróleo cuando la pandemia comenzó a afectar. Si bien el peso ha recuperado parte de su valor, todavía no se encuentra en los niveles previos a la pandemia. Pero cualquier mejora adicional hacia su valor anterior a la crisis sin duda será una mala noticia para los productores, ya que los compradores pagan con dólares y los productores reciben pagos en pesos.
Durante este año no esperamos que los precios caigan y dependiendo de la tasa de cambio con el dólar, esperamos que los precios aumenten constantemente a un ritmo lento. En términos de cosecha, también esperamos un buen rendimiento si el tiempo lo permite.
Sin embargo, e independientemente de lo que depare el 2021, es una gran noticia que los productores colombianos cierren la cosecha del 2020 con precios altos y rendimientos sólidos, especialmente cuando se los ubica en el contexto de las dificultades experimentadas por la industria en los últimos años.
¿Y si la pandemia de COVID-19 se mantiene en el tiempo?
Hemos pasado por dos períodos de cosecha durante la pandemia y estamos seguros de que los agricultores y productores han adoptados protocolos para operar en medio de nuestra “nueva normalidad”. Creemos que el mayor factor de riesgo de una pandemia sostenida será una caída en la demanda, específicamente de cafés especiales, debido a las dificultades económicas de los consumidores.
Económicamente, el mayor desafío será mantener precios justos para el café para que la industria se mantenga y los responsables de producir los cultivos puedan vivir una vida digna y con oportunidades. Esto es algo que no se puede ha- cer solo con los fondos de estabilización, sino que necesitaremos el apoyo de los consumidores y la aceptación de pagar precios justos.
El clima también es un factor importante que puede crear desafíos sin precedentes para el futuro de la industria. El café es un cultivo sensible a su medio ambiente, y si el cambio climático sigue ocurriendo a un ritmo alarmante, podemos destruir el medio ambiente necesario para mantener la producción. Los desafíos de mejora e innovación, por otro lado, requieren otras soluciones que vienen con la profesionalización de la industria. Esto significa que los productores comienzan a utilizar nuevos modelos para pronosticar el rendimiento de sus cultivos y crear eficiencias en su proceso. La producción de café todavía se maneja ampliamente de una manera muy ancestral, con tradiciones y conocimientos transmitidos de generación en generación. Sin embargo, para aquellos productores que buscan llevar sus granjas al siguiente nivel y realmente convertirlas en negocios, los productores deberán comenzar a pensar como directores ejecutivos y aplicar las mejores prácticas comerciales estándar a sus operaciones
Jennifer Poole.
Co-fundadora de Those Coffee People
*Puedes acceder a la revista Fórum Café nº84 completa aquí.
El café de Venezuela
Cien años atrás, Venezuela ocupó uno de los lugares más relevantes en el ranking de producción y exportación de café a nivel mundial. La irrupción de la industria petrolera en el país propició, sin embargo, un rápido y progresivo declive de este cultivo que, ahora, una nueva generación de caficultores intenta recuperar.
El primer cafeto que llegó a Venezuela fue sembrado por misioneros españoles asentados en la cuenca del río Caroní, en 1730. El café lo trajeron de Brasil, donde había llegado a su vez desde la República de Surinam y de Cayena, la capital de la Guayana Francesa. Una década después de su introducción en Venezuela, y partir de 1740 el cultivo de café empezó a propagarse a la gobernación de Caracas y, poco a poco, al resto del país.
En 1776 ya se registraron cafetales en Cumaná y Río Caribe, y en 1780 el cultivo se extendió a occidente, llegando a tierras andinas, como Mérida, donde a pesar de una temprana introducción, las plantaciones no empezaron a constituirse como tales hasta después de la Guerra de Independencia (1810-1823).
En Chacao, en las cercanías de Caracas, se levantaron las primeras plantaciones cafetaleras en 1784. El pionero fue Bartolomé Blandín, fundador de la Hacienda Blandín (hoy, Hacienda la Castellana). Esta experiencia fue secundada por los presbíteros Sojo y Mohedano, en la “Hacienda San Felipe Neri”, y la “Hacienda la Floresta”, respectivamente, extendiéndose progresivamente el cultivo a muchas otras partes de Venezuela.
Fue así que el café llegó a partir de 1784 a San Antonio, Las Minas y a los valles de Aragua, pasando luego a las provincias de Carabobo y Barcelona. El cultivo de café en el estado de Táchira, por su parte, se inició en 1794 gracias a la iniciativa de Gervasio Rubio, quien lo plantó en su Hacienda la Yegüera (conocida a partir de 1855 como la Hacienda Rubio); mientras que en Trujillo, el impulsor de la caficultura fue Francisco de Labastida quien inició el cultivo de café en este territorio del oeste del país en 1801. Des de aquí y siguiendo los Andes tachirenses, el cafeto continuó su viaje hasta Colombia, penetrando en el país vecino por Cúcuta y Salvador de las Palmas.
