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"Hay varios aspectos relacionados con el sabor del café que todavía no hemos logrado entender" MARIO FERNÁNDEZ, Director Técnico SCA

El nuevo Manual de Análisis Sensorial y Cata del Café llega al sector del café con ánimo de convertirse en una herramienta de primer orden para avanzar en la ciencia sensorial del café y poner luz en el entendimiento de la complejidad del café y sus muchas particularidades, idiosincrasias y tradiciones que hacen imposible aplicar con éxito en el estudio de este producto, las herramientas sensoriales convencionales. Y es que antes es imprescindible comprender a fondo esas particularidades, algo que este manual intenta resolver.

Existen muchos libros de ciencia sensorial o análisis sensorial, pero casi todos tienen un enfoque genérico en cuanto al producto de estudio. Muchos de ellos son libros de texto universitarios. El café, sin embargo, al ser uno de los productos alimenticios más complejos que se conocen, no se presta tan fácilmente a ser entendido y analizado sin profundizar en su complejidad y sus particularidades.

Con ánimo de cubrir este vacío y contribuir con ello a mejorar el conocimiento del café, se acaba de presentar el nuevo Manual de Análisis Sensorial y Cata del Café (Coffee Sensory and Cupping Handbook, en su versión en inglés) que tiene el propósito de explicar de forma explícita y detallada cómo se aplica el análisis sensorial al café. El contenido del libro, se ha pensado expresamente para poder ser aplicado de forma práctica por los profesionales del sector, resultando en estos momentos, el primero con este enfoque.

Mario Roberto Fernández Alduenda, Director Técnico de la Specialty Coffee Association (SCA) es junto a Peter Giuliano, Director Ejecutivo de la Coffee Science Foundation y Director de Investigación de SCA, autor de este Manual y con él hemos hablado esta nueva herramienta y sobre la evolución de la ciencia sensorial del café pasada, presente y futura.

¿En qué punto de desarrollo se encuentra actualmente la ciencia sensorial del café y hacia dónde avanza?

A comparación de lo que sabíamos hace 35 años cuando se escribió el Manual del Catador de Café, hemos avanzado enormemente. Por una parte, la cata del café, que hace 35 años estaba reservada a unos pocos catadores expertos, se ha popularizado a lo largo y a lo ancho del sector, y se ha constituido en un lenguaje global de la calidad del café. 

El uso de la cata y del puntaje de Cata SCA se han consolidado en el sector, aunque esta misma consolidación nos ha traído algunas limitaciones, al reducir la expresión de la calidad de un producto tan complejo a una sola cifra de puntaje de cata. Por ello, una tendencia muy acusada últimamente es la de reforzar los aspectos descriptivos, y contamos con varias herramientas ahora para ello, desde la propia Rueda de Sabores del Café hasta la metodología de Cata Descriptiva y las plataformas de cata colaborativa en línea. 

Puedo decir con bastante seguridad que la siguiente fase en la evolución de la manera como evaluamos al café en el sector se enfocará en el aspecto descriptivo. Sin embargo, aún tenemos una tarea pendiente en cuanto a la caracterización de las preferencias del consumidor en los diferentes mercados, y en cuanto a cómo nuestra industria puede evolucionar paralelamente a los gustos del consumidor. No se trata ni de seguir ciegamente las preferencias del consumidor ni de intentar educar a los consumidores como si los expertos fueran los únicos árbitros de la calidad, sino de un proceso a medio camino entre ambos extremos.

¿Qué avances han contribuido más y mejor a la comprensión de las percepciones humanas relacionadas con el olfato, gusto y sensación en boca? ¿Cómo se han materializado estos avances en el mundo del café?

A comparación del entendimiento que tenemos de otros productos complejos, como podría ser el vino, aún hay varios aspectos relacionados con el sabor del café que no hemos logrado entender, aunque también es mucho lo que se ha avanzado en las últimas tres décadas. 

Desde el punto de vista de la química del sabor, se ha avanzado mucho en la caracterización de los más de mil compuestos volátiles del café y su correlación con diferentes sabores y factores. Sin embargo, aún queda mucho trabajo que hacer en cuanto a lo que conforma el gusto del café: su acidez, su amargor y su dulzor, y en cuanto a lo que conforma su dimensión táctil: su sensación en boca y textura. 

También nos falta mucho que entender sobre los efectos multimodales en la experiencia sensorial del café: es decir, cómo se influyen entre sí las sensaciones de los diferentes sentidos para crear la percepción total del café. 

La siguiente fase en la evolución de cómo evaluamos al café en el sector, se enfocará en el aspecto descriptivo.

Y en cuanto a los factores que contribuyen al sabor y a la calidad del café, también hay mucho por estudiar, tanto desde el punto de vista del producto como de sus interacciones con el ser humano. Es decir, ¿cuáles son las interacciones de la genética, del territorio y del procesamiento con el sabor? ¿Y cuáles son las interacciones entre el sabor del café y las preferencias y valores de los diferentes mercados consumidores?

Durante siglos, el tamaño, los defectos del grano y su origen marcaban la calidad del café y no fue hasta hace poco más de 50 años que se empezó a hablar del sabor para clasificar la calidad de este producto. ¿En qué punto nos encontramos actualmente? ¿Cuál es hoy la definición de un café de calidad? 

Para contestar esta pregunta permítanme que tome como referencia el documento gratuito “Hacia una definición de café de especialidad: construyendo una comprensión basada en atributos” publicado en septiembre por SCA y en el que queda constancia como desde que se introdujo el término “Café de Especialidad”, ha habido una dificultad continua para definir su significado de manera concreta. 

Las definiciones han ido desde lo tautológico (“el café de especialidad es especial”) hasta lo estrecho y altamente técnico (“las muestras de café grado especialidad deben presentar cero defectos de categoría 1 y no más de cinco defectos de categoría 2”; “el café de especialidad debe obtener una calificación de al menos 80 puntos en una escala de 100 puntos”).

Estas definiciones en general han fallado al ser demasiado vagas para tener utilidad o bien demasiado específicas para ser aplicables de manera amplia. SCA nunca ha publicado una definición concisa y comprensiva de lo que es Café de Especialidad, a pesar de que la pregunta que se les hace más frecuentemente a sus representantes es precisamente, “¿Qué es el Café de Especialidad?”.

El puntaje de cata se ha consolidado aunque nos ha traído algunas limitaciones al reducir la expresión de la calidad tan compleja del café a una sola cifra

Los atributos intrínsecos de un café son parte de la realidad material del grano: su forma y apariencia, su composición química y las propiedades sensoriales que derivan de estos constituyentes materiales. El nivel de tueste de un café, por ejemplo, sería un atributo intrínseco, al igual que lo serían su sabor y su textura. 
A una segunda categoría de atributos se le podría llamar atributos extrínsecos, que se refieren a la información acerca del producto. En el café, esto podría incluir su lugar de origen, el nombre del productor y cualquier certificación que pudiera tener el café. La marca también podría ser un atributo extrínseco importante, al igual que los etiquetados sobre sostenibilidad.

La ciencia sensorial se utiliza en el café comercial para informar sobre diferencias entre productos, en el café de especialidad, para describir sabores sutiles y complejos

Una vez que hemos identificado los atributos de un producto, podemos utilizar herramientas de economía para establecer su valor.

Si un café es una colección de atributos y hemos determinado que un café es “especial”, el cuan especial es (cuan distinto, único o con valor de especialidad de ese café) se deriva de sus atributos. Por otro lado, si la antítesis de “Café de Especialidad” es el café “commodity”, entonces está claro que la diferencia entre ambos está en sus atributos distintivos: el café “commodity” se llama así porque se enfoca en la similitud y en la intercambiabilidad, lo que minimiza intencionalmente a sus atributos distintivos en aras de esa “comoditización”. 

Por su parte, el movimiento de los cafés de especialidad se ha tratado acerca de reconocer y celebrar los atributos distintivos de un café, ya sean sus sabores, países de origen, estilos de tueste, etc. Por lo tanto, podemos concebir la relación especialidad / “commodity” no como una dualidad, sino como un continuo, en el que los cafés se hacen más “especiales” conforme exhiben más atributos distintivos.

Con los atributos en mente, pues, hemos desarrollado la siguiente definición de café de especialidad, con el propósito no solo de definir el concepto, sino de proporcionar un marco de referencia para la investigación, la promoción, la discusión y el intercambio provechoso de ideas: “El café de especialidad es un café, o una experiencia alrededor del café, reconocido por sus atributos distintivos, y debido a estos atributos distintivos es que tiene un valor adicional significativo en el mercado”. 

¿Cómo ha llegado a convertirse el análisis sensorial en un componente clave de la industria del Café de Especialidad? ¿Logrará en algún momento un papel igual en la industria del café comercial?

La industria del café de especialidad y el análisis sensorial del café han evolucionado de manera paralela. La industria no sería lo que es sin el papel destacado que tiene el análisis sensorial en la evaluación del sabor de un café, pero a su vez el análisis sensorial del café no sería lo que es sin el impulso de la industria de los cafés de especialidad. Así como no se puede entender la industria del café de especialidad sin una herramienta para evaluar el sabor del café, esta herramienta no se hubiera desarrollado sin la tracción de la industria.

El análisis sensorial no solo se refiere a la cata y a la descripción de cafés complejos y sofisticados. La ciencia sensorial tiene una batería de herramientas que se utilizan en la industria alimentaria para todo tipo de productos, y el café no es la excepción. La única manera, por ejemplo, en que una gran empresa tostadora puede asegurarse de que un cambio de mezcla no cambia el sabor de su producto es aplicando herramientas de análisis sensorial. Lo que sucede es que la industria del café comercial se interesa más por herramientas sensoriales que le informen sobre las diferencias entre productos y por el grado de preferencia de los consumidores, mientras que la industria del café de especialidad se interesa más por la descripción de sabores sutiles y complejos.

