Café y queso: una combinación sorprendente

La combinación de café y queso no es algo nuevo, pero está ganando popularidad en todo el mundo, especialmente en el universo del café de especialidad. Este tipo de café, conocido por su calidad y perfiles únicos, encuentra en el queso un aliado perfecto para resaltar sus matices y crear experiencias gastronómicas únicas.

Maridajes internacionales que inspiran

Kaffeost en Finlandia y Suecia: Una tradición que mezcla café caliente con el queso leipäjuusto, también llamado “queso de pan”. El queso absorbe el café, aportando una textura y sabor singulares.

Colombia: Aquí, el café de especialidad se sirve con trozos de queso fresco que se derriten ligeramente en la taza, creando una combinación cremosa y deliciosa.

Tipos de café y quesos: ideas para maridar

1. Café de cuerpo robusto con quesos curados: Cafés intensos como los de Sumatra o Etiopía armonizan perfectamente con quesos curados como manchego o parmesano. La profundidad de sabores crea una experiencia inolvidable.

2. Café con notas frutales y quesos frescos: Cafés colombianos o keniatas, famosos en cafeterías especialidad, resaltan sus notas afrutadas cuando se combinan con quesos frescos como mozzarella o ricotta.

3. Café con notas achocolatadas y quesos cremosos: Los quesos como brie o camembert realzan los perfiles dulces y achocolatados de algunos cafés de especialidad.

4. Cold brew y quesos de cabra: El café frío, con su acidez y frescura, encuentra en los quesos de cabra un complemento ideal para una experiencia ligera y refrescante.

Explora maridajes en casa

Elige un buen café: Busca opciones en cafeterías de especialidad cerca de tí para obtener granos frescos y de calidad.

Prueba quesos variados: Juega con quesos frescos, curados o cremosos para descubrir tus combinaciones favoritas.

Ajusta temperaturas: Experimenta con café caliente, templado o frío para ver cómo evolucionan los sabores.

Sé creativo: Combina cafés comerciales con quesos gourmet y otros ingredientes como frutas o frutos secos.

Conclusión

El café de especialidad y el queso son dos mundos que, al unirse, pueden transformar cualquier momento en una experiencia inolvidable. Ya sea en cafeterías de especialidad o en casa, atrévete a experimentar con diferentes perfiles y texturas. Descubrirás cómo esta combinación puede desafiar lo convencional y llevar tu amor por el café a un nivel completamente nuevo. ¡Prepárate para sorprender a tu paladar!


Cómo el Café Potencia el Sabor Dulce de los Alimentos

El café no solo es una bebida estimulante y versátil; también es un aliado inesperado en la cocina para resaltar sabores. Uno de los aspectos más fascinantes del café es su capacidad de potenciar el sabor dulce de los alimentos. Esto se debe a una combinación de su perfil de sabor único y sus propiedades químicas, que interactúan de manera sorprendente con los ingredientes dulces.

El Perfil de Sabor del Café

El café tiene una amplia gama de notas aromáticas y sabores que van desde lo afrutado y floral hasta lo especiado y amargo. Estas características varían según el tipo de grano, su origen y el método de tostado.

Cuando se combina con alimentos dulces, el amargor natural del café actúa como un contrapeso que realza la percepción del dulzor. Este fenómeno, conocido como contraste gustativo, es clave para entender cómo el café transforma las experiencias gastronómicas.

La Ciencia Detrás del Contraste

Los compuestos amargos del café, como los alcaloides y los ácidos clorogénicos, estimulan nuestras papilas gustativas de manera que los sabores dulces se vuelven más prominentes. Además, el café contiene notas ácidas y tostadas que complementan la dulzura y añaden complejidad al sabor general.

Por ejemplo, acompañar un trozo de pastel de chocolate con una taza de café negro no solo amplifica el dulzor del chocolate, sino que también resalta sus notas cálidas y ricas. De manera similar, una galleta de mantequilla combinada con café adquiere una dimensión más profunda de sabor.

Maridajes Perfectos

Si bien el café puede potenciar el sabor dulce de muchos alimentos, ciertos maridajes son especialmente destacables:

1. Postres a base de chocolate: Brownies, mousses y tartas de chocolate se complementan maravillosamente con café oscuro y robusto.
2. Frutas dulces: Higos, plátanos y mangos combinan bien con café de tueste medio, que tiene notas más suaves.
3. Pastelería y bollos: Croissants, galletas y donuts se benefician del contraste entre su dulzura y la intensidad del café.

El Café como Ingrediente

Más allá de ser una bebida de acompañamiento, el café también puede ser un ingrediente clave en recetas dulces. Desde tiramisú hasta helados, su incorporación a las preparaciones realza los sabores y añade un toque único. Incluso una pizca de café molido puede transformar una masa para galletas o un frosting de vainilla.

Consejos para Sacarle el Máximo Provecho

1. Elige el café adecuado: Un café de tueste ligero suele tener notas afrutadas que complementan postres frescos, mientras que uno de tueste oscuro es ideal para sabores ricos e intensos.
2. Controla la intensidad: Si el café es demasiado fuerte, podría opacar los sabores dulces. Ajusta la proporción según tus preferencias.
3. Experimenta con especias: Agregar un toque de canela o vainilla al café puede realzar aún más los sabores dulces.

Conclusión

El café es mucho más que una bebida energizante; es un potenciador de sabores que puede transformar la forma en que disfrutas de los alimentos dulces. Desde acompañar un postre hasta convertirse en el ingrediente estrella de una receta, el café ofrece infinitas posibilidades para los amantes de la gastronomía.

¡Así que la próxima vez que disfrutes de un dulce, acompáñalo con una taza de café y experimenta la magia por ti mismo!

 


Café y vino: similitudes y diferencias

El café y el vino, a pesar de sus diferencias en cuanto a zonas de producción, procesos de elaboración y componentes, comparten el hecho de ser productos con una cultura propia y de ser bebidas apreciadas por una gran mayoría de la población, desde la finca o el viñedo hasta la taza o la copa.