Desde principios del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, el cultivo de café en Venezuela desplazó al del cacao y fue el motor que dinamizó la economía nacional. Su cultivo y comercialización contribuyó a la apertura de carreteras y vías fluviales, a la consolidación, también, de centros urbanos en las zonas cafeteras y a la transformación del Puerto de Maracaibo, en principal puerta de salida de mercaderías del país.
En 1900 empezó a operar la que se convertiría en la primera empresa tostadora venezolana, Café Fama de América, fundada por el español de origen canario, Bernardo González Palenzuela. Era la época del primer gobierno de Antonio Guzmán Blanco, y a pesar de la economía inestable y las diversas dificultades que se presentaban en la Venezuela de entonces, Bernardo González empezó a comprar granos de café, a molerlos, a tostarlos manualmente y a venderlos de casa en casa. Desde entonces, su Café Fama ha formado parte de la cultura cafetera de los venezolanos.
En aquella época y hasta la mitad de la década de 1950, el café vivió muy buenos años en Venezuela, posicionando a este origen entre los cinco máximos productores del mundo. Sin embargo, el rápido desarrollo de la industria petrolera frenó la actividad cafetalera. Se produjo un trasvase de mano de obra de un sector a otro y la producción y las exportaciones cayeron de forma drástica. Venezuela no tenía suficiente café y poco más del 40% de la producción se lograba vender al exterior.
El hecho positivo fue que a pesar de la nueva situación, se hizo un esfuerzo importante para no restar calidad al café que se producía, beneficiando de forma directa al mercado interior que como habitualmente pasa en los países productores, hasta ese momento se había estado proveyendo de las calidades que resultaban menos atractivas para la exportación. A partir de entonces, el mercado doméstico pasó a disponer de cafés arábica de las variedades Típica, Bourbon, Caturra y Catuai, que los tostadores locales preparaban y vendían en latas y algunas marcas, también, en bolsas de vacío, previa desgasificación.
IMPORTANCIA SOCIAL, CULTURAL Y ECONÓMICA DEL CAFÉ EN VENEZUELA
El café sigue siendo un cultivo de importancia social y cultural en Venezuela, pero su peso económico ha dejado de ser el que era. Se estima que actualmente más de 50.000 familias viven de forma directa de su producción en el país. En la última década se ha constatado una creciente incursión de jóvenes profesionales tanto en el sector productivo como en el de la industrialización artesanal y comercialización de café. Sin embargo, la gran mayoría de los productores actuales de café, no culminó su educación básica, y por ende, son poco innovadores y reacios a los cambios de tecnologías en materia de manejo agronómico, fertilización y buenas prácticas de postcosecha.
A diferencia de otros muchos países productores, en los que el asociacionismo entre los caficultores es una práctica habitual, en Venezuela no existe esta tradición y a excepción de unos pocos casos como la Cooperativa Café Grano de Oro de Biscucuy, en el estado Portuguesa, no hay organizaciones de este tipo en el país y las que se asemejan tienen un perfil más mercantilista, y han suprimido la asistencia técnica a sus asociados o accionistas. La Cooperativa Café Grano de Oro la integran 50 pequeños productores, que producen de 0,5 a 5 toneladas de café de alta calidad al año. Cultivan cafés de las variedades Catuaí amarillo, Caturra rojo y Mundo Novo rojo.
Toda su producción es bajo sombra, y con una manejo de nutrición foliar y edáfica basada en fertilizantes líquidos y microorganismos eficientes. En su afán por recuperar la referencia del café venezolano, están trabajando para crear una marca colectiva que agrupe y comercialice las marcas artesanales a través de las que, actualmente, comercializan sus cafés. El proyecto contempla un protocolo de calidad que comience por jerarquizar las calidades según la escala y los descriptores sensoriales de SCA. El desafío es lograr primero, un posicionamiento a nivel nacional, y luego, internacional en nichos de mercado donde exista diáspora venezolana, como Perú, Chile, Argentina, Estados Unidos, Canadá y España. Mientras, en el estado de Mérida, algunos caficultores dedicados al cultivo orgánico se están intentando organizar con miras de producir cafés diferenciados y de alta calidad.