Tal como está planteado el mercado actual del café, ¿es posible la conexión entre la comunidad sensorial del café y la comunidad sensorial en general? 

Bueno, al menos el Manual está escrito pensando en tender ese puente. Esa conexión debe empezar por una comprensión mutua…Los profesionales del café tenemos que entender que la aplicación de las técnicas y principios de la ciencia sensorial nos beneficia, incluso aunque los apliquemos a la cata tradicional, porque reduce nuestro error y nuestro sesgo a la hora de obtener resultados sensoriales. Los especialistas de la ciencia sensorial en general, tienen que entender que el café es un producto complejo y global con muchas particularidades, idiosincrasias y tradiciones, y que no se pueden aplicar con éxito las herramientas sensoriales al estudio del café si antes no comprendemos a fondo esas particularidades.

MANUAL DE ANÁLISIS SENSORIAL Y CATA DEL CAFÉ

¿Qué encontrará el amante del café en el Manual de Análisis Sensorial y Cata del Café?

Entre las particularidades más importantes que hacen del café un producto sumamente complejo destacan, su composición química, los diversos factores que influyen en su sabor y la propia tradición de la cata de café que tenemos en nuestro sector y que es un procedimiento que no se comparte con ningún otro producto. Y es con base a todo ello que hemos estructurado los contenidos del Manual, que hemos dividido en cuatro partes. 

La primera está dedicada a los fundamentos de la ciencia sensorial y a su aplicabilidad a la cata del café, e incluye temas como la historia de la cata del café; objetividad vs. subjetividad; ¿qué es la ciencia sensorial?, y fuentes potenciales de sesgo y error. 

La segunda parte está dedicada a la experiencia sensorial que vivimos al beber café, con capítulos que abordan cómo es percibido el café por nuestros sentidos; la dimensión olfativa, gustativa y táctil del café; o los efectos multimodales en la experiencia sensorial.

La tercera parte del Manual, la hemos dedicado a la aplicación de la evaluación sensorial al café, e incluye capítulos sobre cómo se aplica la ciencia sensorial al café; pruebas discriminativas; pruebas afectivas, y análisis descriptivo. 

Y ya finalmente, la cuarta y última parte está dedicada a la cata del café en sí, y analizamos temas como los atributos sensoriales y el valor; acerca de la cata; el tamaño del panel de cata; el Protocolo de Cata SCA, y aplicaciones específicas de la cata.

¿Cuál es la principal diferencia de este libro con relación a otros manuales sobre la misma materia?

Hasta donde yo sé, aunque puede que me equivoque, no hay otros libros con este enfoque. Es decir, hay muchos libros sobre análisis sensorial y uno que otro libro de cata de café, pero este libro no es ninguna de esas dos cosas. 

En general, los libros sobre análisis sensorial no están dedicados a ningún producto en particular, sino que tienen un enfoque genérico, mientras que este libro trata sobre las particularidades derivadas de aplicar el análisis sensorial a un producto complejo y delicado, como es el café. 

Por otra parte, uno de los principales antecedentes de este libro, el Manual del Catador de Café, escrito por Ted Lingle, si bien fue un libro clave para el desarrollo del sector del café de especialidad, se escribió hace ya 35 años, y los avances tanto en la ciencia sensorial como en el propio sector más que justifican el escribir un nuevo libro desde cero, que recoja el legado del Manual del Catador pero a la luz de todos esos avances.
 


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Amazon se convierte en la mayor tienda de café de Estados Unidos

Si no estás en Amazon, no existes o así empiezan a verlo muchas com- pañías de café, al menos de Estados Unidos, que se han sumado a vender sus productos a través de la plataforma de venta online.

Desde el estreno de la categoría de alimentación y bebidas de Amazon USA, el café ha ocupado el primer lugar en el ranking de ventas y no solo se vende mucha más cantidad de este producto que de cualquier otro tipo en el grupo de comestibles, sino que la categoría de cafés no deja de crecer. Esta progresión, según datos de la Asociación Nacional de Café de Estados Unidos, NCA, se sitúa en torno a un 35% anual, lo que ha propiciado, incluso, que esta organización haya decidido incluir el seguimiento de este canal de venta en sus estadísticas semestrales del mercado del café de este país en el que el 85% de los consumidores de esta bebida disfrutan por lo menos de una taza de café al día en casa durante el primer se- mestre de este año. Esto es un 8% más que desde enero de 2020 y un 10% que desde 2017.

La consultora Edge by Ascential ya cuantificó las ventas de café en Amazon USA en más de 140 millones de dólares en 2018, una facturación que apuntan los analistas ha ido al alza favorecida, en buena parte, por la idea emergente que el café Premium ya no es algo exclusivo de tiendas concretas sino que está disponible en todas partes, internet incluido.

Y es que según Michael Schaefer, de Euromonitor, aunque las principales tendencias en café provengan de las cafeterías, al aumento de la referencia de las marcas gracias a la venta de sus productos en plataformas como Amazon, o servicios de subscripción online (+25% este año en Estados Unidos), está favoreciendo a un mayor conocimiento del café y una ma- yor lealtad de las cafeterías a las marcas, asegurándose así, cumplir con las expectativas de sabor del café que sus clientes ya han elegido también para degustar en casa.

CAFÉ AL GUSTO DEL PALADAR DEL CONSUMIDOR

Actualmente la categoría café de Amazon USA cuenta con productos de una cua- rentena de marcas que los consumidores pueden filtrar por múltiples variantes para asegurarse dar con el café perfecto para su paladar:

Firma tostadora
Rango de precios
Tipo de tueste: claro, medio, oscuro Tipo de cafeína: con o sin cafeína o semidescafeinado
Región de origen
Calorías por porción
Tipo de especialidad: sin organismos genéticamente modificados, sin gluten, Halal, Kosher, bajo en ácidos
Tipo de empaquetado
Sabores: hasta dieciséis sabores diferentes a amareto, avellana, frambuesa, crema irlandesa, vainilla y más.

LOS LÍDERES EN VENTAS

Los tres principales vendedores de café en Amazon USA son Starbucks, Keurig Dr. Pepper y Nestlé. En la misma liga de estas firmas juega, también, el propio Amazon, que visto lo visto, y con la ventaja que le aporta su conocimiento preciso de lo que mejor se vende en su plataforma, también lanzó en 2018 sus propias marcas de cafés, con ventas semanales de 60.000 dólares las primeras semanas y de más de seis millones mensuales, antes de cumplir su primer aniversario.

El gran éxito apuntan, se debe a que Amazon con sus productos puede probar y aprender muy fácilmente sobre el mercado de cualquiera de ellos, pues tiene acceso total a la medición de la demanda global en su plataforma, a los comentarios de los consumidores y a sus preferencias de compra, lo que les permite realizar ajustes de forma muy rápida, igual que desarrollar y lanzar productos nuevos cuando constatan que una demanda se convierte en tendencia.

Pero no solo las marcas de Amazon y las principales firmas cafeteras triunfan en esta plataforma, sino que también parece que lo hacen las pequeñas empresas que se están beneficiando de las visitas frecuentes de los consumidores al marketplace para descubrir nuevos cafés (en los últimos meses, según datos de la NCA, más del 40% de los estadounidenses han probado un café que nunca antes habían catado, una nueva marca, un nuevo tipo de tostado, un nuevo origen, una nueva presentación...).

UN GIGANTESCO ESCAPARATE DE CAFÉ

De hecho, la plataforma ideada por Jeff Bezos, es a fecha de hoy el destino principal para las búsquedas relativas a compra de café en Estados Unidos, según los datos de la consultora especializada en el canal online, OneSpace, que afirma que más del 60% del volumen de las búsquedas sobre café en este país provienen de clientes de Amazon y se relacionan con los principales minoristas 

Fuentes: NCA, One Space


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¿Cual es el país más caro y más barato para tomar un café?

Un estudio ha recopilado los precios del café en la hostelería de más de 100 capitales del mundo hasta dar con la ciudad donde la taza de café resulta más cara y en la que resulta más barata. Los datos de la investigación evidencian que cinco países del Medio Oriente, Qatar, Kuwait, Líbano, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, se encuentran entre los 10 lugares más caros para tomar café. Sin embargo, sus países vecinos, Turquía e Irán, son dos de los más baratos del mundo. España se sitúa en la parte media de la tabla de precios.

El café es una bebida universal. Más allá de diferentes métodos de elaboración local, uno, si viaja, puede estar seguro que no deberá renunciar a su café o cafés diarios mientras está lejos de casa. El café de filtro, el café con leche, los cappuccinos y el espresso son bebidas que podemos encontrar en la oferta de la mayoría de cafeterías de capitales del mundo y aprovechando este hecho, la asesoría financiera estadounidense SavingSpot ha decidido comparar el precio medio por consumición café en 104 países diferentes.

El crecimiento del mercado de Café de Especialidad y la prohibición de beber alcohol hace de los países de Oriente Medio, los más caros para tomar café

Para la muestra eligieron cinco cafeterías de cada capital de país que incluyeran en su oferta de café, el espresso, el café con leche y el cappuccino. De todas estas preparaciones registraron su coste de venta al público e hicieron una media del precio de consumición de café en cada ciudad, lo que les ha servido para crear el ranking mundial de precios de bebidas de café en el mundo.

