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XIII Final Nacional Barista Fórum Café

¡Ya tenemos fecha del XIII Campeonato Nacional Barista Fórum Café! El evento tendrá lugar del 16 al 18 de mayo en Afundación Obra Social ABANCA en la ciudad de Vigo.

En el marco del esperado campeonato, Fórum Café presenta un programa repleto de actividades, talleres y los Campeonatos de Aeropress, Cata y Mejor Blend Comercial y Mejor Blend de Especialidad, Campeonato Barista Down y alguna que otra sorpresa más.

A lo largo de los próximos días os iremos informando y completando toda esta información a través de nuestra newsletter, la página web de Fórum Café y en nuestras redes sociales.

¿Ya conoces a los baristas que optan a alzarse con el título al campeón o campeona nacional?

Andreea Duti - Finalista de Aragón
Anna Medel – Finalista de Cataluña
Manuel Barragán – Finalista de la Comunidad Valenciana
Javier Vázquez – Finalista de Galicia
Enrique Domenech – Finalista de Murcia
Jorge Alonso – Finalista de Asturias
Ismene Moreno – Finalista de Euskadi
Rafael Martin – Finalista de Andalucía
Giorgio Cornacchia – Representante de Canarias 
Oscar Solarzano – Representante de La Rioja 
Ismael Moraleda – Invitado, Representante de Aragón 
Daniel Cisternas - Invitado, Representante de Aragón 
Andrea Mas - Invitada, Representante de Valencia 
Andrea Juan - Invitada, Representante de Valencia 
Luis Blanco - Invitado, Representante de Galicia 
Ángel Soriano - Invitado, Representante de Euskadi
Eric Ruiz - Invitado, Representante de Euskadi 
 
Patrocinadores: Azaconsa, Lotus Bakeries, Azúcares Prieto, Brita, Vipasa, Compak, Crem Internacional, Chocolates Reybar y Calidad Pascual
Colabora: Bezoya, Ayuntamiento de Vigo, Afundación Vigo y Delikia 

Colabora
 


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BASES CONCURSO RELATOS CORTOS CAFÉS GOSOA IV

BASES CAFÉS GOSOA IV
De nuevo, la empresa “Cafés Gosoa” apuesta por la cultura convocando el IV Premio literario para la modalidad de relato corto en euskera y otro en castellano.

Para participar hay que acceder a www.escritores.org

BASES:

1 La participación en el certamen está abierta a residentes en Euskadi y en Territorio Español. Cada participante sólo podrá presentar un relato a concurso.

2 Los relatos deberán ser inéditos.

3 El tema del relato para esta cuarta edición será “Café y libros”, quedando a la entera libertad del autor el modo en cómo abordarlo o introducir el motivo en su obra.

4 El relato no podrá superar las 3.000 palabras.

5 Los trabajos deben ser enviados antes del 31 de Mayo de 2019 por correo electrónico a la dirección gosoarelatoscortos@gmail.com especificando en asunto: “IV Premio Cafés Gosoa”. En el mensaje, además de adjuntar en archivo la obra, deberán incluirse los datos completos del autor: nombre, apellidos, DNI, teléfono de contacto y dirección de correo electrónico.

6 Los premiados en euskera y castellano serán convocados a una ceremonia programada para el 1 de Octubre, Día Internacional del café, donde se les hará entrega del galardón; de cincuenta ejemplares con las obras premiadas publicadas por Cafés Gosoa y un lote de su peso en café. En esa misma fecha se hará público el Fallo del Jurado.

7 El jurado, estará integrado por representantes del mundo de la cultura y un representante de Cafés Gosoa.

8. Los participantes, por su mera presentación, aceptan íntegramente las bases del certamen.

9. El premio podrá declararse desierto y el fallo del jurado será inapelable.

10. El jurado será soberano en la interpretación de estas bases.


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Futurmat Sensius, el nuevo lanzamiento de Quality Espresso

El lanzamiento de Futurmat Sensius es el resultado de la experiencia y capacidad de innovación de Quality Espresso. Tras un profundo trabajo de I+D+i se ha lanzado esta nueva máquina que destaca por su fiabilidad y por su diseño y que, desde el primer momento, ha tenido una gran aceptación en el mercado. Una máquina pensada para el barista y creada en busca del espresso perfecto gracias a una presión absolutamente controlada, una erogación regular y continua junto a una estabilidad térmica que permite obtener una extracción del café perfecto.
 
El diseño del nuevo modelo Futurmat Sensius está inspirado en el vanguardismo italiano, con la mirada puesta en la luz de las últimas tendencias minimalistas europeas. Sus líneas simples y elegantes, la combinación del acero con materiales nobles en pomos y acabados, así como sus 3 colores hacen que se adapte a cualquier establecimiento, sea cual sea su interiorismo.
 
Entre sus principales características técnicas cabe destacar las 16 configuraciones de color para iconos y barra de progresión, teclado capacitivo, caldera con funda aislamiento, bandeja calientatazas eléctrica, iluminación de la zona de trabajo, pomo de vapor con sistema cuarto de vuelta, dispensador de agua caliente para infusiones programable en volumen y temperatura, lanza vapor Warm 2 touch, fácil acceso a los componentes internos y grifo para vaciado manual de la caldera
 
Las últimas innovaciones aplicadas a esta nueva máquina,disponible en dos modelos, de 2 grupos y 3 grupos. Todos ellos con conectividad inteligente Smartia que permite a los establecimientos realizar un control y una gestión remota de la eficiencia y la productividad de la nueva Futurmat Sensius.
  


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Recetario barista: Candy Floss Café

Su propuesta para la XII Final Nacional no pasó desapercibida. Hoy compartimos la receta de la barista Gal·la Pipó Piqué para que podáis poner en práctica vuestras habilidades con el café.