La historia detrás de cada sorbo
La uva y el café, o, si se prefiere, la vid y el cafeto, son dos plantas con una larga tradición a lo largo de la historia de la humanidad. Los primeros vinos documentados ya aparecen en la antigua Mesopotamia, una de las primeras grandes civilizaciones, mientras que el consumo de café tiene sus raíces en la antigua región de Kaffa, en Etiopía. Los registros más antiguos del uso del café datan del siglo IX, aunque su popularización comenzó en el mundo árabe durante el siglo XV, extendiéndose luego a Europa y el resto del mundo.

Zonas de Producción y condiciones de cultivo
El café se produce principalmente entre los dos trópicos, Cáncer y Capricornio, en un área conocida como el "cinturón del café". Este cinturón abarca regiones tropicales y subtropicales, como América Latina, África y algunas zonas de Asia. Las condiciones ideales para el cultivo del café son temperaturas entre los 18 y 24 grados Celsius, con altitudes elevadas, lo que le confiere una gran complejidad y diversidad de sabores.

Por otro lado, el vino se cultiva en áreas con climas más templados, como las regiones vinícolas de Europa, América del Sur, California y Australia. Las uvas requieren un clima cálido pero no excesivamente caluroso, con inviernos fríos que ayudan a preservar la acidez de la fruta. En ambos casos, tanto el café como el vino están sujetos a condiciones climáticas muy específicas que afectan directamente a su sabor final.

Procesos de Elaboración
El proceso de elaboración de ambos productos es complejo y artesanal, aunque con diferencias significativas. El vino se obtiene mediante la fermentación de las uvas, un proceso que puede variar dependiendo del tipo de vino que se quiera producir. Este proceso implica una serie de etapas como la cosecha, la fermentación, el envejecimiento y el embotellado. En el caso del café, se recoge el grano de las cerezas de café, que luego se seca, tuesta y muele para extraer la bebida. El tueste del café es especialmente importante, ya que influye directamente en el sabor y la intensidad del producto final.

Ambas bebidas también cuentan con una gran variedad de estilos y calidades, que van desde opciones más comerciales hasta producciones de alta gama. En el caso del vino, las diferencias de varietales, el envejecimiento en barricas y el tipo de uva utilizada marcan las distinciones más notables. Para el café, el origen de los granos, el proceso de cultivo, la altitud y el tipo de tueste definen la experiencia sensorial.

Similitudes en el disfrute y la cultura
A pesar de sus diferencias, café y vino comparten un punto en común: son dos bebidas profundamente arraigadas en la cultura de muchos países. Ambos son símbolos de rituales sociales, momentos de encuentro y placeres cotidianos. En muchas culturas, disfrutar de un buen café o de un buen vino es mucho más que un simple acto de consumir una bebida; es un momento de disfrute, de conexión y de apreciación.

Además, tanto el vino como el café tienen una rica tradición de catas y maridajes. En el caso del vino, se realiza una cata para evaluar su color, aroma, sabor y estructura. El café también se somete a un proceso de cata, donde se evalúan aspectos como el cuerpo, la acidez y el sabor residual. Los expertos en cada bebida utilizan su paladar para detectar las sutilezas que hacen que un vino o un café sean excepcionales, y existen eventos dedicados exclusivamente a estas experiencias sensoriales.

Café y vino, aunque distintos en su naturaleza y procesos, son bebidas que nos invitan a descubrir nuevas sensaciones, a sumergirnos en historias de tierras lejanas y a disfrutar de la cultura y la tradición que cada una de ellas encierra. Al final, tanto el café como el vino son más que simples bebidas: son una celebración de la vida, del trabajo artesanal y de la diversidad del mundo natural.


Descubre tres métodos para preparar café frío

En el mundo del café, existen numerosos métodos de preparación que brindan una amplia gama de sabores y experiencias sensoriales. Dos de los métodos más populares para obtener una taza de café frío y delicioso son el Cold Brew y el Cold Drip, a los que se suma, ahora, el Fast Brew. En este artículo, exploraremos las diferencias entre estos métodos, tanto en términos de preparación como de evaluación sensorial de la bebida resultante.

Aunque fueron los millennials los principales impulsores del crecimiento inicial del cold brew y el cold drip, el consumo de estas bebidas frías está experimentando un aumento en la demanda de otros muchos grupos de edad. Según el informe mundial de Allegra sobre el café frío, se observa un crecimiento constante del consumo de café frío en todas las franjas de edad. Los consumidores de 45 a 59 años han aumentado su consumo en un 29%, mientras que los grupos de edades de 30 a 44 y los menores de 30 años lo han incrementado en un 27%.
Esta creciente popularidad de las bebidas de café frío ha dado lugar a su incorporación en la oferta de muchos establecimientos de hostelería, sobre todo cafeterías de especialidad, el lanzamiento de productos para el lineal del supermercado y, también, la entrada en juego de una tercera elaboración, aparentemente más sencilla que el Cold Brew y el Cold Drip, pero más auténtica, según muchos puristas del café, el Fast Brew Coffee.

Preparación

Cold Brew

La preparación de la bebida con este método, se sumergen los granos de café molidos en agua fría durante un período prolongado, generalmente entre 12 y 24 horas. Durante este tiempo, los compuestos solubles del café se disuelven lentamente, creando un extracto concentrado de sabor. Una vez finalizado el tiempo de extracción, el líquido se filtra para eliminar los posos, obteniendo un concentrado de café listo para diluirse con agua o hielo antes de ser consumido.

Cold Drip

La preparación de la bebida con este método implica un proceso de goteo lento y constante de agua fría a través de una cama de café molido. La extracción se lleva a cabo gota a gota, y generalmente tarda entre 3 y 12 horas. Este método requiere un equipo especializado, como un dripper de goteo frío o un dispositivo de torre de goteo. A medida que el agua fría atraviesa lentamente el café molido, se extraen los compuestos solubles, produciendo una bebida con menos sedimentos en comparación con el Cold Brew. Además, a diferencia de este otro método de elaboración de café en frio, el Cold Drip una vez extraído, se puede beber directamente, sin necesidad de ser diluido.

