Desde hace ya meses, el mercado internacional del café anda revuelto y a medida que se van confirmando las producciones presentes, cada vez resulta más claro que la oferta quedará corta frente a la demanda de este próximo año, por lo que poco o nada apunta a que los precios del café vayan a bajar en los próximos meses.

Las especulaciones, poco a poco, van dando paso a la realidad y las noticias que llegan desde muchos países productores confirman una bajada generalizada de las producciones de café para este año, lo que unido a la progresiva desaparición de stocks en los puertos de destino, presenta un escenario cada vez más claro de déficit de café para este 2022 e incluso para los siguientes años o, cuanto menos, para los más inmediatos.

“La Producción del café no es como la producción de petróleo. La del oro negro con una buena inversión es posible, en cuestión de meses, aumentar el número de plataformas petroleras y lista la solución. Con ello se consigue remontar y aumentar la producción de petróleo. Pero en el caso del café es completamente imposible recuperar la producción de un día para otro. Se requiere como mínimo un año para conseguirlo y para ello es imprescindible que, además, la climatología se ponga del lado del café, pues si no es así, no hay nada que hacer, y ninguna inversión resulta útil”, comenta el trader Alessandro Paladin en el foro de Investing, donde hace meses expertos en mercados, traders y productores debaten sobre el futuro del mercado del café.

Dignidad Cafetera: «El precio del café superará fácilmente los 3$ y es cuestión de tiempo que los 2$ actuales parezcan un precio barato»

Según las más recientes comunicaciones, la situación de la producción de café en Brasil se ha complicado mucho durante el último trimestre de 2021, en el que las consecuencias de dos años de problemas climáticos se han hecho claramente visibles. Los impactos de la sequía son cada vez más evidentes en los cafetales y, según Alysson Fagundes, investigadora de la Fundación Procafé, “la floración no se ha llegado a afianzar, por lo que las posibilidades de una buena cosecha de Arábica está cada vez más distante. Brasil sufre un déficit hídrico muy grave, y aunque a principios de octubre llovió en las principales zonas de producción, aliviando ligeramente las condiciones de sequía, no fue suficiente para recuperar el potencial productivo de las plantas”.

Y así lo confirman desde la correduría de café, Oficina de Carvalhaes quienes dan por perdida una buena cosecha este año. “Las lluvias que comenzaron a caer desde principios de octubre no detendrán instantáneamente el ciclo de pérdidas, y mucho menos recuperarán lo que ya se ha perdido para el año que viene”.

Según la Fundación Procafé, los cafés sembrados en los puntos más altos y los cafés de regadío son actualmente los únicos que presentarían unas condiciones más favorables para la próxima cosecha.

CAÍDA GENERAL DE LA PRODUCCIÓN MUNDIAL DE CAFÉ

Pero no solo Brasil está sufriendo problemas en la producción. En Guatemala, por ejemplo, la cosecha está mermada entre un 30% y un 40% y en Honduras, según algunas voces, la caída de la producción podría llegar hasta el 55%.

En Colombia las cosas no van mucho mejor y la reducción de la cosecha en el Suroeste Antioqueño es de más del 50% como consecuencia directa de un invierno duro que no ha permitido la floración de los cafetos, y de ahí la poca cosecha, y el miedo, también de los productores, de que si las condiciones climáticas persisten, la próxima cosecha también será pobre.

Más al sur del país, en el Huila, que en la última década ha logrado desplazar a Antioquia como el departamento con mayor área cultivada de café en el país, las expectativas no son mejores y algunos productores cuantifican la cosecha actual como un 57% menor a la del año anterior. Todo ello ha hecho recalcular a la Federación Colombiana de Cafeteros las estimaciones de producción para este año, que situarían entre los 13 y 13,5 millones de sacos, después que las lluvias provocadas por La Niña frenaran los rendimientos.