 


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Calidad Pascual se compromete con las personas con discapacidad intelectual

En el marco de la colaboración entre Calidad Pascual y la Fundación A la Par, la compañía de alimentos y bebidas tendrá un espacio de las iniciativas de Vive tu Salud y de Bienestar Animal en el parque solidario Fundaland; realizará talleres para educar a los jóvenes de la Fundación en salud; eventos de empresa (family days, días sin cole…); utilizará la imprenta de la Fundación en su política de compras responsables; participará en proyectos de empleabilidad y en la compra de bienes y servicios a su centro especial de empleo; así como la donación y/o venta de productos.

Ambas entidades sellaron el acuerdo el pasado 19 de diciembre con la  presencia de Pilar y Sonia Pascual Gómez-Cuétara, consejeras de Corporación Empresarial Pascual; Joseba Arano, director de Gestión Ética, Responsable y Excelente de Calidad Pascual; Almudena Martorell, presidenta de Fundación A la par y Jaime Peidró, director de Relaciones Institucionales de la Fundación.

Con esta firma, "Calidad Pascual da un paso más en su compromiso por mejorar el bienestar de la sociedad y su apoyo a entidades que, como la Fundación A la par, trabajan en la atención de colectivos con dificultades para su integración social".

Fuente: Infohoreca


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Delikia Fresh vuelve a organizar su "Café Solidario" junto con Vigo Down

Un año más, Delikia Fresh volvió a organizar su café solidario, un evento en el que el operador de vending encabezó una causa social con motivo de la navidad. El evento, celebrado el pasado 22 de diciembre, consistió en un intercambio de café o chocolate caliente a cambio de la recepción de alimentos. 

"A media tarde de ayer nos decía el Banco Alimentos de Vigo que el Café Solidario 2018 ya había superado los 2.500 kilos, gracias por supuesto, a todas las personas que os habéis preocupado en traer vuestra bolsa de alimentos y compartido este día con nosotros", expresó el grupo empresarial a través de sus redes sociales: "Hecho el balance, sólo nos queda agradecer su apoyo incondicional a los que os habéis sumado a este proyecto sin dudarlo ni un momento. Hay mucho trabajo detrás del Café Solidario y mucha gente implicada".

A lo largo de la jornada también se organizaron talleres, un espectáculo de luces y música y un Latte Art Throwdown de la mano del barista Marcos González y Down Vigo (el proyecto de formación barista realizado por Delikia y dirigido a personas con síndrome de down).


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Cafés Baqué apuesta por las cápsulas 100% compostables

"Cafés Baqué, consciente del incremento del consumo de cápsulas en el mercado y del impacto medioambiental que genera su complicado reciclaje, apuesta por cambiar todas sus cápsulas compatibles con Nespresso por una cápsula 100% compostable. Se trata de una solución innovadora que elimina el impacto del plástico y del aluminio sobre nuestro planeta, en tiempos donde la contaminación por plásticos alcanza niveles récord, sobre todo en los océanos. En condiciones óptimas de humedad, temperatura y oxígeno, las nuevas cápsulas compostables de Cafés Baqué se degradan completamente en tan solo tres meses sin dejar así ningún residuo.

Su composición hace que la cápsulas se conviertan en compost por lo que se podrán desechar en el contenedor marrón de orgánico. Con esta medida Cafés Baqué estima que en tan solo un año se eliminarán 35 toneladas de residuos innecesarios.

Además, la tecnología utilizada en las nuevas cápsulas compostables de Cafés Baqué preserva todo el sabor y aroma del café debido al efecto barrera que aísla y protege el café de cualquier agente externo. Esta solución totalmente innovadora, hace que las cápsulas de Cafés Baqué sean las primeras cápsulas compostables que no necesitan ningún envase adicional para conservar el café en óptimas condiciones, evitando así el uso de plásticos adicionales en su renovado packaging cuando sus clientes disfruten de su café Baqué de siempre.

Con estas cápsulas compostables Cafés Baqué quiere dar un paso más hacia una filosofía #ecofriendly, cuya andadura comenzó con su gama de productos ecológicos y envases take away compostables, y se marca como objetivo seguir trabajando en esta dirección por el cuidado del medio ambiente.

¿Qué significa que las cápsulas compostables de Cafés Baqué tengan efecto barrera?

La innovación de las cápsulas respecto a otras cápsulas compostables, es que los materiales barrera utilizados en su composición, impiden la transferencia de oxígeno del exterior, evitando así la oxidación del café que se produce en otras cápsulas compostables".

 


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Café a nuestro gusto, la formulación del blend

Los gustos son algo muy personal. Todos tenemos nuestras preferencias, y estas son las que nos harán decantarnos por un tipo de alimento u otro, por una prepara­ción concreta, y también, por un tipo de café determinado. El gusto por el café no es algo muy personal y al margen de la calidad intrínseca del grano, un buen café será aquel que responda a los parámetros marcados por nuestro paladar. 

Desde hace a unos años, la oferta de cafés en el mercado español es amplia y variada, lo que sin duda facilita la tarea de dar con el café que responda a nues­tro gusto particular o cuanto menos, con alguno que se le asemeje.

Si tenemos la suerte de dar con un monovarietal que cumpla con nuestras expectativas, trabajo hecho, pero si no, la opción más sencilla será crear nuestro propia mezcal o blend. Y es que si mezclamos sabiamente algunas procedencias, podemos llegar a obtener una taza más completa, asegurándonos, además, un café con una calidad más constante a lo largo del tiempo.

Monovarietales

La elección de un monovarietal es quizás la opción más arriesgada, ya que los cafés deben de ser de muy buena calidad para garantizarnos un adecuado equilibrio de sus amplias propiedades sin ninguna estridencia. En algunos canales de venta es difícil de encontrar oferta de mono­varietales por lo que, en estos casos, el trato directo con el tostador resultará la solución más provechosa. 

A modo de indicación, y en clave genérica, apuntamos por ejemplo, que para aquellos que les guste notar cuerpo en su boca pueden optar por cafés de Brasil, Guate­mala, Sumatra, Timor o Indonesia. Con un Kenia o un Moka el resultado es una bebida de sabor muy afrutado, mientras que los Costa Rica, Guatemala y también Colombia ofrecen una taza más perfu­mada. Todos estos orígenes genéricos ofrecen infinidad de posibilidades cuando pormenorizamos en granos de cosechas y fincas concretas. 