Fast Brew

La preparación de esta bebida, también conocida como Japanese Iced Coffee, se basa en el filtrado del café en caliente directamente sobre hielo depositado, por ejemplo, en la parte inferior de una kemex, una kalita, o una V60, logrando un rápido enfriamiento de la extracción. Para equilibrar la bebida por la presencia de este hielo, la proporción de agua y café en la preparación debe modificarse ligeramente, hasta lograr una especie de concentrado que en contacto con el hielo se equilibrará, dando lugar a una bebida ligera y agradable. Para ello deberemos asegurarnos que la suma total del porcentaje de agua caliente y el agua del hielo se corresponda con la cantidad de agua del ratio de nuestra receta elegida. Además, el café se deberá moler más fino que para preparar el Cold Brew o el Cold Drip porque se utiliza menos agua para infusionarlo.

Evaluación Sensorial

Tanto el Cold Brew como el Cold Drip ofrecen perfiles de sabor únicos y pueden apelar a diferentes preferencias. Al no entrar en juego el factor de la temperatura del agua en la ecuación de la elaboración, los aromas son más sutiles y menos intensos y el rango de compuestos solubles extraídos es, también, distinto, dando lugar a bebidas con sabores y aromas sustancialmente diferentes a los asociados, tradicionalmente, con el café.
El Cold Brew, por ejemplo, se caracteriza por su cuerpo suave y sedoso, con una acidez más baja en comparación con otras preparaciones en caliente. El largo tiempo de extracción produce sabores dulces, notas de chocolate y caramelo, y a menudo se describe como más concentrado y robusto. Los aficionados al Cold Brew aprecian su sabor completo y la capacidad de disfrutarlo diluido o como base para bebidas de café mezcladas con otros ingredientes.

Por su parte, el Cold Drip se destaca por su claridad y delicadeza en el sabor. Al utilizar un proceso de goteo lento, se obtiene una bebida más liviana en cuerpo y una acidez más pronunciada en comparación con el Cold Brew. Los sabores frutales y florales se destacan en el Cold Drip, ofreciendo una experiencia sensorial brillante y refrescante. Esta preparación es ideal para aquellos que prefieren sabores más sutiles y una taza de café frío más ligera.

En cuanto al Fast Brew, a diferencia de estos otros dos métodos que utilizan agua fría durante largos periodos de tiempo, el Japanese Iced Coffee es una taza de café helado con sabores más vibrante, más compleja y con una acidez más pronunciada


EL CAFÉ, PATRIMONIO INMATERIAL DE LA HUMANIDAD

La cultura del café se ha desarrollado con personalidad propia en muchos países, y lejos de la aparente globalización que aparecería asociada a ciertas tendencias, lo cierto es que en las costumbres asociadas a la preparación y consumo de café, en muchos lugares traspasan la bebida para convertirse en un bien gastronómico, cultural e incluso turístico diferente a cualquier otro.

El café es una bebida omnipresente en prácticamente todo el planeta. A pesar de que su producción se concentra en poco más de 80 países, el café se consume en todo el mundo, donde la elaboración y degustación de este producto ha sido adaptado a los paladares de las diferentes culturas gastronómicas, dando lugar a técnicas de preparación e incluso de consumo, únicas, tanto que han sido reconocidas a nivel internacional por su singularidad.

PATRIMONIO INMATERIAL DE LA HUMANIDAD​

Una de las muestras más importantes de ello es la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad otorgado por la Unesco a la cultura y tradición del café a la turca, en el que este organismo de las Naciones Unidas ha identificado una serie de técnicas de preparación especiales y una rica cultura tradicional que forma parte del patrimonio de Turquía, como lo confirma el hecho de que el café a la turca es celebrado en la literatura y las canciones y constituye un elemento indispensable en los actos sociales de este país.

Y es que, el café en Turquía es un símbolo de hospitalidad y amistad que impregna todos los ámbitos de la vida, tanto, que los conocimientos y ritos vinculados a su preparación y degustación se transmiten entre los miembros de la familia mediante la observación y la participación.

Esta importante vinculación del café con la Sociedad turca es la misma que ha llevado a Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Omán y Qatar a conseguir la inscripción del café árabe en la Lista Representativa del Patrimonio Cultual Inmaterial de la Humanidad. Aunque el café árabe lo preparan hombres y mujeres de toda condición social, especialmente en el hogar familiar, se considera que los principales depositarios de la práctica cultural del café árabe son los jeques y jefes tribales que sirven café en los sitios donde se reúnen los hombres y mujeres de mayor edad de la comunidad beduina.

A diferencia del café a la turca, que se prepara con granos molidos hervidos en un cazo con agua y azúcar y se sirve acompañado con un vasito de agua, el café árabe utiliza una gran cafetera de cobre para elaborar la infusión. En ella, junto al agua, se depositan los granos de café triturados, siempre, con un mortero, también, de cobre y un mazo del mismo metal, y puesta sobre el fuego se espera a que la infusión esté lista. Una vez esto sucede, parte del café se traspasa a una cafetera más pequeña y se sirve a los invitados, empezando por el más importante o anciano, en tazas de dimensiones reducidas. Las tazas de los invitados solo se llenan hasta un cuarto de su capacidad, para, así, poder volver a servir más café (la costumbre exige que cada invitado beba una taza por lo menos, pero no más de tres).