A la cabeza de esta curiosa lista está Corea del Sur, el país, según SavingSpot más caro del mundo para tomar un café. Allí, en Seúl, el precio medio de una taza de esta bebida se sitúa alrededor de los 7,77$ (6,61€ aprox.), mientras que en Teherán, capital de Irán, el último país del ránking, el precio de una taza de café a duras penas supera los 0,46$ (0.39€ aprox.).

Las razones de tal brutal diferencia de precio, argumentan los analistas autores del trabajo, se debe básicamente a dos razones, la primera, la gran cantidad de cafés temáticos en Corea del Sur y la opción por cafés de calidades altas en este país y la segunda, al poco interés por el café de los iranís.

MERCADOS EMERGENTES Y DE CAFÉ DE ESPECIALIDAD

En Corea del Sur, explican, el Café de Especialidad tiene ya una importante presencia en muchos establecimientos, lo que encarece la taza sobre el precio del café regular, aunque una parte muy importante del precio del café es atribuible al sobrecoste que pagan los coreanos por degustar su bebida favorita en establecimientos convertidos en auténticos parques temáticos en los que, incluso, se puede interactuar con animales. Además, y como dato curioso, según el estudio, Seúl también tiene el mayor número de Starbucks del mundo.

Por el contrario, en Irán, el país más barato donde tomar un café, los consumidores prefieren el té y el consumo de café es todavía poco significativo, aunque no deja de crecer, sobre todo entre la gente joven de la nueva clase media del país, tal y como nos explicaron en una entrevista publicada en esta revista, dos de las figuras más destacadas del panorama iraní actual, Mahsa Niyayesh y Shylee Mosalli, formadora barista y maestra tostadora, respectivamente.

En el ranking por países de mayor a menor precio por taza de café sigue Qatar (Doha), por detrás de Corea del Sur, Líbano (Beirut) en tercera posición y Kuwait (Al Asimah) y Suiza (Berna) en cuarta y quinta, respectivamente. El hecho que tres países del Medio Oriente, Qatar, Libano y Kuwait se posicionen en este top 5, explican los au- tores de la investigación, se debe a la creciente demanda de cafés especiales en esta parte del mundo y a la prohibición de consumo de alcohol.

LOS PRECIOS DE LA TAZA DE CAFÉ EN EUROPA

El estudio de SavingSpot que recoge, además, los datos por regiones geográficas, señala a la ya mencionada Suiza como el país más caro de Europa donde degustar una taza de café, por la que locales y visi- tantes pagan una media de 5.65$ (4,81€ aprox.). Le sigue Dinamarca (Copenhague) con una media de 5,54$ (4,81€ aprox.), Francia (Paris) con 4,82$ (4,10€ aprox.), Noruega (Oslo), 4,57$ (3,89€ aprox.), Islandia (Reikiavik) con 4,50$ (3,83€ aprox.) y Suecia (Estocolmo) con 4,41$ (3,75€ aprox.), todos países nórdicos, donde se registran los consu- mos de café per cápita más altos de Europa y del mundo.

SavingSpot fija en 2,34€ el precio medio de la taza de café en España

España, por su parte, ocupa un discreto vigésimo primer lugar en el ranking Europeo conformado por 34 países, con una media por taza de café de 2,75$ (2,34€ aprox.), menos que la mitad de lo que se paga en Suiza, Dinamarca o Francia.

EUROPA DEL ESTE, “UNA GANGA”

Ahora bien, si hay una región en Europa que resulta “una ganga” para los consumidores de café, esta es Europa del Este, donde en la mayoría de las grandes ciudades no cobran más de 2$ (1,70€ aprox.) por una taza de esta bebida. Albania disfruta de uno de los mercados donde el café tiene un margen de crecimiento más amplio en Europa, y en su capital, Tirana, uno puedo tomar su café al precio más barato del Viejo Continente, 1,21$ (1€ aprox.) por taza

Fuente: SavingSpot


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La producción de café cae por debajo de la demanda: ¿Cómo afecta la nueva situación al precio del café?

Durante estas últimas semanas se han incrementado las cábalas para poder dilucidar cómo puede comportarse el mercado del café en los próximos meses.

Las malas cosechas en algunos países productores, las todavía repercusiones de la pandemia en la economía mundial y la descompensación de la balanza producción-demanda apuntan directamente a un aumento progresivo del precio del café que ya se ha empezado a dejar notar y que los actores de la cadena de este producto se esfuerzan en determinar para adelantarse a la nueva situación.

Según un reciente informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, el consumo de café alcanzaría este año los 165 millones de sacos, un millón y medio más que en 2020. Por el contrario, la producción bajaría a 164,8 millones de sacos frente a los 175,8 del primer año de pandemia, lo que llevaría a la demanda de café a superar a la producción por primera desde 2017.

CAÍDA DE LA PRODUCCIÓN

En Brasil, la situación de sequía por falta de lluvias generalizadas en la práctica totalidad de sus territorios donde, por cierto, se cultiva un tercio de todo el café del mundo, se ha dejado notar ya durante este verano en el mercado del café.

Las especulaciones sobre la caída de producción de Brasil, junto a los problemas logísticos en Colombia y en Vietnam y la noticia de la posible recuperación económica en los países consumidores, de mano del proceso de vacunación en todo el mundo, ha propiciado que el café Arábica brasileño se haya empezado a operar ya a niveles récord de precio en moneda local, por encima de los 800 reales por saco (algo más de 132€), siendo muchas las voces que no descartan nuevos aumentos de precio.

Y es que en Brasil, en los meses previos a la floración no llovió, lo que sumado a que los cafetos de este origen se encuentren en la mitad de su menor rendimiento de su ciclo bienal, ha dado rienda suelta a especular sobre una importante caída de la producción brasileña, entorno al 23% con respecto a la campaña anterior, según fuentes como CONAB, que indican que la cosecha decrecería a un mínimo de hace 4 años atrás, cuando se alcanzaron los 48,8 millones de sacos.

Mientras, otros dos grandes productores como Colombia y Vietnam, aunque auguran unas cosechas mucho mejores que las de Brasil, están afrontando otros problemas que también están teniendo repercusión directa en el mercado internacional del café. En el caso de Colombia se trata de los diferentes episodios de protestas e inestabilidad política que se han repetido en los últimos meses, ralentizando y en muchos casos, paralizando, la salida de café del país a causa del bloqueo de las carreteras colombianas que unen las zonas productoras con los principales puertos cafeteros.

En Vietnam, por el contrario, el café si que llega a los puertos pero el problema es una alarmante escasez de contenedores en las dársenas vietnamitas que no permite embarcar el grano con destino al resto del mundo. China ha sido uno de los países en recuperarse más rápidamente de la COVID-19 y ha reactivado su economía de exportación de forma decidida, tanto, que está pagando enormes primas por los contenedores, lo que hace mucho más rentable enviarlos de vuelta vacíos que rellenarlos. Esto ha disparado la competencia mundial por transportar carga en contenedores, lo que no solo está dificultando el envío de café desde Vietnam, principal productor mundial de café Robusta, sino que ha significado que Tailandia no pueda enviar su arroz, Canadá sus guisantes o la India su azúcar.

Y por si todas estas circunstancias no fueran suficientes, un estudio de la Universidad de Arizona, augura que las restricciones y los confinamientos impuestos durante la pandemia podrían afectar negativamente a la lucha contra enfermedades como el hongo de la roya del café y, consecuentemente, a la producción actual y futura en muchos países. 

¿AUMENTA LA DEMANDA?

Algunos analistas añaden, también, a la listas de causas atribuibles al incremento progresivo del precio del café, un supuesto crecimiento de la demanda, sobre todo, en Europa, Estados Unidos y Brasil. Sin embargo, las opiniones sobre esta cuestión no son ecuánimes, y si hay fuentes como las del USDA que pronostican, por ejemplo, que las importaciones de la Unión Europea lejos de crecer, se reducirán en 2,5 millones de sacos situándose en torno a los 42,5 millones y que las de Estados Unidos, segundo mayor importador a nivel mundial, bajarán 300.000 sacos a 24,2 millones, otras voces auguran todo lo contrario, relacionando el crecimiento de la demanda con el cambio de hábitos ocurrido durante la pandemia en muchos países occidentales, donde creció la compra en los hogares de máquinas de café ante el cierre de las cafeterías.

Y si bien esto es cierto, y la demanda de café de los hogares aumentó durante los confinamientos, también lo es que se desplomó en el caso de los restaurantes y cafeterías, primero por los lock down generales, luego por los selectivos en relación a estas actividades y como no, por la repercusión directa del teletrabajo que ha hecho decrecer de forma muy acusada la clientela en la restauración, sobre todo, en aquellos establecimientos que más dependían de los oficinistas.

Se decante la situación hacia un escenario u otro, lo único cierto es que si se cumplen los pronósticos de reducción de la producción mundial de café, la demanda, aún manteniéndose a los niveles actua- les, sería más alta que el café disponible, lo que lleva a un escenario de caídas de inventarios de hasta 7,9 millones de sacos, según la USDA, y por tanto, de incremento de precio del café.

MOVIMIENTO DE FUTUROS Y ESPECULACIÓN

Sumidos en este himpas a la espera que se clarifique definitivamente como será el mercado del café de estos próximos meses, desde diferentes ámbitos, incluida la Organización Internacional del Café, advierten, además, de que "los fuertes movimientos de los futuros del café podrían haber atraído a los especuladores, muy focalizados actualmente en materias primas como el café”.

El vencimiento de los contratos de futuros podrían provocar que los precios al por mayor y al por menor reaccionen desde ahora a finales de año.