Cafés como los famosos Jamaica Blue Mountain, Guatemala Antigua, Hawai Kona, Kenia AA, Costa Rica Tarrazú o Java Arábica son orígenes que los ex­pertos recomiendan tomar solos, ya que en todos los casos ofrecen un equilibrio adecuado de todos los parámetros exigi­bles a un buen café.

La rareza de algunos de estos famosos cafés, sin embargo, hace que sus pre­cios se disparen. Pero con un poco de habilidad, y una vez más, el consejo de un tostador de confianza, podemos tener cafés similares con una adecuada mezcla y a un precio más competitivo. 

Mezclas de café 

El sabor y aromas de un tipo de café puede variar en función de diferentes circunstancias, tales como la especie botánica (Arábica o Robusta), la variedad (Typica, Caturra, Bourbon, Blue Mountain, Mundo Nuo­vo, Kent, Maragogype, Kouillou, Niaouli, etc.), las características del suelo, la al­tura, el momento de la recolección, el tratamiento... Todas estas variables hacen muy difícil poder garantizar un café monovarietal con características organolépticas sostenidas en el tiempo. De ahí, la gran ventaja de los blends, o mezclas de café que nos ayudan no sólo a conseguir una uniformidad constante, además de permitir ajustar a la carta las características de la taza de café.  Los blends sirven, pues, para obtener un producto adecuado al objetivo que queremos conseguir. 

Como patrones básicos para la creación de mezclas (blends), se debe apuntar que los grandes sabores y aromas proceden normalmente de los arábicas, mientras que los robustas se utilizan para resaltar el cuerpo.

Generalmente, la acidez necesaria para vivificar un café puede obtenerse solo con buenos cafés, como ciertos Centroamericanos, Kenyas, Colombias o Etiopias, que además suelen ser los más aromáticos. 

En cuanto al grupo de los amargos deberíamos dis­tinguir desde amargos dulzones como los Brasiles hasta los amargos más fuertes como los Haití. Los cafés Robustas en general también son bastante amargos.

En los ejemplos de cafés con cuerpo encontraríamos a los Robustas como Costa Marfil, Uganda, India o Camerún. Aunque de manera menos pronunciada, algunos Arábicas reúnen esta cualidad. 

Hay también un grupo importante de cafés que podríamos llamar neutros o que afectan menos a las características propias de los cafés que antes hemos nombrado, como ciertos tipos de cafés Brasiles, otros no lavados y algunos Robustas muy suaves.

Creación y tueste del blend

Cuando sabemos el objetivo para el cual va destinado el café, es cuando debemos decidir los tipos de café que van a formar el blend y las condiciones de proceso a los que este café estará sometido.

En el café verde podemos formar varios grupos por sus diferentes características, de las cuales las más importantes son: el aspecto aromático, la acidez afrutada, el amargor  y el cuerpo.

No hay reglas fijas en el proceso de creación y tueste de blends, por lo que aquí podríamos aplicar la famosa frase de que cada maestrillo tiene su librillo, respetando siempre, eso sí, algunos parámetros estándares que nos permitirán no sólo una mayor comodidad en el trabajo, sino también, un mayor control del producto resultante. 

Habitualmente, las empresas de mayores producciones, mezclan los diferentes orígenes de café en verde, ya que las instalaciones de mezclado y almacenaje de café tostado son bastante más complejas.

El blend en verde es el sistema más sencillo tanto de preparación, como de almacenamiento, pero también es el menos homogéneo en la etapa de tueste. Las instalaciones para trabajar el blend en verde son menos costosas, y sólo son necesarios los sistemas tradicionales de almacenaje en verde, bien en vaciado natural o en silos con compartimentos. La necesidad de silos de tostado, por tanto, se reduce de forma significativa.

La ventaja del tueste por varietales es, además, que siempre conocemos el origen y los atributos más sobresalientes del café que vamos a tostar, mientras que la ventaja de los blends es que podemos construir diferentes gustos y aromas de café mezclando diferentes orígenes, a la vez que mantenemos el gusto constante.
Si tenemos un sistema muy controlado de tueste, el sistema de tostión por orígenes para su posterior mezcla, nos garantizará una buena uniformidad de vista del producto, pero el almacenaje y mezclado posterior es más complejo que en el sistema de mezcla en verde. El sistema de tueste por familias, da también buenos resultados y facilita los problemas de mezcla y almacenamiento.

Codificación del blend

Si nuestro objetivo es hacer de nuestro blend, nuestro café y asegurar una garantía constante de perfil de calidad en taza, deberemos establecer un sistema de codificación que nos permita repetir los parámetros utilizados en la formulación del blend cada vez que trabajemos con café nuevo. En el caso de las empresas tostadoras, la implicación del departamento de calidad en esta misión es fundamental, pues deberá conocer muy bien el café que compramos para adecuarlo en forma y cantidad a los parámetros que nos permitirán replicar nuestro blend de forma continua sin desviaciones no deseadas.  

Y es que los aromas y los sabores del café son muy diferentes dependiendo de su procedencia, altura de cultivo, composición del suelo del cafetal, climatología de la zona de producción, variedad de la planta, tipo de cosecha y procesamiento del grano. Todas estas variables las podemos encontrar en un mismo territorio, por lo que es importante probar los cafés que hemos comprado para decidir cómo vamos a trabajarlos.

Así, cada blend debe tener su codificación standard, donde aparte de la composición de la mezcla estableceremos el tiempo y el color de tueste. Además deberemos fijar algunas alternativas comprobadas sensorialmente de otros blends con composiciones diferentes y que nos den al final el mismo perfil de taza que el estándar. Esto nos hace tener una menor dependencia de algunos orígenes y salvar situaciones de cortos de algunos códigos. En función del frescor del café deberemos ir retocando, también, estos parámetros para conseguir el mismo resultado. Y es que cuando empieza la cosecha, los cafés son más verdes y aromáticos y cuando termina tienden a estar más secos.