EL ESPRESSO, SÍMBOLO DE IDENTIDAD NACIONAL​

En breve, otra preparación que podría sumarse a este listado de Bienes Inmateriales de la Humanidad es la del espresso, para la cual Italia ha pedido el reconocimiento de la Unesco. Desde el año 2016 el Gobierno de este país trabaja para lograr este reconocimiento y aunque en ocasiones anteriores la candidatura no ha prosperado, esperan que esta vez sea la definitiva. “Para nosotros es un verdadero ritual, una parte integral de nuestra identidad nacional italiana. El espresso es una expresión de la sociabilidad italiana que nos distingue en el mundo. Pero también se refleja en la literatura y es disfrutado en todo el país, desde Nápoles a Venecia, pasando por Trieste, Roma y Milán”, comenta Gian Marco Centinaio”, subsecretario italiano de Agricultura. Los italianos beben alrededor de treinta millones de cafés espresso al día, del norte al sur, de Venecia a Sicilia, en tazas de porcelana o vasitos, con o sin una gota de leche, y para todos, alegan en la candidatura ante a la Unesco, es "un ritual, expresión de una cultura"

Según una nota del Ministerio de Agricultura de Italia, la candidatura del espresso a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, unificaría dos propuestas: “El ritual y el arte del café expreso italiano”, promovido por el Consorcio para la protección del café expreso tradicional y “La cultura del café napolitano entre rito y sociabilidad”, de la comunidad napolitana, con el apoyo de la región de Campania. “El reconocimiento del café completaría el tríptico con la dieta mediterránea y la pizza para la Región de Campania. Estoy satisfecho con el trabajo unificado realizado, un pequeño milagro para nuestro país, en el café hemos encontrado una línea unificadora de entendimiento. Un café es Italia en el mundo, hay una filosofía de vida que nos representa”, ha dicho el Presidente de la Región de Campania Vincenzo De Luca, quien no duda en asegurar que “el espresso es Italia en el mundo”. La gira de presentaciones de la candidatura del espresso italiano a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad ha ido acompañada en este país de la firma de la “Carta de Valores del Rito Italiano del Espresso” que enumera los valores de esta preparación que aspira a ser todavía más universal a través de su inclusión en esta Lista Representativa de la Unesco


EL CAFÉ EN EL ENTORNO LABORAL EUROPEO

El café es un producto que se cultiva en alrededor de 80 países, pero que se consume en todo el mundo, donde los ciudadanos de cada país de acuerdo con su tradición culinaria, gustos y hábitos lo beben y disfrutan de diferente forma, incluido en el trabajo.

Europa y sus 50 países disfruta de una amplia variedad de muestras de cómo el café se entiende en la vida cotidiana y laboral de sus ciudadanos, con hábitos y costumbres dispares, las cuales, a pesar de sus diferencias, nos atreveríamos a decir, parten todas del gran poder sociabilizador del que hace gala el café. Si nos fijamos en los países nórdicos, los máximos consumidores de café del continente, pronto nos daremos cuenta de ello. Y es que si bien el café es un recurso para combatir las bajas temperaturas, es, además, es la “excusa obligada” para socializar, algo que en contraposición a otras culturas como las latinas, resulta poco natural para los nórdicos, donde el índice de personas que viven solas es de lo más altos del mundo – en Suecia uno de cada dos suecos vive solo - y donde los planes improvisados para compartir tiempo juntos, incluidos, un café, escasean.

EL CAFÉ EN EL ENTORNO LABORAL

A diferencia de en otros países como España, donde si no hay un acuerdo entre las partes, las empresas pueden descontar el tiempo de la pausa del café al empleado al no considerarse tiempo efectivo de trabajo (sentencia de la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional del año 2020), en Suecia, el Fika, es una pausa casi obligada por contrato y uno de los momentos del día en los que el café gana más protagonismo en este país y en Escandinavia, en general.

DEL FIKA AL STEHKAFFEE PASANDO POR EL CAFECITO ESPAÑOL​

Fika vendría a traducirse como momento de café, dulces y charlas y las empresas diseñan los horarios de sus empleados contemplando este tiempo y, también, la provisión de todo lo necesario para que resulte los más placentero posible. Esto es cafeteras o termos con café filtrado a punto para beber, pastas típicas como los rollitos de canela y un espacio confortable en el que relajarse mientras se comparte charla con una taza de café en la mano.

Y es que esta pausa del Fika, es la que según diversos estudios, sería la razón por la que suecos y los escandinavos en general - en Finlandia, Noruega y Dinamarca realizan pauses similares -, estarían en lo alto del ranking de productividad mundial en el trabajo. “El estilo de gestión sueco es horizontal y no muy jerárquico y en estas estructuras como estas es importante escuchar a cada persona, y la naturaleza comunitaria del Fika promueve la conversación entre empleados y directivos. Es una buena manera de conocer el punto de vista de cada uno en cuanto a la gestión de la compañía“, explica Andreas Astrom, de la Cámara de Comercio de Estocolmo.

Y si en Escandinavia el café ocupa un lugar relevante en la cultura empresarial, con tiempo establecido en el horario laboral y espacios concretos donde disfrutar de la bebida de forma relajada, en otros países como por ejemplo, Alemania, el café consumido rápido y de camino a la oficina suele ser lo más habitual. Los alemanes suelen pararse camino de su trabajo en los Stehkaffee, una especie de kioscos donde se sirve café de filtro y cada vez más café espresso que los consumidores toman de pies sin perder de vista el reloj.

En Francia, la pausa del café, más usual en el sur que en el Norte del país, suele estar protagonizada por el croissant y el café de filtro o un espresso más largo de lo normal en los departamentos más al Norte del territorio. En Italia, donde la pausa del café a media mañana es casi sagrada, se considera este tiempo también, una oportunidad de intercambio y socialización entre los colegas, y está prevista y regulada por una ley, la número 66 del año 2003. Incluso la pausa para el café está considerada por una sentencia del Tribunal Supremo, como un “momento necesario para refrescarse”, aunque el año pasado, la Alta Corte emitió un dictamen en el que si bien no cuestiona que el café entre dentro de los ritos de una jornada laboral, sí que pone límites a la hora de considerarlo como tiempo de trabajo, estableciendo que a los trabajadores no les corresponderá ninguna compensación económica si sufren algún accidente cuando se dirigen al bar durante la 'pausa del café', y es que los italianos suelen acudir a las cafeterías para disfrutar de su espresso o cappucino en este tiempo de descanso.