De hecho, según los datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas, los especuladores financieros acumulaban una gran posición larga en café a principios de junio (lo que es asimilable a una apuesta por la subida de los precios) equivalente a la producción anual de Colombia y esto, sin duda, de mantenerse sin cambio, repercutirá, también, directamente en el precio del café en bolsa y, por tanto, en los acuerdos entre los tostadores y sus proveedores.

Las empresas de tueste y los compradores de café suelen tener contratos a plazos con sus proveedores, que les protegen de la vo- latilidad de los precios entre tres y nueve meses. Pero cuando esos acuerdos de precios venzan y las economías vuelvan a funcionar con cierta normalidad, como ya ha empezado a pasar en algunos países, “muchos tostadores deberán firmar nuevos acuerdos de compra a precios del grano muy superiores”, auguran los periodistas y especialistas en mercados del Financial Times, Alex Hamer y Emiko Terazono. Y como ejemplo ponen Europa donde, según explican, si bien los precios minoristas del café se han mantenido estables durante la primera mitad del año, gracias a que las empresas seguían cubiertas por los contratos de futuros con sus proveedores, a medida que ha avanzado el verano, las coberturas han empezado a vencer, y esto, indica el analista de Jefferies, Martín Deboo, “provocará que los precios al por mayor y al por menor empiecen a reaccionar de aquí a finales de año”.

Hamer y Terazono en su análisis de la situación del mercado del café explican, de hecho, movimientos ya en este sentido, como el del minorista alemán Tchibo que desde el mes de julio ya ha subido los precios de sus cafés. JM Smucker, propietarios de la marca Dunkin también han anunciado que harán lo mismo, mientras que algunas grandes multinacionales han decidido esperar un poco más hasta tomar la decisión.

Fuentes: USDA, CONVB, CBC, COI, Mundo Marino, Icona Café, Financial Times


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El café de El Salvador se renueva para recuperar su prestigio

El Salvador ha puesto en marcha un ambicioso programa para revitalizar la caficultura en el país y su economía, asegurar el cultivo entre las generaciones venideras y contribuir a la sostenibilidad medioambiental del territorio. El programa incluye el despliegue de un Plan de Política Nacional Cafetalera y el lanzamiento de la marca “Café País, Café de El Salvador”, con la que se presentan ya los mejores granos salvadoreños en el mercado internacional del café.

Durante años, El Salvador figuró entre el top de países productores de café. En la década de los ’50 del siglo pasado, los altos precios del mercado estimularon la renovación de buena parte del parque cafetero nacional que fue substituido por variedades de más alto valor como la Bourbon y otras.

Fue en aquella época que se empezó a hacer un mejor uso de los fertilizantes en los cafetales salvadoreños y a usar nuevos sistemas de poda. Se iniciaron prácticas anti erosivas y se puso en marcha una nueva forma de manejar la sombra en las plantaciones, pasando de la de los árboles que provenían de bosques húmedos primarios al de otras especies, principalmente del género Ingas, para conseguir las mejores condiciones posibles para la caficultura.

En aquel momento, el café en El Salvador recabó grandes éxitos y de su mano, la economía salvadoreña creció a pasos agigantados, como nunca antes se había visto, asegurando una mejor economía para el país. A mediados de los años ’70, El Salvador se había convertido en el quinto productor mundial de café y cuarto mayor exportador, con cosechas cercanas a las 500.000 toneladas de café.

Esta evolución se mantuvo durante unos años, pero algunas plagas con fuerte incidencia en los cafetales, la guerra civil entre 1979 y 1992, la situación política anterior y posterior, la emigración y, sobre todo, la crisis de precios del café que afecta desde hace años ya a todos aquellos productores que no están en los mercados de especialidad, han mermado mucho la producción cafetalera salvadoreña actual, que a día de hoy a duras penas supera las 39.000 toneladas anuales.

COMPROMISO GUBERNAMENTAL CON EL CAFÉ

Ante esta situación, y conocedores del potencial en calidad del café de su país, el actual gobierno de Nayib Bukele, ha decidido tomar cartas en el asunto “para saldar la deuda de abandono gubernamental con el sector cafetalero de El Salvador”, han dicho textualmente, y recuperar la producción nacional de café a la vez que se contribuye con ello a la economía nacional y a la salud medioambiental del país.

“La única forma de que nosotros saquemos este subsector adelante es que nos unamos todos, sin agendas ocultas (...) Vamos a rescatar el sector cafetalero solo si todos nos subimos en el mismo barco y vamos en la misma dirección”, asegura con convicción el Ministro de Agricultura y Ganadería (MAG) del gobierno salvadoreño, David Martínez.

EL CAFÉ, UNA CUESTIÓN ECONÓMICA Y AMBIENTAL

Según datos del MAG, el 44% del bosque nacional está conformado por parque cafetalero, lo que representa un 80%, aproximadamente, de los sistemas agroforestales de alta biomasa y diversidad de este país, el más pequeño y el más densamente poblado de América Central. En los últimos años, sin embargo, en paralelo a la disminución de la actividad cafetalera, la extensión del parque cafetalero se ha reducido, con todo lo que estos conlleva. “Los beneficios ambientales e hídricos que representan los bosques cafetaleros son fundamentales para la sostenibilidad ambiental de nuestro país y también tiene el beneficio del aporte económico al desarrollo”, dice la viceministra de El Salvador, Lily Pacas.

La estrategia que se plantea el gobierno para llevar adelante su Plan de Política Nacional Cafetalera incluye llevar a El Salvador experiencias como la del Instituto del Café (Icafé) de Costa Rica y del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) con sede en ese mismo país, y fomentar, así, la investigación y la innovación en el sector.

CAFÉ Y EMIGRACIÓN

El bosque cafetalero es la principal fuente generadora de empleo rural -90.0000 caficultores- , por lo que es también el sector más afectado por la crisis migratoria de los últimos años.

Los productores más mayores hace tiempo que empezaron ya a substituir sus cafetales por plantaciones más rentables aunque menos sostenibles como la caña de azúcar, mientras que las nuevas generaciones, ante la falta de expectativas, están abandonando el campo e intentan emigrar, en un viaje, a menudo, lleno de penurias y generalmente con un final poco prometedor.

De ahí, insiste el ministro de Agricultura y Ganadería, David Martínez, la necesidad de vincular la falta de oportunidades en el ámbito rural con la migración, e impulsar el sector del café como solución.

En El Salvador se producen variedades autóctonas de café como la Pacas, Pacamara y Teckisic, todas de excelente calidad
  
“El Salvador, explica, era hasta ahora el único país de la región que carecía de una política nacional de caficultura. Los productores no contaban con un respaldo legal, que garantizara la rentabilidad de cada eslabón involucrado en la cadena de producción y todo ello nos convertía en un actor débil ante los mercados internacionales”. La esperanza es que la nueva Política Nacional Cafetalera acabe con estas carencias, los caficultores encuentren en la producción de café un medio de vida digno y El Salvador vuelva a brillar con luz propia en el mercado internacional de este producto.

CAFÉS AUTÓCTONOS DE ALTA CALIDAD

Además de los programas específicos que incorpora esta nueva política cafetalera salvadoreña – innovación y cambio tecnoló- gico; impulso de la juventud rural; fortalecimiento institucional; extensión digital; organización y gestión empresarial; finan- ciamiento e inversión; combate a plagas, ... - el plan apuesta, también, por la calidad de los cafés de este país para conseguir los objetivos marcados.

Históricamente, en El Salvador únicamente se cultivan variedades arábicas de café, entre ellas, la Pacas, un café autóctono fruto de la mutación natural del Bourbon; la Pacamara, un híbrido salvadoreño resultante del cruce entre Pacas y Maragogipe, con excelentes propiedades de taza; y la Tekisic, una variedad de origen, también nacional e igualmente excelente en boca.

A excepción de pequeñas diferencias como la acidez de la taza, los cafés de El Salvador que se incluyen en el grupo de “Otros Suaves” en el mercado internacional, comparten unas notas de cata bastante similares, destacando entre sus características más particulares su buen sabor, agradable dulzura, cuerpo balanceado y excelente retrogusto.

La mayor cantidad de cafetales del país, se encuentran ubicados entre los 901 y 1.200 m.s.n.m de altura y en el 90% de los casos las explotaciones cafetaleras están en manos de pequeños productores.

Muchas de estas fincas se encuentran en territorios remotos de difícil acceso y eso complica algunas de las labores del café comprometiendo, incluso, su calidad. Tal es el caso del beneficiado o del propio transporte del café hasta las estaciones de procesamiento y que ahora el plan nacional espera solventar con formación y acceso de los caficultores a mejores empaques que prevengan el deterioro del café durante su tránsito hacia la venta.

MARCA PAÍS, CAFÉ DE EL SALVADOR

En el marco de esta nueva Política Nacional Cafetalera, este verano se ha presentado, además, la marca “Café País, Café de El Salvador”, que representa desde ahora, a toda la cadena de valor del café salvadoreño. La iniciativa nace con una visión clara enfocada a la calidad, a la que, explican desde el Gobierno, todos los caficultores se pueden alinear para crecer juntos como industria y país.

Con esta marca, el MAG prevé atraer inversión extranjera, capi- talizar el café de origen, mejorar los precios del grano nacional y aumentar las exportaciones del sector, empezando por Japón, Rusia, Alemania, Italia, España y Estados Unidos.

¡El nuevo café de El Salvador está en marcha!

Fuentes: Ministro de Agricultura y Ganadería, Consejo Salvadoreño del Café


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Global Coffee Platform convoca una consulta mundial para sentar las bases de la sostenibilidad presente y futura del café

A medida que el compromiso de las empresas progresa en términos de sostenibilidad de producto, los esfuerzos de la industria del café para consensuar de forma definitiva unos estándares que faciliten a todos los actores de la cadena trabajar con las mismas referencias, avanzan también.