EL PRECIO DE LOS FERTILIZANTES, UN COSTO AÑADIDO AL ALZA

Pero no solo los problemas climáticos están afectando a la producción y la llegada de café al mercado, hechos como el encarecimiento de los fertilizantes, la falta de contendores o la retención de café ya comprometido para intentar revenderlo a precios actuales, empeoran el panorama.

En Vietnam, por ejemplo, donde las lluvias no han escaseado, la producción 2021-2022 se estima en 29 millones de sacos, 3 millones por debajo de la anterior previsión de 31 millones de sacos, que se ha rebajado, según Simexco Daklak, por los altos precios de los fertilizantes que han provocado que muchos caficultores no aplicaran este año la segunda ronda de estos abonos en sus plantaciones, lo que ha reducido su productividad.

En Honduras, aseguran, en cuestión de 4 meses el fertilizante ha subido más de 300lps (11€ aproximadamente) y esto está provocando que algunas fincas estén siendo abandonadas, mientras que en Antioquia (Colombia) el productor Juan David Gomez Bolivar explica que actualmente paga casi un 100% más por sus fertilizantes.

PRECIOS, ¿SOSTENIBLES O INSOSTENIBLES?

Los precios del café Arábica han subido un 60% tan solo durante 2021. Mientras el mercado del café Robusta se ha mantenido más o menos estable, el del Arábica se ha disparado y las expectativas de producción ya comentadas, no auguran cambios en esta tendencia.

“La realidad actual es que las proyecciones de cosecha en Brasil para el año cafetero 2021 – 2022 son muchísimo menores a la cosecha de 2020 – 2021, por lo cual, en estas circunstancias, el superávit de los últimos años se termina, dando paso a la escasez de café para el año 2022 y probablemente el 2023. En consecuencia, nos esperan precios altos por varios meses por no decir años”, comenta Alesandro Paaladin.

“El déficit de la cosecha 2021/22 es de 17 millones de sacos al comparar producción proyectada de 157 millones de sacos con demanda de 173 millones, en la que ya se incluye el consumo de China de 4 millones, no considerada por algunos analistas. La próxima cosecha 2022/23 también será deficitaria por sequías y heladas en este año en Brasil y es así que esta situación eliminaría los inventarios en los países importadores y todos somos conscientes de la inexistencia de inventarios en los países productores. Así pues, por primera vez en la historia comercial del café, el mundo se encontrará sin inventarios de este producto y una oferta deficitaria. El precio superará fácilmente los 3$ y es cuestión de tiempo que los 2$ actuales nos parezcan un precio barato”, apuntan desde el gremio de cafeteros de Colombia, Dignidad Cafetera.

Esta escasez y por tanto precios altos, podría acusarse más todavía por las prácticas de los tres mayores productores de café Arábica del mundo, Brasil, Colombia y Etiopia, que están ya experimentando un aumento en las tasas de incumplimiento de las ventas acordadas previamente, habiéndose limitado, en muchos casos, las entregas de algunos cafés por parte de los productores para poder intentar colocarlos de nuevo en el mercado a los precios actuales más altos de los que había en el momento de la negociación inicial a futuros.

Además de ello, los problemas logísticos persisten y lejos de haberse solucionado parece que la falta de contendedores y el aumento del coste del transporte podría persistir. “Trasladar el café de Vietnam a Europa se ha multiplicado por diez y esto ha causado pánico en el mercado”, explica Carlos Mera, jefe de investigación de mercados agrícolas de Rabobank.

Ahora bien, pocos son los que consideran que esta subida de precio del café vaya a afectar de forma notable la demanda de los consumidores y mucho menos la de los cafés especiales y cafés certificados. “Que los precios son insostenibles porque afecta al bolsillo del consumidor, no es un argumento válido, ya que el aromático no es un artículo de primera necesidad sino un artículo de lujo, por lo cual quienes lo consumen son personas que tienen cierto poder adqui- sitivo y en consecuencia, porque el café suba algunos centavos no van a dejar de consumirlo”, afirma, muy seguro, Alessandro Paladin…

Fuentes: Ivesting