Finalmente destacar la importancia de utilizar estas codificaciones exactamente con las variables parametrizadas. Y es que una misma mezcla preparada en verde o en tostado nos daría diferencias en el sabor, debido a que a partir de la mezcla en verde y dependiendo de los tipos de café verde mezclados, puede haber diferencias de color en el tueste dependiendo de las estructuras propias de los diferentes componentes y lógicamente estas diferencias de color dan un gusto diferente al producto final. 

Algunos blends

A título indicativo, proponemos algunas mezclas que de forma genérica responden al tipo de tazas más demandas en el mercado español. Insistir, igual que en las propuestas de un solo origen, que variables como la finca, el beneficiado, el almacenaje, el tueste, etc. inciden directamente en el resultado final y, en los casos que proponemos a continuación, pueden desfigurar el patrón propuesto.

Café ácido 
50% Kenya 
25% Costa Rica 
25% Guatemala

Café dulzón 
70% Brasil 
20% México 
10% Colombia

Café afrutado 
40% Colombia 
20% México 
20% Costa Rica 
20% Moka

Café aromático 
40% Costa Rica 
30% Guatemala 
20% Moka 
10% Colombia

Café con Cuerpo 
60% Camerún 
20% Guatemal
20% Brasil


Origen Colombia

Colombia es el tercer productor mundial de café y el principal productor de Arábica lavado. Sus cafés son muy apreciados en el mercado internacional y sus programas de promoción de la caficultura y el café de calidad, referentes en todo el mundo. 

El café necesita condiciones climáticas específicas para crecer. Requiere agua y luz solar y no tolera el hielo. Es por este motivo que se cultiva en los países tropicales y subtropicales cercanos al ecuador. Colombia reúne todas estas condiciones y tiene gran tradición como país productor y exportador de café. 

A lo largo de la historia de Colombia, la actividad cafetera ha favorecido el aumento y la expansión de su industria manufacturera, el crecimiento de sus ciudades, el desarrollo de su infraestructura del transporte, la formación del sector financiero y la vinculación del país al comercio internacional. Desde que el cultivo del café y su exportación empezaron a coger forma ordenada, allá por 1870, este producto ha estado estrechamente ligado al desarrollo y bienestar del país. 

Actualmente, Colombia es el tercer productor de café en el mundo y el principal productor de café Arábica lavado. Sus cafés son muy apreciados en el mercado internacional y sus programas de promoción de la caficultura y el café de calidad, referentes en todo el mundo. 

Geografía y clima del café colombiano

El café en Colombia se cultiva en las llanuras de Sierra Nevada de Santa Marta y en las laderas de tres secciones de la Cordillera de los Andes que atraviesan el país. En total suma más de 7.300.000 km2 de cafetales, lo que, a pesar de lo llamativo de la cifra,  no es más que alrededor de un 5% del total de la superficie del país. 

Geograficamente, las principales tierras colombianas de cultivo de café se dividen en cuatro regiones claras. La región norte comprende los departamentos de Magdalena, Cesar y Guajira. La región sur, los departamentos de Huila, Cauca, Nariño, Sur de Valle del Cauca y Sur de Tolima. La región central, los departamentos de Antioquia, Caldas, Risaralda, Quindío, Norte de Valle del Cauca y norte de Tolima; y, la región oriental, los departamentos de Boyacá, Cundinamarca, Norte de Santander y Santander.

Las temperaturas de estas zonas cafetaleras, con relieves desde planos o ligeramente ondulados hasta abruptos, oscilan entre los 17 y los 23ºC y las precipitaciones se sitúan en torno  a los 2.000 milímetros anuales, distribuidos a lo largo del año. Esto favorece la alternancia entre estaciones húmedas y secas, lo que posibilita, en determinadas zonas, dos cosechas: una de septiembre a diciembre y otra de abril a junio. 

Los suelos de los cafetales colombianos varían de arenosos a pedregosos hasta arcillosos, una buena parte de ellos derivados de cenizas volcánicas, lo que los dota de un alto contenido de material orgánico y buenas características físicas para la producción de café. 

Los cafetos se plantan a altitudes altas, entre los 1.200 y 1.800 metros de altura sobre el nivel del mar. También es posible encontrar algunas fincas por encima de los 1.950 metros,  donde el clima crea granos superiores favoreciendo el aumento de su acidez. 

Regiones cafeteras

Desde hace años, el Café de Colombia dejó de ser uno. La especialización de los caficultores de las diferentes áreas productoras del país, ha favorecido en las últimas década la aparición de  diferentes tazas, en general, todas de muy buena calidad. 

Departamentos como Caldas, Quindío y Risaralda, del llamado Eje Cafetero, que hace unos 20 años eran los reyes indiscutibles del sector, comparten, ahora, protagonismo con otros territorios productores, como Huila, donde se están consiguiendo cafés de altísimo valor.  Los tres primeros territorios ocupan, actualmente, 153.230 hectáreas con café, mientras los caficultores opitas (Huila) ya dedican 154.980 hectáreas de su superficie al cultivo del cafeto. Antioquia, por su parte, es el tercer departamento en el ranking, y se sostiene con 130.990 hectáreas, mientras Tolima posee 117.180 hectáreas.

El Cauca no se queda atrás y gracias al apoyo del modelo de minifundios, esta región alcanza, ya, 88.000 hectáreas de cafetales, también de preciada calidad. El próximo año, el Cauca seguirá creciendo. 

Lo contrario sucede en el Valle, una zona que llegó a tener casi 90.000 hectáreas de plantaciones y que ha reducido, notrablemente, su participación desde el año 2002. El pasado año, la superficie de cafetales rondó poco más de 67.570 hectáreas. Aquí, como en Caldras y Risalda, cultivos como aguacate, plátano, maíz y algunos frutales han arrebato el protagonimos al café, que ha acabado deciéndoles parte de sus tradicionales terrenos de cultivo. Pero quizás, una de las características más especiales en el cambio de vocación de muchos caficultores del Eje Cafetero es que un buen número de antiguas haciendas —especialmente en el Quindío— se han ido reconvirtiendo, paulatinamente, en hoteles y posadas. Actualmente, se calcula que el 30% de las fincas del Eje funcionan como hospedajes y sitios para actividades recreativas. 
  
