El colombiano Diego Campos es el nuevo Campeón Mundial de Baristas. Natural de Espinal (Tolima) descubrió el mundo del café a través de su hermana y desde que hace 13 años llegara a Bogotá buscando una carrera profesional, el café se ha convertido en su medio de vida, tanto como de barista como de tostador.
Desde sus inicios trabaja para “Amor Perfecto”, una empresa de café colombiano, tostado en origen, cuya filosofía no es otra que Colombia y los colombianos están llamados a ser los consumidores de los mejores cafés del mundo.
Con 31 años, Diego Campos se ha formado como tostador, catador y barista, se ha iniciado en la caficultura y ha llegado a lo más alto del pódium barista acompañado de la mano de Federico Bolaños, uno de los entrenadores baristas más renombrados de todos los tiempos. Orgulloso de su triunfo, Campos, espera que el título sirva para dar más visibilidad al café colombiano y a los baristas de su país.
¿Qué le ha aportado el café a su vida?
El café significa mucho para mí. Es mi familia, es mi empleo, es mi profesión. Es algo maravilloso que llegó a mí sin buscarlo y que me ha ido guiando en todas las cosas que logrado hacer y que puedo conseguir.
¿Cómo se prepara uno para un Mundial en época de pandemia?
Yo gané el título nacional que me daba el pase a la competición mundial en 2019 y ese mismo año iniciamos la preparación para el Mundial que se suponía iba a ser en Australia, en el año 2020. Cuando se suspendió la competición a causa de la pandemia y la situación general se complicó, decidí mudarme con mi familia a la finca de mis suegros fuera de Bogotá. Ellos son productores de café y teniendo en cuenta que sabíamos que antes o después llegaría el momento en que se volvería a convocar la competición, seguí preparando desde allí, catando, trabajando con el café, practicando el inglés,…
Está claro que la pandemia complicó la preparación, pero también fue una oportunidad para prepararme de una forma diferente e intensiva, ya que la meta estaba clara, proclamarnos campeones mundiales.
¿Cuánto de Diego Campos barista y cuánto de Diego Campos tostador hubo en la final del Campeonato Mundial de Baristas?
Creo que en conjunto, toda mi trayectoria en el café, desde el inicio hasta ahora, es la que me ha aportado la experiencia que me ha permitido subir a lo alto del pódium. Todos los ámbitos en los que he estado involucrado en la industria del café, incluso mi más reciente proyecto como productor de café, han sido parte fundamental de todo este gran logro.
¿Con qué café ha participado en el Mundial?
Participé con un café de la especie Eugenioides de la Finca las Nubes del Valle del Cauca (Colombia). Este es un café totalmente diferente, con un perfil sensorial en el que destaca un dulce muy alto a frutas tropicales a maracuyá, papaya, mandarina, notas a malta y una parte táctil muy bien estructurada.
Lo elegimos porque funciona muy bien con todas las preparaciones, permitiéndonos explorar mucho ampliamente con la bebida de desarrollo propio que en nuestro caso, basamos en el espresso y enfocamos a destacar las notas tropicales y refrescante de nuestro café. A la bebida le incorporamos reducciones frutales y mucílago de café y la preparé como cold brew, con agua tónica en vez de agua convencional.
Con la experiencia del Mundial y sus dos años en Australia ¿cree que hay diferencias en la forma en que tratan y entienden el café los baristas de países productores y baristas de países consumidores?
Primero de todo he de decir que para mí vivir en Australia fue una gran experiencia y una parte importante de este proceso que me ha convertido en Campeón Mundial de Baristas. Allí pude practicar el inglés, el idioma de la competición y además, puede entender el paladar de un consumidor internacional.
Australia es un mercado destacado de café espresso y de cafés de todo el mundo y eso me permitió aprender mucho. Mi estancia en Australia también fue la que me hizo comprender que como barista de un país productor tenía la gran oportunidad de enfocarme más en aspectos tan importantes como es la producción y descubrir in situ todo el proceso del café, lo que sin duda aporta un plus a nuestro trabajo.
¿Después de este título Mundial que más le queda por conseguir en el mundo del café?
Vamos a enfocar todos nuestros esfuerzos a que el café colombiano y los baristas de nuestro país sean más reconocidos en el ámbito internacional. Además, a nivel personal, estoy muy involucrado en “Amante Coffee Farm”, un proyecto familiar, con mi esposa y mis suegros, a través del cual nos gustaría hacer de la caficultura colombiana algo diferente en la que se impliquen gente joven, para mostrarles que en realidad, en el campo hay muchas oportunidades de trabajo y muchas oportunidades de superación y que podemos hacer grandes cosas con el café.
¿Ganar el Campeonato Mundial en Italia, cuna del espresso, tiene un significado especial para usted?
Si es un triunfo con un significado grande, aunque lo más importante, sin duda, ha sido poder traer el título a Colombia.