ÁREAS DE PRODUCCIÓN
El grueso más importante de la producción de café en Venezuela se localiza en los estados Lara, Portuguesa, Trujillo, Barinas, Falcón, Yaracuy, Monagas y Anzoátegui. Se trata de zonas montañosas, en las que los cafetales se ubican entre los 600 m.s.n.m y los 1600 m.s.n.m, o incluso, en algunos casos, los 1.800 m.s.n.m. Debido a la ubicación de estas explotaciones, los cafetales juegan un papel importante en el cuidado medioambiental de las zonas en las que se localizan las explotaciones cafetaleras, contribuyendo con ello al equilibrio de las cuencas hidrográficas y asegurando a la fauna de estas áreas, cobijo y comida en los árboles que dan sombra a los cafetales.
Las plantaciones son, en la mayoría de los casos, pequeñas parcelas de explotación familiar de 1 a 2 hectáreas (las explotaciones más grandes son una minoría y superan de media poco más de las 5 hectáreas). En las fincas de café venezolanas, la producción se desarrolla con el mínimo nivel de tecnologías agronómicas e insumos. Cada familia se ocupa de su café y únicamente contratan jornaleros para la cosecha que, como el resto de la producción, se realiza esencialmente sin ayuda mecánica. El rendimiento medio de café por hectárea se estima actualmente menor a 2 toneladas.
En los cafetales venezolanos crecen diversas variedades de café, todos arábicas que los caficultores procesan, mayoritariamente, por vía húmeda y natural. La primera variedad de café que se cultivó en el país fue la Típica. A ella se sumaron posteriormente, los Bourbons, Caturras y Catuaí. Hasta hace poco más de una década, esta última variedad era la dominante. Muchos caficultores se habían decidido a plantar cafetos de la variedad Catuaí por su alta productividad. Sin embargo, la incidencia de la roya está propiciado un cambio progresivo hacia variedades de cafés más resistentes, como la INIA, Colombia o Castillo, entre otras.
LA CALIDAD DEL CAFÉ VENEZOLANO
Actualmente todavía no existen en Venezuela perfiles claramente definidos para identificar de forma genérica sus cafés ni por regiones, ni por variedades, ni mucho menos por procesos postcosecha, aunque es ampliamente aceptado que el café venezolano responde a una taza suave, ligera, delicada, no muy ácida y sin características acusadas a ningún atributo. A falta de esta definición pormenorizada de perfiles, la calidad de los granos está supervisada y regulada en Venezuela.
El organismo competente en esta materia es la Corporación Venezolana del Café que de acuerdo con lo recogido en la Gaceta Oficial del país en diciembre de 2016 controla que las calificaciones comerciales de los granos se correspondan con los siguientes parámetros:
•Café Excelso Grado 1: Grano de Café Lavado de óptima calidad cultivado con prácticas agroecológicas, por encima de 800 m.s.n.m. con humedad de hasta un 10% y no más de 16 granos defectuosos por kilogramo.
·Café Gourmet Grado 2: Grano de Café de muy buena calidad cultivado con prácticas agronómicas armónicas con la naturaleza, por encima de 600 m.s.n.m. y con una humedad de hasta 12,5 % y hasta 23 granos defectuosos por kilogramo.
·Café Lavado Grado A: Grano de Café lavado y de cosecha actual, cultivado con buenas prácticas agronómicas, con humedad hasta 12,5% y hasta 30 granos defectuosos por kilogramo.
•Café Lavado Grado B: Grano corriente Lavado o Natural de cosechas pasadas o deterioro por malas prácticas postcosecha, con humedad de hasta 13% y no más de 35 granos defectuosos por kilogramo.
A fines de la calificación del café para el consumidor se establecen, además, las siguientes categorías:
•Café Gourmet o especial: Corresponde a las calificaciones para el productor de los grados 1 y 2. Para su venta bajo esta denominación debe ser certificado por la Corporación venezolana del Café, S.A.
•Café Premium: Corresponde a las mezclas de las clasificaciones para el productor de los Grados 1 y 3, y a mezclas de Grados 2 y 3.
•Café Bueno–Corriente: Corresponde a la mezcla alternativa de las clasificaciones para el productor de los Grados 3, 4 y 5, identificados como Lavado A, B y C.
CAFÉS DE ESPECIALIDAD, UNA NUEVA APUESTA PARA UN NUEVO FUTURO CAFETERO
La producción de cafés de especialidad en Venezuela apenas ha dado sus primeros pasos. Su cultivo se inició a partir del año 2010 y de momento, las fincas que han incursionado en su producción y experimentación son muy pocas. Todas ellas, representan la nueva generación de caficultores venezolanos, que ven en los cafés especiales una oportunidad de negocio. Sin embargo, el mercado nacional no responde rápidamente y lamentablemente, muchas veces, los propietarios de cafeterías, restaurantes y panaderías, prefieren “cafés baratos” para bajar sus costos en desmedro de la satisfacción del consumidor.