Producción, orgullo y calidad 

La altitud geográfica en la que se encuentran ubicadas buena parte de las fincas colombianas ha dificultado la mecanización excesiva del cultivo de café en el país, algo que ahora podría cambiar radicalmente, tras la autorización para la exportación de cafés de calidades más bajas y que pueden ser cultivados a menor altura y en cafetales más densificados. Hasta ahora, sin embargo, en general, el café colombiano se cosecha a mano cuando alcanza su punto de  maduración correcto, y se limpia inmediatamente, despues, para evitar que el mucílago impregne los granos. Estas dos circunstancias, la altitud y el immediato lavado, otorgan un valor diferencial al café de Colombia,  por cierto, todo, de la especie arábica, con especial importancia de las variedadesTípica, Borbón, Maragogipe, Tabi, Caturra y la Variedad Castillo, antes conocida como Variedad Colombia.En 2014, 420.000 familias cafeteras ya tenían más del 50% de su cultivo sembrado en variantes resistentes y casi 600.000 hectáreas de cafetos de todo el país, se habían renovado con 3.200 millones de árboles nuevos. 

Los últimos cuarenta años de producción de café en este origen han resultado un periodo especialmente dinámico, con fuertes crecimientos – en determinados periodos se llegó a doblar la producción- pero, también, estrepitosas caídas de la producción. Si en 1962  en Colombia se producían 7,1 millones de sacos de 60 kilos de café verde, en 1991 la producción superó los 16. Con posterioridad a esta etapa, la cantidad de sacos fueron rebajándose, hasta estabilizarse entre el  2000 y el  2008, en alrededor de 11-12 millones anuales. A este periodo le siguió otro de importantes decrecimientos a causa, tanto de fenómenos climatológicos varios como por la situación del mercado, la reducción de cafetales y la puesta en marcha de nuevos proyectos en tierras tradicionalmente dedicadas al café.  
Actualmente, las cifras han vuelto a recuperarse, empujadas, sobretodo, por los buenos resultados obtenidos por las políticas de fomento de la caficultura en diferentes departamentos del pais. Como muestra, los últimos resultados de la cosecha del pasado año, cuando se alcanzaron los 14,2 millones de sacos, según Federacafe -13,5 según la Organización Internacional del Café. 

A pesar del crecimiento, y de la mejora en las cifras de cosecha, Colombia sigue teniendo una productividad baja comprada con otros orígenes. En cuatro años, se ha pasado de 11 a casi 16 sacos por hectárea, una creimiento satisfactorio pero alejado, todavía, de los 40-50 que tiene Brasil, y casi 70 de Vietnam, respectivamente, el primer y segundo máximo productor de café en el mundo.

Para la presente cosecha, todo parece apuntar que la cantidad de café será menor que el año anterior, a duras penas 13 millones y es que, la sequía provocada por el fenómeno de ‘El Niño’ es cada vez más acusada, con lo que ello conlleva tanto en el desarrollo del cafeto, como en el incremento de la susceptibilidad a la plaga de la broca. 

Café con lazos y raices

Para los colombianos, el café no es sólo un grano, sino parte de su identidad nacional, de la cual cosa se sienten, especialmente, orgullosos. Un ejemplo de esta importancia para la sociedad colombiana y para su imagen internacional es el propio presidente del país, Juan Manuel Santos, que durante un buen tiempo fue representante de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC) en la Organización Internacional del Café.

A lo largo de su historia, además, este país ha tejido  alrededor del café, una de las redes sociales con mayor diversidad de culturas y rasgos que podamos imaginar. En ella están incluidas diferentes comunidades indígenas, afro-descendientes y herederos de los colonos de origen blanco o mestizo, todos con diversas manifestaciones culturales. Diferencias aparte, su gran valor ha sido la capacidad para desarrollar un espíritu comunitario y de acción colectiva entorno al café. 

El sector cafetero ha financiado de forma privada muchos de los proyectos públicos desarrollados en las regiones cafeteras, al tiempo que los ingresos que genera continúan siendo fundamentales para más de medio millón de familias que ven al sector con orgullo y como fuente de independencia. 

La gente del café 

EDurante años el café ha sido el motor del desarrollo de Colombia y el cultivo más importante de la región andina colombiana gracias a su carácter perenne y a la permanente garantía de compra. En los últimos tiempos, sin embargo, su participación en la economía colombiana ha decrecido, dado que el país ha diversificado sus exportaciones. Aún y así, el café sigue siendo el primer producto del sector agropecuario y casi, exclusivamente, el primer generador de riqueza y empleo de las zonas cafeteras. 

El café en Colombia emplea a más de dos millones de personas, 741.000 empleos directos y 1.4 millones de empleos indirectos, de acuerdo a la información de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC).

El 90% de las fincas están en manos de pequeños productores, más de 563.000 familias,  distribuidas en alrededor de 600 de los 1.053 municipios del país. 
A excepción de no más de un 5% de los casos, estas familias colombianas que trabajan en el cultivo de café, tienen pequeñas extensiones de tierra de dos a cinco hectáreas de media cada una. Estas micro fincas caracterizan la producción del café colombiano y la convierte, básicamente, en una actividad familiar en que todo el proceso de cosecha y post-cosecha la ejecutan los propios caficultores. Esta forma de hacer  tiene como resultado no sólo un producto de calidad superior, sino también la mayor implicación de los agricultores dedicados al cultivo del café en la industria, que, por necesidad, trata con un gran número de estos pequeños productores. 

La Taza Colombiana

Como ya se ha apuntado con anterioridad, el fuerte empuje versus al café de especialidad que ha vivido estos últimos años la producción de café en Colombia ha dado paso a múltiples y variadas tazas que, hoy, complican, ya, la definición "estandard" de la taza colombiana. 