En España mientras, y según una encuesta de Java Repúblic, el 30% de los consumidores de café toma habitualmente esta bebida en el trabajo, tratándose de una práctica "vital" para casi uno de cada dos encuestados. El estudio desvela que el 72% de los trabajadores españoles prefiere disfrutar el café al principio de la jornada o a lo largo de la mañana, y que mayoritariamente, a un 67%, les gusta hacerlo acompañado, frente a un 11 % que lo hace en soledad. El café con leche, el cortado y el café solo por este orden, las preparaciones favoritas para esta pausa de la mañana


LAS EMOCIONES, ¿NUEVO ARGUMENTO DE VENTAS PARA EL CAFÉ?

Un estudio de la Universidad de Bolonia propone comprender las necesidades funcionales, las emociones y las percepciones de los consumidores y no consumidores de café para reorientar la industria del café, promover con éxito productos de café innovadores y, transmitir una imagen del café que encaje aún mejor con un comportamiento alimentario saludable.

En la alimentación, las emociones influyen en el comportamiento de los consumidores, representando un importante estímulo emocional, mental y físico. Sin embargo, muy pocos estudios han explorado los motivos y emociones del consumo y no consumo de café, por lo que existe una comprensión limitada sobre el enfoque emocional de los consumidores hacia el café y sobre qué influye en una inclinación positiva o negativa hacia el consumo de esta bebida.

Con intención de cubrir parte de esta falta de información, las investigadoras del Departamento de Agricultura y Ciencias de los Alimentos de la Universidad de Bolonia (Italia), Antonella Samoggia, Margherita Del Prete y Chiara Argenti han liderado un estudio al respecto y han realizado cerca de medio millar de entrevistas presenciales, telefónicas y online a consumidores y no consumidores de café del área urbana de Lisboa (Portugal) y Bolonia (Italia), para definir sus resultados (teniendo en cuenta, las similitudes de hábitos de consumo de café de estos dos países con España, las conclusiones de este trabajo pueden resultar interesantes para ser extrapoladas a nuestro país, con los matices oportunos, claro está).

La muestra incluía un 49% de encuestados portugueses y un 51% de italianos, siendo el 61% de todos ellos menores a la edad promedio del 35,2 años del estudio en el que se marcó una edad mínima para participar de 18 años y máxima de 91 años. El nivel de educación de los voluntarios era alto, ya que la mayoría de los encuestados tenía un título académico y en general, gran parte de ellos vivían en hogares con al menos dos miembros y no tenían hijos. El ingreso familiar neto se situó en un nivel bajo o medio y en una cuestión en la que coincidían la gran mayoría de los encuestados, fue su notable interés por una dieta saludable, sin existir diferencias significativas respectos a todas estas variable entre los dos países de los encuestados.

La elaboración de los datos incluyó un primer bloque de información en el que se analizaron las características y hábitos de los consumidores y no consumidores de café. Un segundo en el que se estudió las emociones de los consumidores al tomar café, calculando el valor promedio de cada emoción y finalmente, un tercer bloque, en el que se exploraron las posibles relaciones entre la calificación de las principales emociones y la cantidad, lugares y ocasiones de consumo de café.

EMOCIONES EVOCADAS POR LOS CONSUMIDORES DE CAFÉ

Los consumidores de café tienden a no tener sentimientos negativos cuando disfrutan de esta bebida y, al degustar su taza, se sienten, en este orden de importancia de sentimientos, cómodos y satisfechos en primer lugar y activos, motivados y productivos, en segundo lugar, siendo los portugueses los que en comparación a los italianos, viven con mayor intensidad todos estos sentimientos. Ello les conduce a un mayor placer y mejora del humor y, también, a valorar mucho mejor la capacidad del café para mejorar el estado de ánimo personal y la socialización.

EMOCIONES Y HÁBITOS DE CONSUMO DE CAFÉ

Identificados los sentimientos evocados por el consumo de café, las investigadoras se centraron en estudiar que influencia podía tener el mayor o menor consumo de café en ellos, denotando las respuestas de los entrevistados que no existe variedad en la intensidad de sentirse activo y disfrutando, entre el nivel bajo o alto de consumo de café. Esto significa que mayoritariamente todos los consumidores de café se sienten activos y disfrutan al beber café independientemente de la cantidad de café que consumen habitualmente. Donde si se percibieron diferencias fue en la sensación de comodidad que aporta el consumo café a los consumidores, siendo más alta esta emoción, cuanto más alta era, también, la cantidad de tazas de café que bebían al día los participantes de este estudio, lo que respaldaría la idea de que sentirse cómodo bebiendo café es una sensación más intensa entre los bebedores de café de más alta frecuencia. Estos consumidores, además, fueron también los que más indiferencia mostraban con relación al lugar del consumo, ya que se sienten cómodos y activos en cualquier lugar donde beban café. Además, la investigación exploró cómo difieren los principales sentimientos en las diversas ocasiones de consumo de café, es decir, en el desayuno, después de una comida y durante los descansos, sin denotar grandes diferencias en la intensidad de los sentimientos en ninguna franja concreta.

MOTIVACIONES PARA BEBER Y NO BEBER CAFÉ

Con relación a los motivos de los consumidores para beber o no café, el estudio de las investigadoras italianas determina que las principales motivaciones para hacerlo son el gusto, el sentido de alerta y el hábito. El motivo menos importante es la creencia de que el café es bueno para la salud. Estos motivos resultaron similares tanto en Italia y Portugal, aunque en este último país, se denotó, además, una mayor asociación del consumo de café con la socialización y la mejora del estado de ánimo. Lo que si ha identificado el estudio son diferencias significativas en términos de género y edad que apuntan que las mujeres y las personas mayores a diferencia de los hombres hasta entrar en la tercera edad, abordan el consumo de café de manera similar, y esto, tanto en Portugal como en Italia. El grupo de mujeres y gente mayor contestó con mayor frecuencia que beben café como un hábito personal, para socializar, para mejorar el estado de ánimo. Las mujeres también dijeron beberlo como remedio para reducir los dolores de cabeza, y las personas mayores porque es una tradición alimentaria familiar.