Aún y así, cabe destacar la apuesta de algunos negocios locales que habiendo comprobado que al servir cafés de alta calidad, logran fidelizar al consumidor e incrementar y mejorar sus ventas, están actuando como abanderados de la divulgación del café de especialidad en el país. Esta ha sido la apuesta, por ejemplo, de Cuppa Café en Maracaibo; Cinco Cafetería en Mérida; Orígenes Café en Guanare; Cafetería Grano de Oro en Biscucuy; Cafetería Apamate en Campo Elías; Cafetería OS en Chabasquén; Coffe Shop en Valencia; La Kbra Cafetería en Maracay; St. Honoré, Makao y Quiero 1 Café en Caracas; o Mahalo, il Mercato Bianco en la Isla de Margarita.
Las características del café specialty venezolano responde a parámetros bastante bien definidos y que representan bien los cafés de la Cooperativa Café Grano de Oro de Biscucuy (Portuguesa). Sus cafés lavados, por ejemplo, son reconocidos por su taza muy bien balanceada, en la que destacan fragancias a frutos rojos y aromas cítricos, a vainilla, a pino y a azúcar moscabada. Presentan, además, una excelente acidez cítrica, cuerpo sedoso y sabor residual a chocolate, muy agradable.
En el grupo de cafés naturales, los cafés de especialidad de este origen destacan por sus fragancias a frutos pasas, aromas a sandía y chocolate negro, cuerpo cremoso y sabor residual a chocolate y avellanas tostadas. Mientras que en el caso de los cafés venezolanos de especialidad sometidos a fermentación anaeróbica (macerados carbónicamente), las notas más dominantes suelen ser, fragancias a vinos de frutas, chocolate y frutas confitadas y aromas a melón, sandía y uvas. En este caso, el cuerpo de estos cafés es cremoso y su acidez láctica o tartica, presentando en boca un sabor residual a frutos secos y roble, muy característico.
PRESENTE Y FUTURO DE LA PRODUCCIÓN Y EXPORTACIÓN
Desde comienzos del siglo XXI, la producción de café en el país no ha dejado de caer y si hace poco más de 15 años atrás, Venezuela producía 160.000 toneladas, y exportaba hasta 40.000 toneladas (año 2005), la cosecha prevista para el periodo 2020-21, se estima que no superará las 60.000 toneladas, las cuales, casi en su totalidad serán consumidas en el mismo país, que ha dejado prácticamente de exportar al extranjero, salvo algunas ventas aisladas y sujetas a convenios entre países como el café vendido a Rusia, a Irán o a Turquía. Independientemente a estos acuerdos, solo son unos pocos productores de fincas de especialidad aspiran a poder exportar sus micro lotes al exterior.
CONSUMO INTERNO Y MOVIMIENTO BARISTA
Según la población actual, se puede estimar un consumo per cápita de 2,4 kg/persona/año, lo que supone un 112% de la producción nacional e implica la importación de café de terceros países.
Parte de este café llega de Colombia vía contrabando y el resto, ya de forma legal, lo hace desde Nicaragua, importado directamente por el Gobierno Nacional para suplir el déficit venezolano. En los últimos tiempos, además, ha empezado a llegar café de Brasil, ya tostado, molido y empaquetado.
También, algunos importadores de la industria alimentaria, traen al país café a punto para su comercialización de marcas italianas, estadounidenses y colombianas, especialmente en el formato de cápsulas para distribuirlas en tiendas de productos gourmet.
Culturalmente, en Venezuela se acostumbra a tomar el café con el desayuno o incluso antes. A media mañana, la mayoría de los trabajadores toman su segunda taza del día y, después de almuerzo, se acostumbra a tomar la tercera. Algunos, incluso, toman un cuarto café a media tarde, como remate a su jornada laboral. Al paladar de los venezolanos, 80%, les gustan los cafés suaves, aromáticos y dulces. Las preparaciones caseras más habituales de café son el “guayoyo” o “café claro” que se asemejaría al café americano de filtro y el café con leche sin espuma. En las cafeterías, por su parte, algunas de las bebidas más populares son el capuchino, el espresso y los frappés o cafés con hielo.