El objetivo es fortalecer las bases para una producción sostenible y rentable, asegurar la prosperidad y bienestar de los caficultores y la conservación del medio ambiente, pero también, crear mecanismos con una base sólida que nos ayuden a todos a diferenciar claramente que es y que no es un café sostenible, y poder ofrecer a los consumidores productos acordes con la nueva demanda de este tipo de productos.

El compromiso empresarial con la sostenibilidad debe aceptar la aparición de nuevas leyes y su cumplimiento Global Coffee Platform, GCP, entidad que agrupa a más de 140 compañías y organi- zaciones públicas y privadas de café de todo el mundo, apuesta por una acción colectiva para lograr un mayor impacto en el camino hacia la sostenibilidad del sector en todos sus ámbitos, y es así que está liderado un ambicioso trabajo de consenso con toda la industria del café que ha de permitir definir de forma consistente los estándares bajo los que quiere actuar el sector.

UN CÓDIGO DE TODOS PARA TODOS

Con este objetivo, GCP inició a finales del pasado trimestre un proceso de consulta pública internacional para recabar la voz del sector cafetero de todo el mundo. Con toda la información recopilada y consensuada, también, a través de diversos webinars en línea abiertos a la participación a todos los actores del café del mundo, se actualizará y publicará durante el último trimestre de este año, el Código de Línea Base de Café.

La intención, explican desde GCP, es que este Código se convierta en un contexto de referencia, más que una certificación, con el que medir la sostenibilidad de la producción y procesamiento primario del café verde a nivel de finca y sirva, también, a productores, gobiernos, tostadores y minoristas como referencia y fundamento para el desarrollo de estrategias corporativas de sostenibilidad, producción y compra responsable.

“Estamos convencidos de que hemos llegado al momento perfecto para que todos podamos emprender colectivamente una potente acción concertada para apoyar un futuro más sostenible y resiliente para los caficultores y para todo el sector en general. Para hacerlo, necesitamos una comprensión compartida de la sostenibilidad, económica, social y ambiental, sobre la cual se puedan desarrollar innovaciones”, explica Gelkha Buitrago, Director de Programas y Asociaciones Corporativas de GCP, quien lidera esta revisión del Código de Referencia de Café de GCP.

“Los desafíos actuales, incluida la rentabilidad de los agricultores y la crisis climática, exacerbada por una pandemia mundial, están poniendo en peligro el progreso y los resultados de sostenibilidad logrados en los últimos años. Como sector, tenemos una responsabilidad compartida y debemos abordar juntos los desafíos urgentes que plantea la sostenibilidad", añade Buitrago quien está convencido que la revisión del Código contribuirá a un "entendimiento común por parte de los representantes de los intereses públicos y privados del café y las ONG, así como a una valoración y seguimiento alineado hacia una mayor producción y consumo sostenible de café".

Esta respuesta, eso sí, advierte Buitrago, “debe incluir poder demostrar el progreso hacia los compromisos de sostenibilidad individuales y colectivos y, también, prepararse para responder ante nuevas leyes que deberán llegar y cumplirse”.

CÓDIGO DE LÍNEA DE BASE DE CAFÉ Y CÓDIGO DE COMPORTAMIENTO 4C, ¿CUÁL ES LA DIFERENCIA?

Ambos, el Código de Línea de Base de Café y el Código de Comportamiento 4C tienen sus orígenes en el Código Común para la Comunidad del Café respaldado por la Asociación 4C y que fue lanzado en el año 2004 como resultado de un amplio, inclusivo y participativo desarrollo entre los sectores globales de café. En el año 2016, durante la evolución de la Plataforma Global del Café, el Código 4C y su sistema de verificación fueron transferidos al Servicio de Asesoría sobre Café (posteriormente renombrado Servicios 4C) y ahora este es un certificado estándar de sostenibilidad completo, mientras que el Código de Línea de Base de Café se establece, exclusivamente, como marco de referencia pero no de certificación.


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Cold Brew: ¿Qué sabemos y qué no sabemos de esta preparación?

En pocos años el Cold Brew se ha convertido en una nueva bebida refrescante para los amantes del café y son muchos los que han empezado a elaborarla en casa, en cafeterías e incluso a fabricarla industrialmente.

Aún y así, no existe una definición concreta sobre esta bebida, ni de sus parámetros de preparación o de conservación. Un reciente estudio de la Universdiad Técnica de Kaiserslautern, el laboratorio Chemisches und Veterinäruntersuchungsamt (CVUA) y Coffee Consulate intenta aportar algo de luz sobre estas cuestiones, poniendo también el foco en la química del Cold Brew y los riesgos microbiológicos asociados a algunas prácticas de extracción y conservación de esta preparación.
 

El Cold Brew es una bebida que sigue ganando popularidad entre los consumidores de café, sin embargo, sigue siendo una preparación con muchas variables por resolver antes de que se pueda convertir, realmente, en una preparación universal, por ejemplo como el espresso o un latte, en cuanto a parametrización se refiere. Veamos por qué.

La principal razón no es otra que las propiedades sensoriales del Cold Brew dependen de su proceso de producción. Sin embargo, la mayoría de los estudios sobre este tipo de propiedades solo hacen referencia al café preparado en caliente. Esto imposibilita la existencia de un proceso de elaboración de Cold Brew uniforme y estandarizado, con unos tiempos y temperaturas de extracción definidos, igual que de dosificación correcta, grado de turbulencia, composición ideal del agua o punto de molido y tostado ideales para conseguir un buen resultado.

Es así que en nuestro trabajo nos hemos propuesto determinar la influencia de todos estos y otros parámetros en la elaboración de Cold Brew. Hemos investigado el proceso de extracción, el estado actual de desarrollo de la elaboración Cold Brew tanto en el ho- gar, como en las cafeterías y en la industria. Hemos recogido datos relacionados con las preferencias de los consumidores, hemos realizado pruebas microbiológicas y hemos utilizado, también, la espectroscopia de resonancia magnética nuclear (RMN) para definir el perfil químico del Cold Brew.

Para poner en contexto los resultados, primero expondremos brevemente las pruebas realizadas y los resultados obtenidos en cada una de ellas y de los cuales se desprenden los resultados finales de nuestro trabajo.

PRÁCTICAS DE ELABORACIÓN

La primera duda que asoma cuando hablamos de Cold Brew es la propia definición de la elaboración, sobre todo partiendo de la base que todavía hay personas que confunden un Cold Brew con un café extraído en caliente y enfriado con hielo.

Si obviamos esta consideración errónea y damos por sentados que el Cold Brew es una bebida extraída en frío, la siguiente cuestión que se plantea es “qué entendemos por extracción en frío” y la respuesta a este nuevo interrogante depende directamente del concepto "frío", el cual se encuentra directamente y culturalmente relacionado con los entornos naturales o artificiales de cada persona. Y esto, sin duda, ha quedado en evidencia en los datos recogidos a través de la encuesta en línea realizada para saber cómo elaboran personas de todo el mundo el Cold Brew.

La encuesta, distribuida a través de las redes sociales en colaboración con Coffee Consulate (Mannheim, Alemania) y Earthlings Coffee Workshop (Kuching, Malasia) a consumidores de Europa, Asia y Estados Unidos, muestra una variabilidad bastante grande de “recetas”, siendo las más populares las elaboradas con café Arábica de tueste medio, extraído durante un tiempo de 20h a 26h y preparadas con una cantidad de 50 a 100 g de café por litro de agua a unos 8°C (temperatura de extracción en el refrigerador).

La mayoría de nuestros encuestados no pu- dieron especificar la composición del agua, mientras que los que si lo hicieron, mayoritariamente dijeron utilizar agua blanda para la extracción.

El 71% de los participantes aseguraron, además, preparar el Cold Brew en su casa. Un 22% contestaron que lo preparan en su establecimiento de hostelería y solo un 7% contestó prepararlo industrialmente. Los baristas, son el grupo de estos tres colectivos encuestados que mayor experiencia reportaron con esta bebida, de 1 a 5 años. También les preguntamos cuánto tiempo mantenían la infusión fría después de la extracción. En promedio, el resultado fue de 1,5 días.

ANÁLISIS QUÍMICO

Teniendo en cuenta estos parámetros apuntados por los elaboradores de Cold Brew, estudiamos en el laboratorio el comportamiento químico de la extracción según los ratios medios indicados.

Acorde con las preferencias mayoritarias, elegimos un “café tipo” que cumpliera con las características descritas para hacer las pruebas. En concreto la elección fue la de un Catuai natural que sometimos a tueste medio y a un grado de molienda de 8 puntos sobre 12.

A lo largo de todo el proceso de extracción Cold Brew tomamos muestras para poder determinar los cambios en la composición química de la bebida de inicio a fin de la preparación. Esto nos ha permitido comprobar, por ejemplo, que el contenido de ácido láctico se estanca después de solo 20 minutos de extracción. Los de ácido fórmico y ácido dejan de experimentar cambios tras 40 minutos, momento en el que, además, la trigonelina deja de aumentar. En cambio, el ácido clorogénico aumenta en cantidad hasta los 120 minutos de extracción y el de cafeína hasta los 140 minutos, momento en el que se estanca. El único parámetro que hemos visto que prácticamente no varía es el contenido de HMF (furano formado durante la descomposición de los glúcidos).