La calidad de los cafés de este origen proporcionan en la mayoría de los casos tazas de alto valor, con notas de cata en las que suelen destacar su limpieza, agradable acidez, dulzor suave, buen cuerpo y postgusto equilibrado.

Aunque presentan diferentes grados de complejida, los cafés colombianos destacan, también por hacer gala de un aroma de elegancia extraordinaria, afrutado con notas cítircas, florles e incluso a cacaos dulces. 

DO Café de Colombia y más

La calidad ha sido siempre, y en las últimas décadas todavía más, el motor del sector cafetero de Colombia. Este es uno de los países productores con mayor número de Denominaciones de Origen y, también con uno de los programas de control del grano más exigentes del mundo. 

Desde 2005, cuando se declaró al Café de Colombia como la primera denominación de origen protegida en el país, la FNC comenzó en firme su estrategia de protección del origen, cuya implementación ha avanzado positivamente en Colombia y en mercados internacionales, con el fin de generar ventajas competitivas y proteger la reputación del café colombiano y sus variedades regionales. Fruto de este intenso trabajo, los Departamentos de Nariño, el de Cauca, el de Huila y el de Santande, cuentan, tambien, con su propia DO.

El programa 100% Café de Colombia de la Federación Nacional de Cafeteros es reconocido como el mayor programa de promoción y comercialización de un origen 100% puro de café.

Para ayudar a identificar las empresas tostadoras de todo el mundo y sus marcas afiliadas al programa, la FNC creó la marca registrada Café de Colombia, en cuyo logo triangular figuran Juan Valdez, su mula y las montañas colombianas. El propósito de la marca es asegurar al consumidor que el café que está comprando, al llevar el logtipo, es 100% Café de Colombia, y que este ha sido verificado como café 100% comobiano de calidad excelso, por rlos rigurosos controles de calidad de la FNC acorde con la normativa de la DO.

Esta supervisión comienza en las fincas, donde la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia envía inspectores oficiales para revisar cada cafetal y verificar las condiciones sanitarias, la salud de los árboles y la calidad de cada cosecha. Los controles siguen durante todo el proceso, hasta el momento justo del embarque del grano con destino a los países importadores. 

El café que exporta Colombia

Hasta finales de 2015, Colombia sólo ha autorizado la exportación de granos Excelsos que según la calificación de calidad del país, corresponde genericamente, a un café de grano grande, principalmente plano, parejo, con un mínimo de un 50% de criba 15. El resto del café puede variar de criba 14 a 12. Para que un grano sea clasificado como café excelso de exportación, se utilizan diferentes parámetros como la humedad, defectos, infestación, olor, color, prueba de taza, granulometría, materia extraña y/o impurezas. 

El exportador y su cliente final pueden acordar libremente las condiciones en el tamaño de los granos y en el contenido de defectos en el café de exportación, siempre que cumplan con las condiciones mínimas establecidas en la descripción genérica. Estas condiciones no serán verificadas en los controles de calidad salvo cuando los sacos estén marcados y se manifieste expresamente que se trata de café Premium, Supremo, Extra o Maragogipe, como se definen a continuación.

Caracol: Café excelso de la clase conocida con este nombre, de tamaño grande, mediano y pequeño, retenido por la malla 12. Admite una tolerancia de hasta un 10% de grano plano.
Premium: Criba 18/14. Tolerancia 5%.
Supremo: Criba 17/14 .Tolerancia 5%.
Extra o Especial: Criba 16/14 .Tolerancia 5%.
Maragogipe: Comprende la calidad o variedad conocida con este nombre, de tamaño grande, mediano o pequeño, sin caracol. Criba 17/14. Tolerancia 5%.

Nueva venta de pasilla y microlotes

Una resolución de finales del pasado año, autoriza, ahora, la exportación de granos diferentes al Excelso con el propósito de mejorar los ingresos de los caficultores colombianos. Esta comercialización, sin embargo, se lleva a cabo por canales totalmente diferenciados. 

La pasilla, subproducto o segundas, como se les denomina en el argot cafetero, a estos cafés inferiores representan hoy cerca de 10% de la producción de café en Colombia. Sin embargo, se espera que por la presencia de el fenómeno de "El Niño", este indicador pase a representar el 18% de la actual cosecha. 
Hasta el momento, un cafetero que produzca pasilla solo podía vendérsela a las emrpresas tostadoras locales para la producción de cafés instantáneos y otras mezclas,. Ahora, sin embargo, con la nueva autorización, puede aspirar a un mayor negocio. Según, el GERENTE DE LA FEDERACIÓN NACIONAL DE CAFETEROS, Roberto Vélez, “la medida tiene muchísimas aristas que tocan con el modelo de rentabilidad del negocio, el cual se agotó. Comprende muchas cosas, como abrir la posibilidad para que haya otras formas de producción de café, maximizando la productividad a través de la recolección mecánica, procesos de producción , cosechas más concentradas y masivas”. A raíz de la medida, también se ha planteado la posibilidad de que ahora, un caficultor o grupo de caficultores opten por la producción de robustas en grandes extensiones como la altillanura.

Esta última posibilidad, sobretodo, ha causado controversia. Algunos cafeteros consideran que no es una buena decisión empezar a competir en mercados de menores calidades. Para ellos, el país debe mantener una diferenciación de producto para que los consumidores continúen demandando la especialidad cafetera de Colombia.

El gerente de la Federación considera que este es un punto de vista errado. “Son negocios muy distintos, el café excelso no compite con las pasillas. El consumidor de excelsos jamás mira el mercado de pasillas. Queremos ampliar el espectro para los caficultores colombianos. Por ahí vamos: el modelo tradicional de negocio está agotado y estamos buscando todas las posibilidades para hacer más eficiente la producción. Pensamos muchas medidas y seguiremos empeñados en ello”, explica Vélez.

Además de esta medida, la FNC también autoriza, a partir de ahora, las exportaciones por courrier. Es decir, vender al exterior pequeñas cantidades de grano hasta máximo 60 kilogramos. Esto les abre opciones de mercado a ciertos cafeteros que podrán enviar cafés de excelentes calidades sin mayores trámites.