Las Escuelas de Baristas han jugado un papel importante en el reconocimiento laboral de los profesionales de la preparación y servicio del café. Actualmente la mayoría de estos centros otorgan las certificaciones SCA, como incentivo para muchos de los que deciden emigrar y también para mejorar la confianza y visibilidad de los que se quedan trabajando en el país. Algunos de estos, han creado negocios propios que van desde barras móviles para eventos, a marcas artesanales de cafés de fincas, y tiendas con cafés de diferentes orígenes, variedades y procesos postcosecha de especialidad que ellos mismos tuestan para sus clientes. Desde el año 2016, además ,Venezuela cuenta con un Campeonato Nacional de Aeropress, cuyos vencedores participan en la Competencia Mundial.
Rubén Ali Gozaine
Cooperativa Café Grano de Oro
Productor Café Azul
Nestlé invierte más de 6 millones de euros en su fábrica de café de Reus
Nestlé España tiene previsto invertir cerca de seis millones y medio de euros en su centro de producción de Reus (Tarragona), recursos que se destinarán a la instalación de una línea de producción de café que incluirá un tostador de última tecnología, una nueva máquina de llenado y avanzados sistemas de empaquetado y paletización. Las obras empezarán en breve y se prevé que finalicen a mediados de 2022. Gracias a esta inversión, la fábrica podrá aumentar su capacidad de producción en un 20%.
En la nueva línea se fabricará café tostado, en grano y molido, 100% de la variedad arábica, que se comercializará tanto en el mercado nacional como en otros países de Europa y en Asia. El interés creciente de estos países por el café tostado ha hecho que las exportaciones de la fábrica tarraconense hayan aumentado considerablemente en los últimos dos años, representando ya el 17% de su volumen de producción.
"Me siento especialmente orgulloso de la apuesta de la Compañía por nuestra planta. El hecho de que Nestlé nos haya confiado una parte importante de la fabricación del café tostado es un reconocimiento a la competitividad de nuestro centro y al expertise y la profesionalidad que demuestra día a día nuestro equipo humano", afirma Carlos Sanz Bravo, director de la fábrica de Nestlé en Reus.
Más de 40 años de historia
La fábrica de Reus fue construida en el año 1980 por los antiguos propietarios de la marca Brasilia, marca que dio nombre también a la sociedad en 1972. En el 1990, Nestlé funda Productos del Café S.A. como resultado de la fusión de tres grandes empresas cafeteras con sede en la ciudad de Reus. Desde entonces, Nestlé ha ido adquiriendo otras empresas sumando nuevas marcas a las tres iniciales. El año pasado la sociedad Productos del Café se integró en Nestlé España.
A día de hoy, se comercializan las marcas Bonka, Brasilia, Santa Cristina y La Estrella, destacando la gama Medalla de Oro para perfiles más gourmets con una alta selección de orígenes y blends.
Gremi del Cafè lanza su nueva campaña "La botiga de cafè més gran de Catalunya"
El Gremi de Cafè Torradors de Catalunya ha puesto en marcha una nueva campaña de publicidad que tiene como objetivo dar a conocer las tiendas de los distintos tostadores de Cataluña.
En la página del Gremi se puede acceder a las distintas tiendas online, categorizadas según los distintos formatos de café y cafeteras que existen en el mercado.
posa en marxa la nova campanya de publicitat amb l'objectiu de donar a conèixer les botigues dels diferents torradors que en formen part.
A la botiga del Gremi, hi ha els accessos de les botigues online, categoritzades pels diferents formats de cafè segons les diferents cafeteres que existeixen al mercat.
Promerca lanza un nuevo formato de su chocolate blanco a granel
Promerca ha lanzado al mercado un nuevo formato para su chocolate blanco a granel Chocolates Reybar. Los 820g que presenta en este nuevo formato son la cantidad justa que se requiere para preparar en chocolatera 4 litros de chocolate blanco. En el interior del envase se ha incorporado una cuchara dosificadora para poder medir los 30g necesarios para la preparación de una taza.
La lata se presenta con una tapa abre-fácil para garantizar la mejor conservación de su aroma y una tapa de plástico adicional para su cierre una vez abierto el envase.
El Chocolate Blanco Reybar es de los pocos chocolates blancos en el mercado que contienen manteca de cacao. Por este motivo, al cocerse, la manteca deja pequeñas gotas en forma de aceite que desaparecen al remover, estas gotas no se ven cuando se usan colorantes amarillos, pero en Reybar han querido obtener un chocolate lo más natural posible, por eso no incluyen en su formulación ni conservantes ni colorantes y el producto no contiene gluten.
Dentro de la política de sostenibilidad de Promerca, se ha apostado por un envase metálico al tratarse de un material 100% reciclable. Este chocolate blanco también se comercializa en estuches con 10 sobres individuales.