Cafés El Globo estrecha la relación con México e importa las primeras dieciocho toneladas de «Café Circular»
La compañía desarrolla en Córdoba (Veracruz) un programa para favorecer el trato directo y la formación de los agricultores mientras busca afianzarse en los hogares de los consumidores
Trabajar estrecha y directamente con los productores y hacerse más presente en los hogares de los consumidores. Esos son objetivos de la empresa salense Cafés El Globo, referente global y artesana del café desde 1965.Bajo el lema “calidad y servicio”, José Pérez fundó la compañía en 1965. Y hoy, no sin esfuerzo, la segunda generación conduce la compañía hacia el comercio justo y la sostenibilidad, con destino a México. En búsqueda de la trazabilidad total del café, “de la finca a la taza”, Cafés El Globo inició en 2020 el proyecto ‘Café Circular’ en la región de las Altas Montañas de Córdoba, Veracruz. Tres años después, el programa se consolida, de la mano del Museo del Café de Córdoba y el Instituto Cordobés del Café.
“A finales del año pasado llevamos a cabo la primera importación de ‘Café Circular’ desde México: 18 toneladas. Justo ahora tenemos una expedición allí para seguir consolidando el programa, intentar unir más productores y hacer seguimiento de las prácticas en las fincas que ya compramos café. Queremos dar más formación a otros productores que se quieran apuntar y, además, este año hemos iniciado un taller de barismo para futuras generaciones. Hijos de productores que, quizá, no están tan interesados en seguir con el negocio familiar de producción de café, pero que pueden poner el producto en valor”, explica Lucas Iglesias, tercera generación de la empresa.
Reconocida en 2020 como el único Tostador 100% Arábica certificado en España,Cafés El Globo cuenta actualmente con más de una decena de productores y fincas adscritos al programa en Córdoba. “Nuestra intención es expandir este proyecto con cuanta más gente mejor, más comunidades y otros países. Aunque teníamos cierta preferencia y arraigo por México, porque nuestro experto y asesor barista, Armando Villegas, es de México. Una de las fincas dentro del programa Café Circular es la de su familia. Por eso empezó esta historia de amor de México y Salas” relata Iglesias.
En un mercado regado de especulación, “sobre todo en América del Sur y Centro América donde el café funciona con intermediarios, grandes empresas que llegan y hacen acopio de toneladas de café, con generalmente precios abusivos para los productores”, reconoce Iglesias-, la compañía salense apuesta por “dignificar el trabajo de las familias productoras”. A las que ofrece formación en buenas prácticas agrícolas y medioambientales, entre otros ámbitos.
Además de los productores, la compañía salense también tiene planes para los consumidores. “Queremos que conozcan la manera en que trabajamos. No sólo que nos conozcan como el café de las mejores cafeterías sino también como el mejor café que pueden comprar para su hogar”, asegura Iglesias.