SABÍAS QUE...

En cuanto a los motivos para no beber café, los más comunes aportados por los encuestados fueron la falta de familiaridad con el hábito y porque asocian al café con una sustancia que aumenta el nerviosismo, aunque las creencias de que puede ser malo para la salud, la ansiedad y la estimulación del insomnio no se perciben como motivos válidos para no tomar café. El motivo de disgusto por el gusto fue más relevante en Italia, entre las mujeres y, en particular, entre los encuestados más jóvenes.

LA SALUD COMO ELEMENTO QUE FAVORECE O DIFICULTA EL CONSUMO DE CAFÉ

Finalmente, la percepción de los consumidores sobre el café como un producto saludable es un tema complejo. Los resultados de esta investigación sustentan que los consumidores creen que el café no es bueno para la salud, pero esa no es la principal razón para no tomarlo. Los italianos (68,4%) son los que inclinan la balanza hacia esta creencia sobre la poca idoneidad del café para nuestra salud, pues los portugueses (52,9 %) sí ven bondades en este consumo que consideran saludable porque disminuye el riesgo de estrés, ansiedad, depresión, dolor de cabeza y enfermedades cardiovasculares; porque proviene de una planta; y porque contiene cafeína. Los consumidores con inclinaciones negativas, por el contrario, piensan que el café no es bueno para la salud porque aumenta la presión arterial y el riesgo de cáncer, y contiene cafeína y otros componentes. En cuanto a esta relación café-salud, lo que también detecta el estudio es un interés generalizado, de italianos y portugueses por todo tipo de bebidas de café que por sus ingredientes y propiedades pudieran categorizarse como “bebidas saludables”.

CONCLUSIONES

Según todos estos y más datos, las investigadoras concluyen su trabajo identificando a las emociones como las motivaciones clave por las que los consumidores sientan, seleccionen, buscan y comparten sus experiencias con el café. Esto les lleva a apostar por una renovación de las estrategias para promover la demanda de café, alejándose para ello de las ideas de los mercadólogos de productos que se enfocan en satisfacer los deseos funcionales de los consumidores en lugar de sus necesidades emocionales. La innovación exitosa de las empresas, aseguran, está en comprender y satisfacer las necesidades emocionales de sus clientes y, por tanto, explican, que si beber café y cómo lo hacemos está directamente relacionado con el estado emocional de nuestra mente y sabemos que lo que les gusta a los consumidores del café es que les hace sentir cómodos, satisfechos, activos, nada mejor que aprovechar este conocimiento para entrelazar experiencias emocionales con nuevos productos, y empezar a comercializar el café como una bebida que cubre estas emociones que tanto gustan a los consumidores, evitando otras variantes como el gusto, por ejemplo, que en el estudio se ha posicionado como uno de los principales motivos de rechazo de esta bebida. “La bipolaridad de los consumidores sobre el gusto y los hábitos respalda que una estrategia de marketing centrada en esos factores puede tener efectos contraproducentes, mientras que la sensación de alerta, la mejora del estado de ánimo y la socialización pueden ser atributos prometedores del café”, concluyen.


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Productos de huerta abonados con café de especialidad

PROYECTO EXPERIMENTAL EN GALICIA DE PRODUCCIÓN ECOLÓGICA Y ECONOMÍA CIRCULAR CON POSOS DE CAFÉ

Tres emprendedores han iniciado en Galicia un proyecto experimental de economía circular y agricultura sostenible basado en el uso de posos de Café de Especialidad como abono para la producción de verduras.

Los posos de café no reciben ningún tratamiento previo antes de su utilización en el campo y además de enriquecer nutritivamente el suelo están dando buenos resultados como repelentes de ciertos insectos.

Agricultura ecológica, producción sostenible, residuos cero y café. Esta es la fórmula por la que ha apostado Horta Millarda de Arteixo (A Coruña), donde el pasado mes de marzo se inició un proyecto pionero en España para reutilizar los posos de café como fertilizante para la producción ecológica de diversos productos de la huerta.

Tras la iniciativa encontramos a dos proveedores de Inditex que, aseguran, que contagiados por la pasión del departamento de Innovación de la multinacional de Amancio Ortega, que gestiona los comedores sostenibles de la firma de moda, decidieron ponerse manos a la obra y buscar soluciones al problema de los residuos de café en los vertederos.

Los posos de café en los vertederos generan gas metano, en el campo se convierten en abono y repelente de insectos

Ellos son, por un lado, Gustavo Cascón Otero, fundador de Verdadero Café, una empresa de servicios enfocada a la Hostelería sostenible, office coffee service y vending con obrador de proximidad y café de especialidad como señas de identidad destacadas, y por otro, Gustavo Souto Calvete y Leticia Pan Vázquez, agricultores ecológicos desde hace 6 años y propietarios de Horta Millarada, 2,2 hectáreas de superficie en producción ecológica certificada, dentro de la Reserva de la Biosfera de las Mariñas Coruñesas.

DE RESIDUO A UN ACTIVO PARA EL CULTIVO

La idea de este proyecto, explican sus impulsores, surge a raíz de la identificación del problema que generan los posos del café cuando no se gestionan correctamente como residuo y su impacto en el medioambiente. “Para hacer un café se precisan ocho gramos de materia prima. Al echar agua esa cantidad se multiplica por tres, por tanto cada taza genera 24 gramos de posos. Cuando estos restos se depositan en las bolsas de basura y acaban en los vertederos, generan gas metano. Este gas va a parar a la atmósfera y resulta altamente contaminante y perjudicial para la capa de ozono”, explican Gustavo Souto y Leticia Pan quienes añaden, “Es necesario que el consumidor de café sea consciente de esto”.