PRUEBAS SENSORIALES

Acabadas las pruebas de extracción, el siguiente paso fue la realización de pruebas sensoriales para saber cómo percibe el consumidor la bebida Cold Brew. Estas pruebas sensoriales se llevaron a cabo con visitantes internacionales, no expertos en café, de la "Feria Comercial Intergastra" en el "Coffee Summit 2020" en Stuttgart, Alemania.

Para obtener información preparamos cuatro pruebas, tres de clasificación de cafés basadas en la percepción de los participantes y una cuarta que fue una cata triangular. 

A mayor índice de turbulencias, el tiempo de extracción Cold Brew disminuye y puede bajar a tan solo 2 o 3 horas

En la primera prueba de clasificación, dimos a probar a los evaluadores, cuatro cafés distintos – tres arábicas y un robusta – en formato Nitro Cold Brew. Para la segunda elegimos un café Arábica preparado en Cold Brew, nitro Cold Brew, con hielo y preparado con filtro y enfriado a temperatura ambiente, y para la tercera repetimos elaboraciones pero en esta ocasión con un café Robusta. En ambos casos, arábica y robusta, la preparación Cold Brew fue la mejor valorada.

La prueba triangular, por su parte, la realizamos bajo los parámetros de la norma ISO 4120:2007. En prueba comparativa de preparación en frío vs. preparación en caliente, una gran proporción de participantes identificó correctamente la muestra desviada, eligiendo, además, mayoritariamente, en todas las rodas de 25 participantes, la infusión fría como la preferida. Ahora bien, en la cata triangular de cafés elaborados con métodos de extracción en frío, menos de la mitad de los participantes, 12, identificaron cuál era la muestra desviada.

PRUEBAS MICROBIOLÓGICAS

Finalmente, y con el objetivo de estudiar la microbiología del Cold Brew, recogimos un total 23 muestras diferentes de Cold Brew elaborado en cafeterías del sur de Alemania. Utilizamos recipientes estériles y las muestras se transportaron a 8°C hasta nuestro laboratorio.

Los cafés se examinaron utilizando métodos de referencia internacionales y alemanes para una amplia gama de microorganismos que, según se ha informado, causan deterioro o riesgos para la salud, como bacterias aerobias del ácido láctico, levaduras, indicadores de higiene y otros gérmenes potencialmente patógenos.

En el análisis encontramos carga bacteriana en dos muestras, una de ella con un aumento de posibles organismos en descomposición (bacterias del ácido láctico y levaduras) y en la otra, un Cold Brew con un tiempo de almacenamiento de cinco días, con presuntos Bacillus cereus, una bacteria que puede contaminar los alimentos.

¿QUÉ SABEMOS AHORA DEL COLD BREW?
 

Con todos estos datos y resultados podemos concluir que los experimentos de extracción en diferentes condiciones, combinados con el análisis químico han mostrado que el tiempo de extracción habitual de 20h a 26h, puede ser más largo de lo necesario, ya que la mayoría de los compuestos se extraen en solo unas pocas horas. También hemos constatado que el aumento de la turbulencia (por ejemplo, mediante ultrasonidos) y la temperatura, puede aumentar adicionalmente la velocidad de extracción.

Según nuestro estudio, pues, un tiempo de extracción de más de 7h no sería necesario para preparar un Cold Brew, utilizando agua a una temperatura de 23ºC y un índice bajo de turbulencias. Si este índice lo subimos y sometemos a la bebida a mayor turbulencia, los máximos de extracción bajan a 2 o 3h. Esto es así, porque en el curso de la extracción sin agitación, después de la fuerte turbulencia inicial para la homogeneización, la difusión de los ingredientes del café en polvo en el agua se ralentiza considerablemente, ya que el área de contacto entre el agua y el café se reduce considerablemente a medida que este se deposita en el fondo de la botella.

En cambio, cuando realizamos la misma preparación pero con mayor turbulencia – en nuestro caso recurrimos a la ayuda de agitación mecánica constante (ultrasonidos) - el aumento inicial de con- centraciones es mucho menos pronunciado en comparación con el resto del proceso de extracción, ya que a este primer momento, le sigue un aumento constante y mucho más pronunciado de las concentracio- nes en comparación con la extracción sin agitación.

Los resultados de las pruebas también muestran que si la extracción se lleva a cabo a temperaturas más frías en el frigorífico y a baja turbulencia, no todas las sustancias se disolverán por completo tras 6 horas de extracción. Este aspecto del porcentaje de disolución es de hecho importante y se necesita investigar más.

Es necesario determinar qué proporción de sustancias extraídas es óptima para un Cold Brew perfecto, teniendo en cuenta que no se deben extraer todos los componentes solubles, sino solo la cantidad suficiente para conseguir los compuestos de sabor deseados y evitar los indeseados. En las pruebas este ratio de extracción de sustancias lo fijamos alrededor del 70%.

Además, las pruebas sensoriales indican que el tipo de café influye en las propiedades sensoriales de los Cold Brew y que los consumidores prefieren esta preparación por encima de un café extraído en caliente que se ha enfriado a posteriori con hielo, por lo que para evitar errores, esta segunda preparación debería de dejarse de llamar, también, Cold Brew para no provocar equívocos. De hecho, cualquier bebida de café extraída a temperaturas cercanas o superiores a la tem- peratura corporal se alejan del concepto de infusión fría, y deben, por tanto, evaluarse críticamente para evitar información alimentaria engañosa.

COLD BREW Y SEGURIDAD ALIMENTARIA

En cuanto a la contaminación microbiana, podemos concluir que el riesgo de esta contaminación en el Cold Brew se puede comparar con el de las bebidas no alcohólicas en barril, que se sirven a través de sistemas de dispensadores.

Y esto es así, porque el tiempo de preparación es muy largo y durante todo este proceso se puede producir actividad microbiológica.

Es por ello importante que al preparar el Cold Brew estemos muy atentos a cualquier cambio de aspecto o de sabor de la bebida, ya que esto puede ser un primer indicio de contaminación microbiana.

Hemos comprobado, además, que un período de almacenamiento prolongado (de varios días a semanas) aumenta el riesgo de contaminación microbiana en el Cold Brew y afecta negativamente al sabor. Por tanto, la reducción de estos tiempos de almacena- miento en el Cold Brew elaborado en casa o en la cafetería, son beneficiosos para la calidad de la bebida.

Mientras no exista un consenso avalado por pruebas científicas, en general, lo recomendable sería que el café frío se consuma el mismo día que se elabora. En este contexto, me atrevería a comparar el Cold Brew con el café de filtro, el cual nunca se suele almacenar durante varios días, sino que normalmente se desecha después de unas horas debido a su sabor rancio. Se debe hacer, pues, lo mismo con el Cold Brew al final de la jornada laboral, a menos que tengamos las herramientas que garanticen la seguridad microbiana y la calidad del producto - esterilización por calor; pasteurización; o envasado con ácido ascórbico, aditivos o conservantes en latas, botellas o barriles-.

El riesgo de contaminación en el Cold Brew es comparable al de las bebidas no alcohólicas en barril

Estamos en los inicios de la comprensión científica de qué es el Cold Brew. Es importante no tener una opinión prestablecida en ninguna dirección y estar realmente abierto a experimentar todo el espectro de posibilidades que nos ofrece este nuevo método de extracción, pero ello lo debemos hacer sin perder de vista los peligros para la seguridad alimentaria que conlleva una deficiente elaboración y almacenamiento de esta preparación. Tanto las agencias reguladoras como la industria deben abordar la cuestión con el objetivo de establecer normas y unas buenas prácticas que nos permitan a todos disfrutar de esta espectacular bebida.

Dr. Steffen Schwarz
Fundador y Director Gerente de Coffee Consulate

Dr. Dirk Lachenmeier
Químico y Toxicólogo de Alimentos Director del CVUA Karlsruhe, Alemania y
del laboratorio oficial central de control del Café del estado federal alemán de BadenWürttemberg


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Turismo cafetero: la experiencia del café llevada al origen

El turismo cafetero no es un fenómeno nuevo, cuanto menos en países como Costa Rica, Colombia o Brasil, por ejemplo. Sin embargo, las nuevas tendencias en cuanto a demanda del consumidor se refiere, están sentando las bases para un nuevo y renovado impulso a esta actividad. Los consumidores buscan experiencias únicas y auténticas, conectarse con el café y su cultura, y los productores y sus comunidades se esmeran para ofrecerles lo que buscan.

Colombia es uno de los orígenes del café por excelencia. Entre los aficionados a este producto, el nombre de este país se asocia a tazas de gran calidad, a cafés aromáticos y de sabor suave, cuerpo alto, acidez agradable, ... Y si vamos un paso más allá, para los amantes de este producto, Colombia es, también, paisajes ca- feteros de gran belleza, con impresionantes cafetales de ladera y montaña, salpicados por pequeñas haciendas en las que el café marca el ritmo de las estaciones y de la vida en general.

De hecho, este es, tal cual, el “Paisaje Cultural Cafetero Colombiano” declarado patrimonio mundial de la humanidad por la UNESCO en junio de 2011 y, hoy día, uno de los activos más importantes de los caficultores de los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca. Ellos han encontrado en el potencial turístico de este paisaje, nuevas y prometedoras oportunidades que ahora, además, se ven potenciadas gracias a la nueva demanda de los consumidores que quieren vivir experiencias únicas y auténti- cas que les permitan disfrutar plenamente del café.

