En el mundo del café, existen numerosos métodos de preparación que brindan una amplia gama de sabores y experiencias sensoriales. Dos de los métodos más populares para obtener una taza de café frío y delicioso son el Cold Brew y el Cold Drip, a los que se suma, ahora, el Fast Brew. En este artículo, exploraremos las diferencias entre estos métodos, tanto en términos de preparación como de evaluación sensorial de la bebida resultante.

Aunque fueron los millennials los principales impulsores del crecimiento inicial del cold brew y el cold drip, el consumo de estas bebidas frías está experimentando un aumento en la demanda de otros muchos grupos de edad. Según el informe mundial de Allegra sobre el café frío, se observa un crecimiento constante del consumo de café frío en todas las franjas de edad. Los consumidores de 45 a 59 años han aumentado su consumo en un 29%, mientras que los grupos de edades de 30 a 44 y los menores de 30 años lo han incrementado en un 27%.
Esta creciente popularidad de las bebidas de café frío ha dado lugar a su incorporación en la oferta de muchos establecimientos de hostelería, sobre todo cafeterías de especialidad, el lanzamiento de productos para el lineal del supermercado y, también, la entrada en juego de una tercera elaboración, aparentemente más sencilla que el Cold Brew y el Cold Drip, pero más auténtica, según muchos puristas del café, el Fast Brew Coffee.

Preparación

Cold Brew

La preparación de la bebida con este método, se sumergen los granos de café molidos en agua fría durante un período prolongado, generalmente entre 12 y 24 horas. Durante este tiempo, los compuestos solubles del café se disuelven lentamente, creando un extracto concentrado de sabor. Una vez finalizado el tiempo de extracción, el líquido se filtra para eliminar los posos, obteniendo un concentrado de café listo para diluirse con agua o hielo antes de ser consumido.

Cold Drip

La preparación de la bebida con este método implica un proceso de goteo lento y constante de agua fría a través de una cama de café molido. La extracción se lleva a cabo gota a gota, y generalmente tarda entre 3 y 12 horas. Este método requiere un equipo especializado, como un dripper de goteo frío o un dispositivo de torre de goteo. A medida que el agua fría atraviesa lentamente el café molido, se extraen los compuestos solubles, produciendo una bebida con menos sedimentos en comparación con el Cold Brew. Además, a diferencia de este otro método de elaboración de café en frio, el Cold Drip una vez extraído, se puede beber directamente, sin necesidad de ser diluido.

Fast Brew

La preparación de esta bebida, también conocida como Japanese Iced Coffee, se basa en el filtrado del café en caliente directamente sobre hielo depositado, por ejemplo, en la parte inferior de una kemex, una kalita, o una V60, logrando un rápido enfriamiento de la extracción. Para equilibrar la bebida por la presencia de este hielo, la proporción de agua y café en la preparación debe modificarse ligeramente, hasta lograr una especie de concentrado que en contacto con el hielo se equilibrará, dando lugar a una bebida ligera y agradable. Para ello deberemos asegurarnos que la suma total del porcentaje de agua caliente y el agua del hielo se corresponda con la cantidad de agua del ratio de nuestra receta elegida. Además, el café se deberá moler más fino que para preparar el Cold Brew o el Cold Drip porque se utiliza menos agua para infusionarlo.

Evaluación Sensorial

Tanto el Cold Brew como el Cold Drip ofrecen perfiles de sabor únicos y pueden apelar a diferentes preferencias. Al no entrar en juego el factor de la temperatura del agua en la ecuación de la elaboración, los aromas son más sutiles y menos intensos y el rango de compuestos solubles extraídos es, también, distinto, dando lugar a bebidas con sabores y aromas sustancialmente diferentes a los asociados, tradicionalmente, con el café.
El Cold Brew, por ejemplo, se caracteriza por su cuerpo suave y sedoso, con una acidez más baja en comparación con otras preparaciones en caliente. El largo tiempo de extracción produce sabores dulces, notas de chocolate y caramelo, y a menudo se describe como más concentrado y robusto. Los aficionados al Cold Brew aprecian su sabor completo y la capacidad de disfrutarlo diluido o como base para bebidas de café mezcladas con otros ingredientes.

Por su parte, el Cold Drip se destaca por su claridad y delicadeza en el sabor. Al utilizar un proceso de goteo lento, se obtiene una bebida más liviana en cuerpo y una acidez más pronunciada en comparación con el Cold Brew. Los sabores frutales y florales se destacan en el Cold Drip, ofreciendo una experiencia sensorial brillante y refrescante. Esta preparación es ideal para aquellos que prefieren sabores más sutiles y una taza de café frío más ligera.

En cuanto al Fast Brew, a diferencia de estos otros dos métodos que utilizan agua fría durante largos periodos de tiempo, el Japanese Iced Coffee es una taza de café helado con sabores más vibrante, más compleja y con una acidez más pronunciada