Conocedores del problema, han dado muchas vueltas a cómo se podría aprovechar lo que hasta ahora era un residuo. Quieren que los posos dejen de ser un residuo para convertirse en un fertilizante, un manto protector para el suelo, un repelente de insectos, pero también un estimulante para las lombrices, que son muy buenas para el campo.

“Verdadero Café y Horta Millarada tenemos en nuestro ADN la sostenibilidad en todo lo que hacemos y hemos podido comprobar que es imperativa la reutilización del café usado como abono y repelente natural. Los objetivos marcados para nuestro proyecto han sido, en primer lugar, la reutilización de los posos, su aprovechamiento y buen uso para que, en lugar de ser perjudiciales para el medioambiente, se pudieran convertir en valiosos para la huerta (aporte materia orgánica, etc.) e inocuos para los ecosistemas naturales.

En segundo lugar, nos hemos propuesto esclarecer, basándonos en estudios científicos que hemos encontrado sobre la utilización de los posos del café en la huerta, el potencial de estos residuos como abono, repelente de insectos... y así, convertirnos en un ejemplo para trasladar esta práctica a más empresas que dispongan de posos de café para su reutilización en la agricultura”, apuntan.

SOLO CAFÉ AIREADO Y REMOVIDO

A los pocos meses de la puesta en marcha de la iniciativa, ya están reutilizando 500 kg de café mensuales más los que se recirculan en Inditex. La recogida se realiza dos o tres veces por semana con el café aireado y removido para retirar el exceso de humedad de los posos que podrían criar hongos.

“Utilizamos los posos de café en el campo tal cual nos llegan. No los sometemos a ningún tipo de tratamiento. Son cafés de especialidad que provienen de fincas con prácticas agroecológicas y vuelven de nuevo a la tierra de otras fincas ecológicas, en este caso, en la otra punta del mundo. Esta reutilización de posos de café es un ejemplo muy potente de circularidad”, afirman orgullosos, Gustavo Souto y Leticia Pan.

ABONO Y REPELENTE DE INSECTOS

Aunque el proyecto se encuentra todavía en fase inicial y los resultados obtenidos hasta el momento no son concluyentes, sus impulsores se muestran convencidos del beneficio que el café está teniendo sobre su producción.

“Basándonos en la experiencia personal, en el conocimiento tradicional de los agricultores gallegos de mayor edad y, por supuesto, en diversos estudios que se han hecho sobre este tema estamos convencidos de que los posos del café pueden ser buenos repelentes de insectos y un muy buen fertilizante. El comportamiento del suelo de nuestros campos ya nos hace percibir que estamos aportando al campo una materia orgánica de gran calidad (abono) que ayuda a la mejora de su estructura. Además, los posos, nos está dando, también, muy buenos resultados como acolchado, evitando que salgan malas hierbas y favoreciendo que no se erosione la tierra”, apuntan los dos agricultores ecológicos.

El café contribuye a incrementar el promedio de carbono orgánico en los suelos de cultivo

En esta campaña, Horta Millarada está utilizando los posos de café en la producción de tomates, calabacín y pepino y el objetivo es incorporar en breve estos residuos como abono para otros cultivos. “Comprobaremos los resultados mediante analíticas de tierra (una realizada antes de la incorporación de los posos, otra cuando se levanten los cultivos) para saber con exactitud técnica los aportes del café a la tierra. Además, el objetivo es seguir haciendo pruebas como repelente de insectos. Para ello, hemos hecho cierres perimetrales en las verduras con los posos, de modo que sea fácilmente comprobable su efectividad. Nos gustaría que este proyecto se extienda y que los posos de café generen cero residuos en el planeta”.


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¿Cuál es la mejor hora para tomar café?

El ejército estadounidense ultima los detalles de una aplicación que permitirá saber la hora y la cantidad de café que mejor nos conviene para optimizar nuestro rendimiento neuronal y afinar nuestro estado de alerta.

El café es cosa seria y así lo entiende el ejército de Estados Unidos que si durante la Segunda Guerra Mundial incluía en las mochilas de sus soldados café soluble como producto calificado como “necesario para el esfuerzo bélico”, ahora ha financiado dos estudios que han desarrollado un algoritmo y una aplicación web y móvil que predice cuándo y con qué dosis es más efectivo el efecto que produce la cafeína como estimulante neuronal.

Según el Dr. James Reifman, experto en biotecnología del Centro de Tecnología Avanzada del Ejército de Estados Unidos, y líder de este trabajo, este algoritmo es la primera herramienta cuantitativa que proporciona una guía automatizada y personalizada para dosificar una cantidad de cafeína segura y efectiva en busca de maximizar el estado de alerta en los momentos en los que más lo necesitamos por falta de sueño. “Esta nueva forma de calcular el café puede mejorar el estado de alerta en un 64% evitando el consumo excesivo de cafeína”, asegura Reifman.
 
2B-ALERT, LA CALCULADORA DEL CAFÉ

La aplicación, bautizada como 2B-Alert es una herramienta de acceso abierto para todo el mundo, ahora solo en versión de acceso restringido de pruebas, que solicita las horas de sueño diarias, el número de cafés que consumimos cada jornada, las horas del día en que lo hacemos, así como un breve descripción del café que bebemos según variables como su intensidad y tamaño de la taza.

A partir de toda esta información, el programa nos aporta datos sobre la evolución de nuestro nivel de atención según las horas de sueño; más la cantidad de café ingerida, y según la media de las mediciones de respuesta de alerta obtenidas en diferentes estudios. Además, basándose en el sistema PVT -Psychomotor Vigilance Task- utilizado en muchos estudios científicos para medir el tiempo de respuesta neuronal a señales de alerta auditivas y visuales, la aplicación predice a través de un algoritmo propio, cuánta cafeína necesitamos según la cantidad de horas de sueño aportadas para estar tan alerta como si normalmente durmiéramos ocho horas, a la vez que determina, en función los datos ingresados, qué efecto tendrá una determinada cantidad de cafeína en nuestra atención.