“Convertir la finca en un centro turís- tico, es una actividad que se combina con la producción de cafés especiales. Los propietarios de estos lugares no solo aprovechan los beneficios económicos que les proporciona su empresa como unidad económica, sino que están aprovechando la cultura cafetera para ofrecer una experiencia diferente. Sus propuestas fomentan el uso de prácticas recreativas, culturales y naturales dirigidas a permitir un desarrollo turístico sostenible mediante el equilibrio de los aspectos ambientales, económicos y socioculturales de la región y garantizar, así, su sostenibilidad a largo plazo, buscando proporcionar iguales o superiores beneficios a las generaciones futuras”, explica Jaime Alberto Cuervo Agudelo, presidente de Comitur, Comité Turístico Agroindustrial Chinchiná de Caldas.

Esta organización se creó en el año 2016 fruto del empeño de varios productores de café de finca de Chinchiná, territorio cafetero por excelencia, y sede de una de las más grandes y sofisticadas procesadoras de café liofilizado del mundo. Desde el inició, la misión de Comitur ha sido desarrollar actividades económicas, empresariales, ambientales, culturales, económicas, sociales y profesionales encaminadas a fomentar la cadena productiva del Turismo en su ámbito territorial y siempre bajo el emblema del Paisaje Cultural Cafetero Colombiano.

EL VALOR ÚNICO DE UN TERRITORIO

“La Unesco establece que un paisaje cultural es el producto de las diferentes acciones y actividades del hombre, aprovechadas sobre un territorio definido, cuyo ambiente es dinámico y productivo y con una interrelación directa con los pobladores de dicho contexto geográfico y sociocultural que lo cuidan, conservan y protegen, y esto es, precisamente, la esencia de nuestro territorio”, apunta Cuervo, quien, además, añade, “nuestro modelo turístico en el Eje Cafetero ofrece el hospedaje en fincas de Chinchiná, en las que los huéspedes pueden aprender sobre la historia del café, visitar el cafetal y participar en recorridos que muestran cómo es todo el proceso de producción, recolección y transformación del grano en un producto terminado a punto para ser vendido”.

En el Paisaje Cultural Cafetero de Colombia, la incorporación de un territorio al supuesto turístico colectivo se ejecuta por medio de la transformación de sus recursos en productos, la instauración de atracciones y servicios turísticos, la implementación de estrategias de promoción y comercialización y la total implicación de todos los agentes que intervienen en el diseño de ese espacio. El objetivo de todo ello es asegurar la mejor experiencia a los visitantes, pero también, el mejor provecho para los caficultores.

“Nuestros socios se capacitan en la Escuela Nacional de la Calidad del Café para conocer realmente a qué sabe su café, cómo se prepara y qué atributos tiene. Esto les permite hablar de su producto a los turistas y ofrecerlo al comprador o exportador, entendiendo que el cultivo de café es un factor de rendimiento, lo que facilita, sin duda, una nueva actitud frente al producto y que los caficultores aprovechen, realmente, toda la capacidad productiva de sus fincas”, explica Jaime Alberto Cuervo.

UN PROYECTO DE TODOS

En este tipo de proyectos turísticos, la implicación directa y estrecha de los caficultores, además de la del resto de la comunidad, es la que marca la diferencia entre los proyectos con éxito y los que no logran avanzar.

“A partir del cultivo del café y de su comer- cialización se han afianzado un conjunto de tradiciones y manifestaciones que hoy son orgullo regional y nacional y forman parte de la oferta turística y cultural de nuestro territorio. Las fiestas y ferias de cada municipio, los nombres de locales y negocios que hacen honor a la actividad cafetera, las artesanías, la gastronomía, las figuras y objetos representativos como el arriero, la mula, el machete, el “yipao”, el vestuario típico o la arquitectura de influencia española que fue adaptada, apropiada y transformada a través del bahareque son hoy, más que nunca, una característica de identidad de este paisaje. No hay ningún lugar en el mundo donde el café y la cultura estén tan entrelaza- dos como en Colombia”, insiste con orgullo el presidente de Comitur.

De hecho, esta organización es una inmejorable muestra de esta apuesta por la implicación con el territorio como base del desarrollo del turismo cafetero local. Comitur tiene una tienda de cafés en Chinchiná, “Café al Parque” (distinguida como una de las ocho mejores de Caldas), donde sirven y venden el café de los miembros de su organización y que funciona, además, como local de reunión de visitantes y locales.

Además, la entidad actúa como embajadores del café de la zona en eventos internacionales y ha participado en acciones de promoción del café de Chinchiná tan mediáticas como el doble récord Guinness que consiguió la población por la taza más grande de café del mundo, con capacidad para 22.739 litros de café y por albergar la cata de café con mayor número de participantes. Para este logro los voluntarios debían entrar uno a uno a recoger tres tazas con diferentes tipos de café -una con café La Arábiga, aportado por la Fábrica de café Buen Café Liofilizado, otra con un café de la variedad Caturra, aportado por la Meseta, y la tercera con un café de la Variedad Castillo Naranjal gestionada por Comitur-, y esperar para consumirlas al mismo tiempo que el resto de participantes. El reparto de tazas llevó cerca de 2 horas que los catadores vo- luntarios llegados de diferentes partes de Caldas, esperaron pacientes, hasta alcanzar los 1.559 participantes, y con ello asegurarse sobrepasar el último récord que ostentaba Honduras con 789 personas cantando al mismo tiempo.

“Estos reconocimientos ayuda a fortalecer la identidad cafetera de la región, una cuestión clave cuando hablamos de producto pero también de turismo cafetero. El Eje Cafetero ha logrado un posi- cionamiento destacado en los últimos años, a punto de convertirse en el segundo des- tino turístico a nivel nacional después de la Costa Atlántica, especialmente en épocas de temporada alta. Y esto nos llena de orgullo pues es un logro directamente derivado de la interacción entre todos los agentes que intervienen en el diseño turístico del Eje, en general y de la oferta local, en particular. Es decir, un logro de las relaciones que se establecen entre los propietarios del suelo, los empresarios turísticos, los consumidores, los intermediarios y los agentes públicos de los diferentes niveles de la administración”, puntualiza el presidente de Comitur quien concluye, “Nuestra oferta se dirige a turistas que no son exigentes en la comodidad o el servicio, amantes de la naturaleza que prefieren caminar que desplazarse en auto, que disfrutan del paisaje, de la vista de un pájaro, de un colibrí, del cielo, que valoran el intercambio cultural con la gente y que buscan una experiencia y aprendizaje en el tema del café. Turistas dispuestos a obtener del producto una experiencia cultural, educativa y sensitiva, que abarca desde su proceso hasta la degustación”.


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Agaete apuesta por la D.O. para su café

Desde hace más de siglo y medio, en Agaete, junto al Parque Natural de Tamadaba, enclave adscrito a la reserva de la biosfera de Gran Canaria, se cultiva café de la variedad arábica Típica entre otros árboles frutales, normalmente cítricos y tropicales.

Hasta ahora, este ha sido el único enclave en Europa donde se producía café pero la aparición de nuevas iniciativas en otros puntos ha empujado a los responsables del Café de Agaete a plantearse, entre otras iniciativas, la Denominación de Origen y promover concursos de calidad para conseguir mayor proyección para su café.

En los últimos dos años, la inercia de trabajo iniciada en el año 2003, cuando se puso en marcha el Programa de Valorización del Café de Agaete, ha ido disminuyendo paulatinamente, hasta que a mediados del pasado año se decidió articular el desarrollo de un espacio de cocreación de mesas de trabajo para buscar soluciones a los retos de futuro del café en el Valle, máximo cuando en la actualidad ya comienzan a surgir otros cultivos de café en el archipiélago y en otros puntos de Europa, que nos invita a no quedarnos inmóviles y aprovechar el recorrido ya realizado y no caer en el estancamiento.

Actualmente, la superficie total de terrenos dedicados al café en Agaete está en torno a las 3ha. En general, se trata de producciones básicamente complementarias a otros cultivos tropicales y cítricos, habiéndose alcanzado en los últimos años una producción media anual de unos 4.000 kilos de café oro listo para tostar. La mayoría de los productores no lo son a título principal, ya que desarrollan otro tipo de actividades profesionales, teniendo muchos de ellos la propiedad de las tierras de forma hereditaria, en parcelas con superficies de entre 500 m. a 2000 m. - las grandes extensiones, más de 2.500 m. pertenecen a un número muy limitado de titulares -.

EL CAFÉ UN ACTIVO ECONÓMICO PARA EL VALLE

En la base filosófica y planteamientos iniciales del Programa de Valorización del Café de Agaete, se postulaba que la comercialización de este café se realizara con una marca única de forma colectiva con la totalidad de los productores locales bajo la denominación de “Café de Agaete”. Para este cometido y dada la ausencia de maquinaria y elementos técnicos de transformación, se planteó la necesidad de dotar a la Asociación para el Fomento y Desarrollo Agropecuario de Agaete Agroagaete con un equipamiento moderno, que actuara como centro de transformación de toda la producción local, con la puesta en servicio de la “Casa del Café de Agaete”, Centro de Interpretación, Transformación y Degustación del Café, en colaboración con el Ayuntamiento de Agaete, el Cabildo Insular de Gran Canaria, y la Obra Social de la Caja de Canarias. Casi 18 años después, el recurso sigue sin estar en servicio, y sus obras totalmente finalizadas, a la espera de su inauguración.

De hecho, su puesta en funcionamiento tiene una gran demanda social, ya que hasta el momento, el café se ha convertido en un recurso cultural y turístico importante de Agaete y de la isla de Gran Canaria para el disfrute de todos. Ha repercutido positivamente en la actividad económica del municipio y la vinculación producto-territorio ha hecho que se convierta en un reclamo principal junto a las riquezas naturales y paisajísticas del municipio, que hacen programar a los visitantes una cita casi obligada para conocer el norte de la isla y este cultivo histórico.