Exportación

La venta de cafés a terceros países en una importantísima fuente de ingresos para el país, que de acuerdo a cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en 2014 facturó con estas operaciones cerca de 2.893 millones de dólares, lo que representa el 5,3% de las exportaciones totales nacionales.
Los principales destinos del café colombiano fueron Estados Unidos, Japón y Bélgica, con una participación del 41,3%, 9,3% y 8,2%.  Paradójicamente, los tres principales consumidores de café del mundo, Finlandia, Suiza y Países Bajos no aparecen entre los principales países importadores de café colombiano, lo que ya es visto por muchos productores como una nueva oportunidad para su café. 

En esta cruzada, los caficultores de Colombia cuentan con la baza del trabajo realizado durante los últimos 40 años a nivel de publicidad de este origen y desarrollo de la marca Café de Colombia. Y es que esta campaña, subproducto de una industria cafetera unida,  no solamente ha permitido mejorar la imagen del país, sino que también ha logrado el reconocimiento internacional para las marcas con el logotipo de Café de Colombia, el cual representa un activo valorado en cientos de millones de dólares. 

Sobre el mismo tema, muchos analistas del caso cafetero están de acuerdo en aplaudir la estrategia emprendida por la FNCC en 1959 con la creación del personaje de Juan Valdez como una de las más acertadas de la historia del café, en general.  Este simpático caficultor, acompañado de su  mula, personifica al productor de café y ha servido desde su creación para identificar mundialmente el Cafe de Colombia.


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El caso del café japonés

Una de las culturas cafeteras que más ha evolucionado en las últimas tres décadas es la japonesa. Este país, tradicionalmente bebedor de té, ha dado un giro de casi 180º en sus preferencias en cuanto a infusiones se refiere, y hoy, ya son pocos los japoneses que no se precian de ser consumidores entusiastas de café. Este producto ha alcanzado un buen “status” en la sociedad nipona y se ha convertido en un ingrediente fundamental de su vida diaria.

Los japoneses, ansiosos durante años por occidentalizar sus hábitos de consumo, se fijaron en el café allá por los años 90, haciendo valer su obsesión por la compra de productos de valor agregado para apostar desde el inicio por cafés especiales que contribuyesen, además, a superar “lo extranjero” otra de las grandes fijaciones de los ciudadanos del país del sol naciente. Y todo, con sello de identidad propia, pues aunque es habitual en cualquier país del mundo que los productos extranjeros acaben adaptándose a los gustos de los autóctonos, en el caso japonés, esta práctica se lleva al extremo, siendo artífices de versiones concienzudamente mejoradas de cualquier propuesta foránea, siempre con el consumidor nipón y el estilo japonés, en mente.

El café de las cafeterías, desde el caliente hasta el que se sirve con hielo, se ofrece en todo tipo de versiones con sabores muy diferentes que han conseguido rendir, sin recelo alguno, al consumidor japonés frente a la taza de café. 

La fijación por este producto es tanta que ha provocado que algunos países productores hayan, incluso, adaptado algunas de sus producciones de cafés especiales para satisfacer al mercado japonés. Tal es el caso, por ejemplo de Brasil, que cosecha y procesa grandes cantidades de arábica natural especialmente para Japón, donde este grano resulta básico en la preparación de blends; el caso también, de Etiopía, las características de cuyos cafés Jimma, Harra, Yirgachefe, Sidamo y Matari son tan apreciadas por los paladares japoneses que se reservan producciones de fincas concretas para este destino; Guatemala que hace lo propio con una parte importante de su denominación Guatemala Antigua o Indonesia, donde varios e importante actores de la industria del café japonesas poseen inversiones importantes en materia de producción de grano con el objetivo de controlar las mejores calidades. De alguna manera podríamos decir, pues, que la demanda japonesa de café está influyendo, incluso, en la organización del mercado internacional de este producto en origen, desde donde sabida la disposición de la industria japonesa por los cafés de calidad y su predisposición a pagar más por ellos, no dudan en satisfacer a este importante cliente, habitual también en las subastas electrónicas de café, donde suele pujar y ganar con ofertas de record. Como ejemplo, los 55, 10 dólares por libra que pagó este pasado mes de mayo, la empresa japonesa Maruyama Coffee por un lote de café Geisha de la Finca El Manzano (Santa Ana), en la Subasta de la Taza de a Excelencia de El Salvador.

Igual de significativa resulta la progresión de la demanda de café por parte de Japón en los últimos años, donde se ha pasado de cifras de importación de 181.000 sacos de 60kg en 1960 a 5,3 millones en 1990 y 8 millones en 2016. Estas cantidades son incluso más espectaculares, si tenemos en cuenta, además, que durante la primera mitad del siglo XX,  buena parte del café que entraba en Japón lo hacía con destino a otros países del sudoeste asiático. Y es que el yen, como también en su momento la libra esterlina, eran monedas muy apreciadas para cualquier trato comercial, lo que favorecía los negocios con este producto, a pesar que sus japoneses, en aquel momento, le prestaran poca o nula atención. 

La internacionalización de los hábitos de consumo de los japoneses y la diligencia de las compañías japonesas han sido factores determinantes en el incremento y consolidación del consumo de café́ de calidad superior, en el crecimiento de las tiendas de café́ y en el alto consumo de café́ liquido enlatado en ese mercado, en el que el café tiene un especial protagonismo fuera de casa. 

