Philippe Juglar es el presidente de AVPA, Agencia para la Valorización de Productos Agrícolas desde su fundación hace 17 años. Juglar está ligado al mundo del café desde mediados de los años 80 cuando inició su carrera profesional en este sector como negociante de este producto y representante del café de Colombia en Francia y Europa.
“La AVPA nació como una iniciativa para ayudar a dar protagonismo a los productores de café de especiales, en una época en el que el término Café de Especialidad era algo, todavía poco conocido”, explica el presidente de AVPA.
Pronto se plantearon la convocatoria de concursos como plataformas para conseguir ese altavoz que buscaban para los productores, aunque Juglar reconoce que los inicios no fueron tal y como esperaban. “El primer concurso que convocamos fue de café verde hace 15 años y no tuvo éxito en Europa. En aquel momento los tostadores hablaban de precios, mercado, marcas, de las calidades de sus pro- ductos pero nunca de la calidad del café por sí mismo”.
EL VALOR DEL CAFÉ TOSTADO EN LA FINCA
Unos años más tarde, sin embargo, hacia el 2010, Philippe Juglar se topó en Sudamérica con una nueva realidad para el café. Tras la crisis de precios, algunos caficultores de Panamá y México habían empezado a tostar su café para venderlo a sus mercados locales.
“Los caficultores se dieron cuenta de que podían multiplicar el valor de su café por el simple hecho de tostarlo. Con AVPA iniciamos entonces un trabajo para dar visibilidad a estos cafés. De ahí surgió la idea del Concurso de Cafés Tostados en Origen.
Basándonos en la experiencia de países como España, Francia, Italia y otros, donde aceite, vinos, quesos,… elaborados por los productores se han convertido en productos de alta gastronomía, queremos que los caficultores puedan conseguir lo mismo. Cuando un productor de uva ve como se transforma en vino, puede saber que debe hacer para obtener el mejor vino del mundo, lo mismo con el café”, apunta Juglar.
Para favorecer este interés e implicación, AVPA, con su Concurso de Cafés Tostados en Origen, apuesta por el reconocimiento de los caficultores entre el público de su propio país y la divulgación en los países consumidores de la existencia de un segmento de producción de alta calidad de café cuyo conocimiento sirva para estimular la demanda y propiciar oportunidades para los productores en un mercado altamente competitivo.
“A menudo para creernos que algo es bueno, necesitamos oírlo de alguien bien lejano, y que en Francia premien un café determinado es, sin duda, un plus añadido importante para el caficultor, un estímulo, y un importante foco de interés para los consumidores locales”, argumenta el presidente del AVPA.
VALORIZACIÓN Y CONFIANZA
La vinculación de esta organización con el café es muy amplia, con canales directos de comunicación con productores individuales, agrupaciones y organizaciones gremiales de productores y esto aporta una gran variedad de perfiles de participantes a su concurso, al que pueden acceder tanto caficultores que tuestan su café en la finca, como tostadores locales que trabajan con café de calidad y proximidad y buscan posicionar un café regional en el mercado local o internacional.
“Nuestro concurso es una excelente plataforma para los caficultores, acaben llevándose o no el premio. Su participación les permite saber en qué punto se encuentra su producto con relación al resto de cafés que aspiran como el suyo a ser el mejor de su categoría. Si ganan, el premio se convierte en un reconocimiento internacional que contribuye a la confianza del propio caficultor en su trabajo, la confianza de sus colaboradores, de su banquero, de los consumidores… Además, el premio se convierte en un valor diferencial importante frente a la competencia local”, explica Philippe Juglar.
A pesar de todo ello, el presidente del AVPA reconoce que a la valorización del café de calidad todavía le queda camino por recorrer en comparación de otros productos como el aceite o el té, por ejemplo, para los que su entidad también organiza concursos similares al del café.
“El reconocimiento del café de alta calidad como producto gourmet no está todavía a la altura de otros productos. En Europa se pueden encontrar vinos que valen cientos de euros y cuyo precio se asocia directamente a un producto excepcional que la gente accede a pagar por su alta calidad. Igual sucede en China con el té. Con el café y el chocolate esto todavía no pasa”.
Reconociendo este camino todavía por recorrer y que la venta de cafés de espacialidad tostados en origen es, a fecha de hoy, todavía una utopía, el presidente del AVPA no descarta que en un futuro todo cambie.
“El mercado del café está evolucionando de forma muy rápida. Actualmente ya podemos ver como se han empezado a vender cafés de alta calidad tostados en origen y alto precio a redes muy especializadas de países como Estados Unidos y Japón. Este año, una empresa lo empezará desde Francia a toda Europa, basando su negocio en la legitimidad de un café Tostado por el caficultor” .