Cuantas relaciones amorosas empiezan en una cita para tomar un café… Solo esto ya es una buena razón para pensar que el café es un buen aliado para nuestro corazón, aunque si lo que buscamos son razones científicas, nada como un nuevo estudio de la Universidad de Colorado, en el que se concluye que beber café con cafeína sienta bien al corazón, tanto que han relacionado este consumo con la disminución del riesgo de insuficiencia cardiaca.
El nuevo trabajo sobre el efecto del café en el corazón no es un estudio al uso, sino una exhaustiva revisión de tres estudios anteriores – “Framinham Heart”, so- bre salud cardiaca y en marcha desde 1948; “Riesgo de aterosclerosis en las diferentes comunidades étnicas de Estados Unidos”; y “Salud cardiovascular y diferentes afectaciones del corazón” de L.P. Fried – que ahora la Universidad de Colorado ha recuperado para extraer los datos relacionados con el consumo de café manifestados por los 21.000 participantes de estas investigaciones y relacionarlos con problemas de insuficiencia cardiaca.
En el caso de los tres estudios, los datos acumulados de cada paciente incluían un mínimo de 10 años de seguimiento, en los que periódicamente, junto con otras pruebas y preguntas, se pidió a los participantes detalles sobre su consumo de café. Extraída esta información y cruzada con la salud cardiaca de cada uno de ellos, los resultados en todos los casos, han demostrado el efecto positivo del café sobre el corazón. En el estudio de aterosclerosis, por ejemplo, los participantes que bebieron al menos dos tazas de café al día mostraron una disminución del 30% en el riesgo de insuficiencia cardíaca. En los otros dos estudios, el riesgo de insuficiencia cardíaca disminuyó entre un 5% y un 12% por taza de café al día en comparación con los participantes que no bebían café.
PARA EL CORAZÓN, EL CAFÉ MEJOR CON CAFEÍNA
Importante, destacar también, los resultados que indican que los participantes que decían beber café descafeinado registraban un riesgo significativamente mayor de insuficiencia cardíaca que los que decían consumir café regular.
De hecho, el consumo de café con cafeína y la reducción del riesgo de mortalidad por cardiopatía coronaria se habían reportado ya previamente en participantes de edad avanzada sin hipertensión. En el estudio Framinham Heart, el grupo de personas mayores, consumidoras habituales de café con cafeína, registró una reducción del 43% en las muertes por cardiopatía coronaria en comparación con aquellos que nunca consumieron café.
De manera similar, un análisis de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de Estados Unidos reveló que las personas ≥65 años que no tenían hipertensión severa también eran objeto de una disminución en mortalidad cardiovascular asociada a un mayor consumo de café.
En otro estudio epidemiológico prospectivo, encontraron que la ingesta total de cafeína asociada al consumo de café, té verde y té oolong, contribuía a una reducción de los accidentes cerebrovasculares y la mortalidad por ataque al corazón en hombres y mujeres japoneses. Y más recientemente, una revisión de 201 metanálisis ha concluido que el aumento del consumo diario de café está asociado con una disminución de la mortalidad por todas las causas, las cardiacas, incluidas.
EL AZÚCAR Y LAS GRASAS AÑADIDAS, A RAYA
«El café contiene mayores cantidades de cafeína que cualquier otro producto dietético, además de contener muchos otros compo- nentes como potasio, niacina, magnesio o tocoferoles que podrían contribuir a esta asociación positiva de su consumo y disminución del riesgo de insuficiencia cardíaca. Sin embargo, la población, en general considera que el café y la cafeína son ‘malos’ para el corazón porque las personas los asocian con palpitaciones, presión arterial alta, …, pero la relación constante entre el aumento del consumo de cafeína y la disminución del riesgo de insuficiencia cardíaca cambia esa suposición y por tanto, nuestros resultados apoyan que la cafeína es de hecho un contribuyente importante y saludable, siempre que se consuma con moderación», expone el autor principal del estudio, David P. Kao, profesor asistente de cardiología y director médico del Centro de Medicina Personalizada de Colorado en la Facultad de Medicina de la Universidad de este estado estadounidense, quien además recuerda, “las pautas dietéticas federales dicen que de tres a cinco tazas de 8 onzas de café negro (≤ 400 mg de cafeína/día) pueden ser parte de una dieta saludable. Sin embargo, bebidas como los lattes y los macchiatos suelen tener un alto contenido de calorías, azúcar y grasas añadidas, que se deben tener en cuenta”, concluyen los investigadores de la Universidad de Colorado.