El tercer lugar

La primera cafetería del país se abrió en el año 1888 en el distrito Ueno de Tokio y fue modelado al estilo de los cafés parisinos del siglo XVII. A pesar de la curiosidad inicial, la tradición del té y su cultura milenaria frenó de inicio la proliferación de nuevos locales dedicados al café, situación que ha cambiado drásticamente en los últimos años, en los que se han empezado a cerrar muchos Kissaten, salones de té, a favor de la apertura de nuevos establecimientos donde el café es protagonista. Si la forma de hacer negocios se diversifica, aumentan las posibilidades de elección para el consumidor, contribuyendo, además, al sentimiento, de que se trata de un producto importante, con muchas posibilidades y capaz de adaptarse a cualquier situación y necesidad. Así, además de los Kissaten, en Japón encontramos los Teikakaku, que vendría a ser las cafeterías al uso en Europa y que tiene en las cadenas, Dotour y Café Veloce sus máximos exponentes y los Koukakaku, establecimientos de café de especialidad donde el precio es más alto y la calidad de los servicios, superior. En esta categoría encontramos a Starbucks, Excelsior (propiedad de Dotour) , UCC, Art Coffee, Tully’s o Saza Coffee que han llegado a establecer su propia plantación de café en Colombia. 

La evolución y expansión de las cafeterías, las ha convertido en un lugar de paso obligado para millones de japoneses ocupados y hoy ya son conocidas como “el tercer lugar.  Y es que los japoneses sitúan el trabajo a la cabeza de su escala de valores y generalmente tienen extensas jornadas de trabajo y de estudio, lo que convierte las oficinas en “el segundo lugar” luego de sus hogares donde duermen periodos cortos. De las oficinas o colegios salen a las cafeterías, donde pasan tiempos prolongados. Allí́ consumen numerosas horas a solas, trabajando, estudiando e incluso durmiendo,... Lo anterior, también se explica por las largas distancias que existen especialmente en Tokio para ir de un lugar a otro y que hace que muchos japoneses prefieran pasar el tiempo en una cafetería y aprovechar para hacer otras actividades. Fruto de ello, es la hilarante facilidad de los empresarios de la restauración de este país, de crear cafeterías temáticas, acorde a los gustos y aficiones de sus conciudadanos. Cafeterías basadas en personajes de anime; establecimientos donde degustar una taza de café rodeado de gatos; acompañado de robots, de cualquiera de los personajes de Dragon Ball...

Pero si esta es la cara más anecdótica de la hostelería cafetera japonesa, y que sin duda vale la pena visitar, cuanto menos por curiosos, poco tienen que ver con el ambiente de los establecimientos realmente especializados en este producto. 

En 1996, Starbuks aterrizó en el país, pero no fue hasta 2015, cuando abrió el Tokio Blue Bottle Coffee, la cadena que lideró la vanguardia de la tercera ola del café en la costa oeste de Estados Unidos, que se ha producido una importante revolución en la oferta de establecimientos de este tipo, generado competencia local e inspirando una nueva cultura de café́ con una gran potencial entre las generaciones más jóvenes. 

En estos establecimientos encontrar largas cartas de cafés por orígenes, blends y también múltiples opciones de preparación, además de la presencia de baristas profesionales, auténticos obsesos del café, famosos a nivel internacional, sobretodo, por su dominio de la técnica del latte art. En los Kissaten, los Teikakaku, y mucho menos en los Koukakaku, es totalmente impensable que te sirvan un cappuccino sin un perfecto diseño de latte art en la taza!

Estos baristas, además de el latte art, son, también, especialistas en las preparaciones de filtro, de las que gustan enormemente los japoneses. Aunque es habitual la presencia de maquinas expreso en los cafés, lo cierto es que los autóctonos hacen poco uso de ellas, y son las infusiones preparadas en V60, Chemex o émbolo, las que concentran mayor demanda. Como base para estas preparaciones, cafés de Etiopía, Guatemala, Costa Rica, Sumatra, Indonesia y Colombia, además, también, de Vietnam lavados, cafés del caribe francés.

El precio medio de la taza de café en Japón es bastante más caro que no sólo en nuestro país, sino, también, que en Estados Unidos o Alemania, fijándose el rango de precios medios en algo más de 500 yenes (3,80 €/taza). En algunosKoukakaku, la taza puede alcanzar los 1.000 yenes (7,75 € aprox.). 
                               
Café de vending, en lata

Y si las cafeterías son el tercer lugar, las más de 5 millones de máquinas expendedoras de café en Japón son las que facilitan, además del cada vez más popular servicio take away de las cafeterías,  que los japoneses puedan tomar un café cuando quiera, como quieran y donde quieran. El producto estrella en las máquinas de distribución automática es el café enlatado, ya preparado y a punto para tomar y cuyo consumo compromete un 20 % del total de las ventas (datos de abril de 2015).

Según, la Asociación Japonesa del Café, el consumo medio en Japón de café en lata durante todo un año es de alrededor de 100 latas por persona, y cada año salen al mercado nuevas variedades de estos cafés, incluyendo algunos sabores renovados. El café helado en lata es una de las bebidas favoritas de los japoneses en verano. Este se puede comprar en las mismas máquinas de vénding en las que se venden latas calientes gracias a un sistema que utiliza el aire caliente generado por el sistema de refrigeración para calentar otras bebidas, ahorrando así electricidad.

Aunque el precio de uno de estos café en lata depende de la variedad, lo habitual es que cueste entre 120 y 150 yenes, siendo el tamaño medio de los cafés cortos, los más comunes, de 190 ml. El de los cafés largos es de unos 250 ml. También hay cafés en latas con forma de botella con tapón de rosca de entre 285 ml y 400 ml. Este tipo de envase es el que se utiliza, mayoritariamente, para los cafés de mayor calidad.

Los microtostadores

Otra característica propia del café en Japón es la gran cantidad de actores que participan en el eslabón del tueste de este producto. Se estima que en el país existen más de 3.000 microtostadores, determinantes en la distribución de café́ diferenciado y grandes promotores del consumo de café́. Su radio de acción suele ser limitado a sus entornos más cercanos, con especial incidencia en la hostelería vecina, mientras que la oferta de café para el hogar, suele ser cubierta por los grandes tostadores, UCC Ueshima Coffee, Key Coffee, Art Coffee, Tokio Allied y Unicafe que distribuyen café́ en todo el país y tienen mayor participación de mercado. A nivel de producto, estas cadenas siguen las mismas estrategias a favor de la calidad, pudiendo encontrar en el lineal ejemplos impensables de café de especialidad, en otros países. El precio, evidentemente, tampoco es el mismo…