FORMACIÓN, CONCURSOS Y DENOMINACIÓN DE ORIGEN

Actualmente existen tres fincas agrícolas totalmente consolidadas a nivel empresarial que funcionan como recurso turístico, y una de ellas como escuela de café, articulando un programa de visitas en torno a la temática de esta bebida aromática, con una experiencia completa desde el cultivo hasta su degustación final.

Es así que estamos convencidos que si pudiera darse una apuesta decidida y coordinada entre las administraciones a nivel municipal, insular y regional, con una estrategia conjunta para acometer cada uno de los retos finalistas del Programa de Valorización del Café de Agaete, podríamos contar con la primera denominación de origen de este producto en un marco europeo con todos los beneficios que conlleva el citado reconocimiento a nivel gastronómico.

Para conseguirlo, en las mesas de trabajo para buscar soluciones a los retos de futuro del café en el Valle, se han sentado las bases para dar un giro al sector y a la plataforma social Agroagaete, como entidad representativa del café de Agaete, de modo que se pueda potenciar la marca propia del café de Agaete y trabajar su convivencia armoniosa con el resto de submarcas de los cafés de las fincas de este territorio. También se apuesta por la certificación externa de calidad ecológica; la conformación de un panel de cata local; un plan de formación personalizado para el sector; la generación de un semillero colectivo anual para aumentar la producción y superficie de cultivo; y la convocatoria de un concurso de la Taza de la Excelencia de café de fincas, entre otros proyectos que contribuyan a la consolidación y proyección del café de Agaete.

Germán Sosa Perdomo - Grado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos. Colaborador Técnico Asociación Agroagaete
José Manuel Sosa Medina - Ingeniero Técnico Agrícola, Colaborador técnico Asociación Agroagaete, Presidente y equipo directivo de la Asociación Agroagaete

CRECE EL PARQUE CAFETERO DE AGAETE

El pasado mes de mayo, el Cabildo de Gran Canaria entregó 5.000 cafetos a Agroagaete para incrementar la superficie de cafetales del municipio y proseguir con la recuperación de este cultivo. Los plantones distribuidos eran de la variedad Typica, procedentes de semillas de cafetales antiguos del Valle de Agaete y que han sido cultivados en los viveros de la Granja Experimental del Cabildo, donde también disponen de viñas y olivos para entregar a los agricultores de la zona. En los invernaderos de esta Granja se atesoran más de 10.000 ejemplares de 60 especies frutícolas del mundo, siendo las de café las más cuantiosas, con más del 50% de las plantas que allí se produce para distribuir. De hecho, la producción de café se incrementó hace una década y de una media anual de 1.000 plantas se ha llegado ya a las 5.000-6.000 actuales.

Según diversos documentos, la llegada del café a las Islas Canarias se debe a los inmigrantes canarios que a finales del siglo XVIII volvía a sus hogares desde Venezuela y Cuba. Fue en esa época que el rey Carlos III ordenó al Marqués de Villanueva del Prado, Alonso Nava Grimón, la creación del Jardín Botánico de La Orotava, un lugar donde catalogar las plantas y árboles de las Islas Canarias y cultivar semillas y plantas exóticas, entre ellas, el café. En poco tiempo, el café llegó a Gran Canaria desde Tenerife y en el Valle de Agaete encontró calidad de suelo agrícola y las condiciones climáticas ideales para su producción.

Hace unos setenta y cinco años, en Agaete se producían unas diez toneladas anuales de café, que poco a poco fueron disminuyendo hasta casi desaparecer, con poco más de 400 kilos de producción. Era el año 2002 y fue entonces cuando Agroagaete junto al Cabildo de Gran Canaria, el Ayuntamiento de Agaete, y Aider Gran Canaria decidieron recuperar el cultivo para el Valle.

Poco tiempo después, Albert Solà, el que fuera primer director de Fórum Café, conoció el Café de Agaete y tras probarlo dio cuenta del potencial de los granos producidos en el Valle. Solà lo definió como un café de gran calidad, poco ácido, de cuerpo estable y de gusto afrutado y dulce que recuerdan al chocolate y a la regaliz.

*Puedes acceder a la revista Fórum Café nº83 completa aquí.


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Café convencional: ¿Más saludable que el café orgánico?

Nikolai Kuhnert es catedrático de química analítica en la Universidad Jacobs de Bremen (Alemania). Ha trabajado en Oxford, Cambridge y en la Universidad de Surrey, en Inglaterra y también pasó, en el 2012, ocho meses en España, colaborando con el CSIC en Madrid y Murcia. Su reciente trabajo de investigación concluye que el café orgánico contiene menos cantidad de ácido clorogénico que el café regular, sin que las investigaciones hayan podido determinar, todavía el porqué.

El ácido clorogénico (CGA) está presente en muchas frutas y vegetales pero el café es el principal proveedor natural para la nutrición humana. El café contiene alrededor de un 10% de este tipo de ácidos en los granos, de los cuales 200 mg terminan en una taza de café (200 ml) -en un grano verde de café Arábica hay 45 CGA diferentes-.

El papel de las CGA en la planta y granos de café, a día de hoy, sigue siendo especulativo. Aunque se supone que sirve para proteger a las plantas del estrés biótico, por ejemplo, virus, bacterias, hongos y herbívoros. En los seres humanos, por el contrario, su función está clara. El ácido clorogénico actúa como antioxidante y se le atribuyen numerosas propiedades beneficiosas para la salud, algunas de las cuales han sido tema de estudio en numerosas investigaciones recientes, evidenciándose su efecto hipoglucemiante, antiviral, hepatoprotectora y nutraceútica. Es, por ejemplo, en el ácido clorogénico que se identifica entre otros efectos, la bondad del café contra la diabetes 2; para actuar como paliativo frente a una lesión isquémica o como protector contra el deterioro de la visión y posible ceguera por degeneración de la retina.

El catedrático Nikolai Kuhnert en su estudio sobre la composición química de las plantas indicadas para el consumo humano y la química detrás del procesamiento de alimentos (tostado de café, fermentación de té y cacao, etc.), se ha marcado como objetivo averiguar cuál es la composición química de los alimentos procesados, cómo se forman estos compuestos y cuáles son sus consecuencias para la salud humana. Las conclusiones en su trabajo con el café han puesto en evidencia diferencias importantes entre los cafés orgánicos y convencionales, las cuales van mucho más allá de su método de producción y que tienen al ácido clorogénico como principal protagonista.

“Ha sido un trabajo colaborativo entre el profesor Daniel Granato de Brasil y nuestro grupo de investigación. El profesor Granato visitó alrededor de 70 plantaciones de café brasileñas y tomó muestras, que envió a Alemania para su análisis químico”, explica Kuhnert. “Lo más interesante ha sido la evidencia de que el café orgánico contiene, de media, menos cantidad de CGA en comparación con el café cultivado convencionalmente. Por el momento, no sabemos a qué responden estas diferencias y solo podemos especular”.

Ahora bien, todo indica, según el propio Kuhnert, que el CGA es un compuesto de defensa producido por la planta bajo estrés y por tanto, el café orgánico parece estar menos estresado en comparación con el café convencional. “Esto es contrario a la intuición, ya que supondría que el uso de pesticidas da como resultado una menor exposición a organismos-plaga. Es por ello que asumimos que los pesticidas en sí mismos inducen el estrés a la planta, actuando como un disparador externo para la producción de CGA. Este mismo efecto ya lo hemos visto en otras plantas expuestas a toxinas ambientales, donde la producción de metabolitos secundarios aumenta”.

Según Nikolai Kuhnert, diferentes prácticas orgánicas en diferentes países podrían dar diferentes resultados en la cuantificación de ácidos clorogénicos, aunque la mayor diferencia vendría dada por la variedad del cafeto. “Asumiría pequeñas diferencias respecto a los cafés orgánicos según su origen, aunque su variedad es la que realmente marcará el resultado, ya que el café Robusta produce un nivel mucho más alto de CGA que el café Arábica”.

PRODUCCIÓN SOSTENIBLE VS. SALUD

El contenido de ácido clorogénico en el café ha sido hasta el momento un elemento importante para identificar este producto como una bebida saludable. Con los resultados del estudio de Kuhnert, el debate más/menos saludable para nuestra salud pero más/menos saludable para el medio ambiente gana protagonismo.

“El café orgánico se mantiene como una opción saludable debido a inexistencia de residuos de pesticidas en su producción y en el producto (aunque es un problema menor en el café, ya que la piel de la cereza de café expuesta a los pesticidas se quita durante el procesamiento). El café orgánico también mejora la sostenibilidad y la biodiversidad. Es por ello que nuestros hallazgos no deben disuadir a los clientes de seguir comprando café orgánico. Sin embargo, los resultados sugieren que si un cliente de café orgánico desea beneficiarse completamente de los efectos positivos de los CGA sobre la salud, necesita disfrutar una taza más al día para compensar las cantidades reducidas de este ácido en estos cafés”, aclara Nikolai Kuhnert.

ANTIVIRAL COVID-19

Entre los proyectos más inmediatos de este catedrático está seguir estudiando la química del café, pero también analizar las posibilidades de CGA contra la COVID-19. “Tenemos un proyecto que analiza el efecto de los CGA en las infecciones por el coronavirus. Hace unos años demostramos que los CGA del café tienen un efecto antiviral sobre la influenza. La idea, ahora, es que los CGA del café detengan la interacción entre la proteína de la COVID-19 y su receptor humano en el tracto respiratorio superior y digestivo. Por tanto, el café podría reducir el riesgo de infección”. 

Un trabajo que de dar buenos frutos será, sin duda, una excelente noticia.

*Puedes acceder a la revista Fórum Café nº84 completa aquí.