La empresa zaragozana apuesta por el medioambiente con estas nuevas cápsulas compostables que pueden ser utilizadas como abono agrícola, evitando así que los residuos plásticos o de aluminio con el que es habitual que se fabriquen generen un problema ambiental.
Cada año, se producen en el mundo entre 15.000 y 20.000 cápsulas de café que, una vez utilizadas, suelen acabar en al basura. Esto supone un importante problema porque estas cápsulas, que normalmente se han fabricado en plástico o en aluminio, pasan a ser un residuo que puede convertirse en un problema medioambiental importante.
Con el objetivo de evitar esta situación y en línea con la apuesta por el medioambiente de Cafés Orús, la empresa zaragozana ha lanzado unas nuevas cápsulas compostables de café, que se degradan por completo hasta convertirse en abono.
El proceso de compostaje comienza al despositar estas cápsulas en el contenedor marrón (el destinado a materia orgánica). Posteriormente, los residuos son recogidos y trasladados a una empresa de tratamiento de residuos orgánicos para ser transformados en compost.
Allí se someten a un proceso de transformación dentro de unos túneles de fermentación y, tras eliminar las impurezas derivadas del anterior proceso, el compost ya está listo para ser utilizado como abono agrícola.
Con este sistema, se contribuye a reducir los residuos de plástico y aluminio que se generan con otros sistemas de cápsulas de café, además de evitar su impacto en el medioambiente.
La oferta de café de estas cápsulas compostables comprende cuatro variedades distintas, que se corresponden con Puro Arábica, Natural, Tres Orígenes y Descafeinado. Estas cápsulas, que ya están en los lineales de las grandes superficies, pueden ser utilizadas con las máquinas Nespresso.