Si eres un apasionado del café, seguramente has oído hablar de Sumatra o Java. Pero el café de Indonesia es mucho más que nombres exóticos en una bolsa de granos. Este archipiélago no solo se disputa el tercer y cuarto puesto mundial en producción con Colombia, sino que está viviendo una transformación fascinante: de ser una antigua colonia exportadora a convertirse en una nación que bebe y valora su propio café.
Un poco de historia: De la VOC a las pequeñas fincas
La relación de Indonesia con el café no es nueva; se remonta al siglo XVII. Fue el gobierno de los Países Bajos (a través de la famosa VOC) quien introdujo los primeros cafetos en los alrededores de Batavia (la actual Yakarta).
Curiosamente, Indonesia fue el primer productor comercial de café fuera de Etiopía y la península Arábiga. El cultivo se expandió rápidamente por Sumatra, Java, Sulawesi, Bali y Timor. Sin embargo, a finales del siglo XIX, la terrible plaga de la Roya devastó los cultivos de la variedad Arábica, lo que obligó a introducir el café Robusta, mucho más resistente, que hoy domina las grandes plantaciones de Java.
Tras la independencia en 1945, el panorama cambió radicalmente. Las grandes plantaciones coloniales dieron paso a un modelo único: hoy en día, el 96% de las zonas de cultivo son pequeñas explotaciones de familias (de 1 a 2 hectáreas), alejándose del modelo de gestión intensiva.
El Mapa del Café: Más allá de Sumatra
Aunque Sumatra es el líder indiscutible (concentrando el 60% de la producción nacional), la diversidad geográfica de Indonesia permite perfiles de sabor muy variados.
- Robusta vs. Arábica: Alrededor del 70% de la producción nacional es Robusta, cultivado principalmente en Sumatra meridional, Bengkulu y Lampung. El Arábica, más buscado en el mercado de especialidad, se distribuye entre Sulawesi, Java, Nusa Tenggara y, en menor medida, Papúa.
- Variedades cultivadas: En el país se encuentran variedades clásicas y distintivas como Typica, Caturra, Bourbon, Catimor, Tim Tim y S-Hybrids.
Perfiles de sabor únicos
Cada isla aporta su propia personalidad a la taza. Mientras que los cafés de Java Central suelen ofrecer sabores suaves, sutiles, con notas a chocolate y fruta; los de Sumatra son conocidos por ser mucho más intensos, con notas de vainilla y chocolate, ofreciendo un gran margen de recorrido en el mercado gourmet.
El auge del consumo interno: Los indonesios quieren su café
Aquí viene el dato más interesante de la actualidad cafetera indonesia: las importaciones de café de Indonesia desde la UE han caído un 66% respecto a los últimos dos años. ¿Por qué?
La respuesta está en casa. El consumo interno se ha disparado. El 73% de la población nacional se identifica como consumidora de café. Esto ha provocado un cambio de estrategia en los caficultores:
- Venta local: Prefieren vender su cosecha en el mercado local para obtener precios más altos y evitar los gastos y la burocracia de la exportación.
- Menos control externo: Al vender dentro del país, mantienen un mayor control sobre sus márgenes de ganancia.
Incluso se están viendo iniciativas innovadoras, como la apertura de cafeterías propias en Corea del Sur para combinar la promoción cultural con el estudio de mercados extranjeros.
Desafíos: Un potencial enorme por explotar
A pesar de ser un gigante dormido con más de 10 millones de sacos de producción, el sector enfrenta retos importantes que frenan su modernización:
- Baja productividad: El rendimiento es relativamente bajo (entre 500 y 800 kg/hectárea al año). Esto se debe a que muchos cafetos son viejos y las variedades utilizadas son poco productivas.
- Infraestructura difícil: Muchas plantaciones están en zonas montañosas de difícil acceso, lo que complica la logística.
- Falta de inversión: Los ingresos generados raramente se reinvierten en las fincas, lo que limita la automatización y los controles de calidad.
El futuro: Calidad y Reconocimiento
No todo son retos. Indonesia está apostando fuerte por la calidad. Organismos locales están impulsando iniciativas como la «Taza de la Excelencia», una competencia anual que premia los mejores granos y conecta a los productores con compradores especializados de todo el mundo.
Además, cooperativas como la Cooperativa de Café de Indonesia trabajan para formar a los agricultores en tareas de postcosecha, buscando elevar el valor del producto final. Indonesia ya no quiere ser solo un granelero de Robusta; quiere conquistar los paladares más exigentes con sus Arábicas exclusivos.
Si tienes la oportunidad de probar un café de origen único de Sulawesi o un Arábica lavado de Java, no lo dudes. Estarás probando siglos de historia y el esfuerzo de millones de pequeños productores que están redefiniendo el café en Asia.
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