Tras varios meses de conflicto en Ucrania, las consecuencias de este episodio sin precedentes en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, empiezan ya a notarse en la economía mundial. La reacción de muchos países a la invasión rusa ha sido imponer unas sanciones sin precedentes a este país, que dañan el corazón de la economía rusa, tratando de afectar lo menos posible a las economías propias de cada estado, aunque el eco a través del incremento de costes de los carburantes, especialmente del gas y del petróleo, y la infl ación podría afectar al crecimiento global. En este escenario, el café no es una excepción y aunque parece que la caída del consumo en Rusia y Ucrania, cuarto y undécimo país importador de este producto a nivel mundial, no se espera que tenga un gran impacto en el precio del café, si lo están teniendo otras cuestiones colaterales a esta guerra, como las ya mencionadas sanciones a Rusia y la subida, entre otros, del precio de los carburantes, pero, también, de los fertilizantes, muy importantes para el cultivo de café en muchos países de origen.

Ara Zohrabian, experto analítico sénior en IFCMarkets Corp, es una de las voces en análisis técnicos del mercado del café de mayor referencia a nivel internacional. Su conocimiento profundo e integral de los mercados financieros mundiales, ayuda a diario a traders de muchos países a comprender los movimientos clave del mercado y a hacer sus propios pronósticos. Antes del cierre de este numero, en mayo, con todos los datos disponibles en ese momento, le pedidos su punto de vista sobre cómo puede afectar al precio del café, el conflicto Rusia-Ucrania. Su opinión es la que sigue.

A la complicada situación de bajas cosechas de café, pandemia, falta de contenedores, flujos migratorios, y falta de mano de obra, hay que sumar, ahora, al panorama cafetero internacional, la guerra en Ucrania. En 2020, Rusia y Ucrania consumieron 6,26 millones de sacos de café de 60 kg, lo que representa el 3,8% del consumo mundial, según el Informe de mercado de febrero de ICO. Todo hace prever, sin embargo, que esta demanda disminuya, principalmente, debido a la menor importación de Ucrania. Rusia, muy probablemente, también, dejará de comprar algo de café, aunque sus importaciones disminuirán menos, con lo que según mis cálculos, la caída de la demanda podría rondar el 15% en el volumen de importaciones anuales en 2022. Por tanto, la situación apunta a que una disminución fraccional de estos consumos a causa de la guerra tendrá un efecto limitado en el mercado global y todo haría pensar, además, que este efecto disminuirá a medio plazo. Ahora bien, los efectos indirectos del conflicto entre Rusia y Ucrania sí son los que pueden tener un mayor impacto y efecto más pronunciado en el mercado internacional del café. Me refiero a mayores dificultades logísticas y a mayores costos de insumos para los productores de café en forma de fertilizantes más caros.

INFLACIÓN AL ALZA

El mundo está experimentando una alta inflación persistente y los principales bancos centrales han comenzado a aumentar las tasas de interés para combatir la alta inflación, la cual, me temo, se mantendrá durante algún tiempo más. Mis previsiones apuntarían hacia una situación en que el café continuará sumido en una tendencia alcista a corto y medio plazo antes de que alcancen su punto máximo, ya que no se prevé una caída esencial en el consumo mundial – en mi opinión solo existe una pequeña probabilidad de una recesión en la Unión Europea en 2022, en el rango de un 10% a 15% – o un aumento en la oferta (en esta previsión excluyo, por supuesto, los peores escenarios de guerra entre la OTAN y Rusia).

LAS SANCIONES A RUSIA Y EL PRECIO DEL CAFÉ

Lo que si va a tener un efecto directo y alcista en los precios del café son las sanciones contra Rusia, debido al aumento de los costos de los fertilizantes. Rusia es un importante productor mundial de los tres nutrientes principales presentes en los abonos utilizado en la caficultura: nitrógeno, fosfato y potasio, de los que únicamente en 2018, este país concentró el 16,5%, 12,7% y 16,5%, respectivamente, de las exportaciones mundiales. En respuesta a las sanciones occidentales, Rusia ha creado una lista de 48 países «antipáticos» que considera que han «cometido acciones hostiles» contra ellos. Para muchos de estos estados, Rusia es una fuente destacada de importaciones de fertilizantes, por lo que los obstáculos a las exportaciones rusas de estos nutrientes tendrán un impacto inflacionario en los precios de estos productos y por ende, en los del café.