TRABAJO NEURONAL Y ESTADO DE ALERTA

La herramienta nos permite, además, comparar simultáneamente predicciones de múltiples horarios de sueño / vigilia y cafeína, pro- porcionando así, información práctica para optimizar, por ejemplo, los horarios de trabajo y generar predicciones que pueden probarse experimentalmente. “El modelo matemático de “2B-Alert permite maximizar el trabajo neuronal de forma segura en la hora del día deseada al mismo tiempo que nos aseguramos de que la cantidad total de cafeína en el torrente sanguíneo no supere el umbral de 400 miligramos, a partir del cual su presencia no es recomendable para nuestra salud, pudiendo generar algún tipo de insomnio u otros problemas más graves por consumo excesivo de cafeína”, apunta el Dr. James Reifman.

 


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¿Sabes qué dice el café de tu personalidad profesional?

Una investigación relaciona nuestras preferencias cafeteras con nuestra personalidad profesional y establece seis grupos de perfiles de trabajadores según la bebida de café que beben.

El café en el trabajo es una bebida que ayuda a socializar con los compañeros y también con los clientes. Tanto es así que en países como en Suecia la hora del Fika, o lo que es lo mismo, el descanso para tomar el café se considera parte del trabajo y es casi sacrilegio no respetarlo.

Pues bien, un estudio de la psicóloga estadounidense Ramani Durvasula ha determinado que la forma en la que cada uno suele beber su café tiene mucho que ver con su actitud profesional. Comprobar si está en lo cierto o no es fácil. En la próxima pausa para el café, solo necesitamos observar la taza de nuestros compañeros para saber si la Dra. Durvasula tiene razón.

LOS HÁBITOS NOS DEFINEN

El estudio llevado a cabo con una muestra de más de 1.000 consumidores habituales de café, ha tenido en cuenta los diferentes estilos de personalidad, y los rasgos psicológicos comunes, incluida la introversión y la extroversión, la paciencia, el perfeccionismo, la sensibilidad o el atrevimiento social, entre otros. Al final del estudio, la Dra. Durvasula aunque reconoce que las generalizaciones siempre son simples y no reflejan la complejidad del mundo, está convencida que la idea cada vez más extendida en la gestión de personas de que los hábitos nos definen no es errónea y es así que en su trabajo concluye que existen por lo menos seis perfiles de trabajadores, bastante bien definidos, cada uno con una actitud frente al trabajo y lo más sorprendente es que en la mayoría de los casos de los individuos de su estudio, los integrantes de cada uno de estos grupos, compartían la misma forma de tomar café:

Consumidores de café solo: Son los trabajadores que suelen poner las cosas fáciles y no dar problemas, a excepción si se les niega su café, que les gusta tomar en cualquier momento y lugar. Son puristas y pacientes, pero también testarudos. Tienen dotes de liderazgo y gozan de gran capacidad de esfuerzo, aunque, a veces, su carácter conservador los traiciona frente a los cambios, que no suelen afrontar con demasiadas ganas ni alegría.

Consumidores de cortado: Son los trabajadores a los que cuesta tomar decisiones. Aunque analizan todo lo que pasa a su alrededor para tenerlo bajo control, ellos mismos son inseguros y suelen mostrarse conformistas por el simple hecho de no tener que decidirse por el blanco o por el negro.

Consumidores de café con leche: Son a los que les gusta quedar bien con todo el mundo y por este motivo suelen ser detallistas. Como suelen estar atentos para contentar al resto, provoca que no sean demasiado meticulosos en su trabajo, aunque suelen presentar la gran ventaja de saber compaginar varias tareas a la vez sin perder demasiado los papeles.

Consumidores de capuccino: Sin duda son el grupo de trabajadores más creativos y dinámicos, siempre dispuestos a asumir nuevos retos y cambios. Suelen ser los más extrovertidos aunque en los momentos de tensión, su carácter les puede pasar una mala jugada y hacerles sacar a relucir su peor temperamento, nada que ver con el carácter afable y sociable del que suelen hacer gala en las situaciones más tranquilas.

Consumidores de café mezclado con bebidas vegetales y edulcorantes naturales: Son trabajadores con cierta tendencia al individualismo e incluso a las preocupaciones. Son sensibles y rebeldes y muy perfeccionistas en la elaboración de su taza y en su trabajo en el que destacan, además, por ser ordenados y pulidos.

Consumidores de café instantáneo: Prefieren la improvisación a la planificación y si una tarea se puede hacer mañana no se apuran para acabarla hoy. Se toman la vida de manera relajada y al contrario de los consumidores de café con leche, no son nada detallistas.

La investigación ha estudiado la personalidad profesional y las preferencias en café de 1.000 voluntarios

Ahora solo nos queda observar y comprobar si estas definiciones coinciden con nuestras apreciaciones. Sea cual sea el resultado, lo que será cierto y así avalan múltiples estudios es que las personas que consumen café mantienen su mente más despierta y atentos, sus tiempos de reacción mejoran e igual que su memoria, lo que en el trabajo, sean del grupo que sean de los definidos por la Dra. Durvasula, es una ventaja.

Y como muestra, el listado de la agencia británica Pressat que en- cuestó a unos 10.000 empleados de varios grupos profesionales concluyendo que los máximos consumidores son trabajadores de oficios que requieren a dosis iguales concentración, tiempos de re- acción rápidos o memoria, entre otras capacidades:
     
1. Periodistas
2. Policía
3. Maestros
4. Operarios especializados 5. Enfermeras
6. Ejecutivos
7. Científicos y técnicos en laboratorio 8. Vendedores telefónicos
9. Comerciales
10. Conductores