La infusión de hoja de cafeto es una bebida ancestral en muchas culturas que está ganando popularidad en el mundo occidental por sus propiedades beneficiosas sobre la salud. Este subproducto natural de la planta del café se dirige a un público amplio de consumidor de infusiones y tés, y también, a los que buscan nuevas propuestas saludables, además de sostenibles.
La infusión de hojas de café se ha consumido durante cientos de años en determinadas culturas como un remedio tradicional para afecciones de salud. En Etiopía a esta bebida se le conoce como ‘kuti’ y en Indonesia como ‘kawa dawn’. La infusión es popular, también en Sumatra, Jamaica, India, Java y Sudán, donde, históricamente, los caficultores guardaban el grano para vender o para ceremonias y utilizaban las hojas del cafeto para preparar infusiones sanadoras para autoconsumo. Gracias a su alta acumulación de compuestos fenólicos, las hojas de café, según han demostrado diversos estudios, contienen una concentración mucho mayor de antioxidantes que las de los tés verdes o negros tradicionales, contribuyendo con ello a combatir nuestro deterioro celular.
A la infusión de hojas de café, además, se le atribuyen propiedades antiinflamatorias por su alto contenido en mangiferina, un polifenol de presencia habitual en los mangos, utilizado en la medicina tradicional india, centroamericana, china y africana durante cientos de años por esta capacidad. Los ácidos clorogénicos presentes en la hoja de café confieren a la bebida los efectos antioxidantes ya mencionados, actuando, además, como un excelente estimulante para nuestro metabolismo, mientras que con niveles de cafeína similares e incluso ligeramente más bajos a los del té verde (18mg de cafeína/250ml bebida), la infusión de hojas de café produce la misma sensación de concentración con relajación.
Más allá de su uso tradicional en determinados países, la infusión de hojas de café empieza a utilizarse en otros lugares, a medida que son conocidas todas estas propiedades. En España, por el momento, solo hay una empresa que lo empezará a comercializar a gran escala este año en el canal Horeca, como distribuidores exclusivos para toda Europa de una exitosa firma canadiense de infusiones elaboradas con las hojas de plantas de café Arábica procedentes de Nicaragua, donde el aprovechamiento de esta parte del café está ofreciendo una nueva dimensión de negocio a los caficultores.
“Aprovechar la hoja del cafeto permite desestacionalizar la producción, disminuye la migración y desarrolla comunidades más fuertes”, explica Andrés Alonso, director de Supply Chain de Cafés Candelas. “Tras tres meses de cosecha de café, la población dedica el resto del año a podar y secar las hojas de los cafetos para su infusión. Se han creado programas para formar a los caficultores en esta tarea y al reciclar las podas típicamente desperdiciadas de la planta de café, se generan empleos durante todo el año que de otro modo no existirían y obligarían a moverse a las familias en busca de trabajo temporal fuera del tiempo de cosecha. Así que con trabajo durante los doce meses en las plantaciones de café, las familias pueden tener un ingreso estable, mejorar su seguridad alimentaria, la educación y su calidad de vida”.
PRODUCCIÓN Y PREPARACIÓN DE LA INFUSIÓN
Al igual que el grano de café, las infusiones de hojas del cafeto cambian de sabor y aroma según la variedad de café utilizado y el lugar de producción de la planta. En taza, esta infusión no tiene sabor a café. Es una bebida mucho más suave, de baja astringencia, cuerpo sedoso y generalmente de alto dulzor, que le otorga a su degustación un final limpio y suave.
Tras recoger las hojas de los cafetos, los caficultores las secan antes de trasladarlas a plantas especializadas donde se clasifican, se limpia el producto de cualquier elemento extraño, se trituran en pequeños trozos y se introduce en bolsas o triángulos especiales para la infusión.
Para preparar la bebida de hojas de café, se sigue el mismo proceso que en la preparación del té convencional, con la excepción de que las hojas de café permiten ser infusionadas varias veces – tres como media-, a diferencia, por ejemplo, del té negro, que cuanto más se empapa, más espesa se vuelve la bebida. El sabor dulce natural de la infusión de hojas de café hace, además, innecesario el uso de azúcar para su degustación
Fuentes: Cafés Candelas