El acceso a una financiación ética es uno de los principales problemas a los que se enfrentan millones de pequeños productores de café en todo el mundo. Una iniciativa española basada en el impact investing trata desde hace tres años de ofrecer soluciones en esta materia, habiendo alcanzado ya el éxito en más de 300 proyectos.

EthicHub es una empresa social española, nativa de la tecnología blockchain, que pone en contacto a pequeños productores de café desbancarizados con financiación internacional en un ecosistema colaborativo donde todos los actores ganan con la interacción y colaboración mutua. Por un lado, los pequeños caficultores acceden a una nueva herramienta de financiación a tipos muchos más baratos y accesibles y por el otro, los inversores, lo hacen a notables retornos de riesgo moderado, situados en el rango alto de la media del sector de crowdlending ético e inversiones de impacto positivo.

En algo más de tres años de actividad, esta plataforma surgida en España con vocación global, ha acumulado más de 300 proyectos con una tasa de repago del 99%. Íñigo Molero, responsable de comunicación de EthicHub, nos explica como funciona esta plataforma y nos desvela todo aquello que la hace diferente e innovadora dentro del mundo del café.

¿Cuál es el punto de partida de EthicHub?

EthicHub surge para corregir esta disfunción del sistema financiero y bancario actual que ha sido incapaz de llegar a un cuarto de la población mundial, muchos de ellos pequeños productores que a pesar de ser trabajadores y tener una actividad rentable, son incapaces de romper el círculo de la pobreza que les atenaza, solo por su condición de desbancarizados.

Nuestro propósito es llegar a este perfil de agricultor que históricamente ha estado muy desatendido y que a pesar de su enorme importancia, es el eslabón más débil de toda la cadena de distribución. Si les proporcionamos herramientas más justas para financiarse lograrán romper el círculo de la pobreza y desarrollarse social y económicamente. Nuestra mentalidad está muy alineada con ese dicho de “enseñar a pescar y no dar peces”. Queremos que los que financian a los agricultores tengan un retorno porque este enorme problema no se puede solucionar solo desde el altruismo y es una forma de traer dinero a la economía real que estos agricultores representan. Y todos contentos.

ENSEÑAR A PESCAR Y NO DAR PECES

¿Qué ha convertido a EthiCHub en un proyecto pionero y único?

Nuestra plataforma es un puente tecnológico entre estos dos mundos que he descrito y tratamos de hacer de dos problemas una solución válida. Cualquier persona puede prestar desde 20 euros de manera rápida, segura y transparente, mediante blockchain y recibir un retorno anual mientras genera un enorme impacto a nivel social. Estamos logrando llevar esta extraordinaria tecnología a las personas que más lo necesitan, demostrando que modelos colaborativos ahora son posibles gracias a esta nueva criptoeconomía.

EthicHub basa su operativa en la inversión de impacto. ¿Cuál es la diferencia entre este tipo de inversión y una convencional?

La inversión de impacto es un término relativamente reciente que está experimentando un crecimiento exponencial, año a año. Ahora, los inversores buscan un tercer elemento dentro de la ecuación clásica “riesgo/rentabilidad”. Normalmente, una mayor rentabilidad, conlleva un mayor riesgo. Ese tercer elemento que menciono es el impacto social, económico o medioambiental que puede generar tu dinero. Puedes asumir una menor rentabilidad si a cambio logras favorecer la inclusión financiera de millones de personas en el otro extremo del mundo. Nosotros nos sentimos muy cómodos en este mundo y estamos muy alineados con los objetivos de Desarrollo Sostenible.

EthicHub propone un ecosistema colaborativo para resolver el problema de la exclusión financiera de pequeños caficultores de todo el mundo

En nuestro modelo, tú puedes invertir en estos agricultores sin tener necesariamente un ánimo altruista, solo porque quieres encontrar una rentabilidad que no encuentras en tu banco. Y es muy lícito, por supuesto. Pero así es como logramos traer dinero de inversión a estos agricultores y destinarlo a la economía real y productiva que representan. Y ni siquiera te tiene que gustar el café. Pero la verdad es que muchos ethichubbers no solo financian a los agricultores, también compran el café que han financiado generando más beneficio a los agricultores.

TRAZABILIDAD Y TRANSPARENCIA

¿Qué tipo de retorno reciben los inversores de proyectos EthicHub?

Los proyectos en la plataforma obtienen un retorno anual del 8%, pudiendo optar, también por rendimientos del 10% anual en campañas concretas dirigidas a grandes inversores. Nosotros funcionamos con Blockchain públicas y abiertas, así que cualquier persona puede seguir el recorrido de nuestras transacciones y leer las condiciones estipuladas en los contratos inteligentes. Entiendo que para los profanos, estas cosas suenen un poco a ciencia ficción, pero la transparencia que proporciona el Blockchain a los usuarios es una de las características inherentes a esta tecnología.

¿A que perfil de caficultores llegan las inversiones de los ethichubbers?

El perfil de nuestros productores de cafés es lo que el Banco Interamericano de Desarrollo denomina como “la última mi- lla”. Personas que viven muy aisladas donde no llegan servicios financieros. Para el BID, ofertar a estas personas préstamos con tipos de interés en torno al 50% es todo un “éxito”. Y aunque parezca increíble lo es, porque estas personas suelen financiarse con tipos de interés que superan el 100% anual. Y aun así son capaces de hacer fren-te a los pagos, pero como todo el fruto de su trabajo va a pagar el préstamo, no pueden romper el círculo de la pobreza. Lo que se les ofrece a través de EthicHub es financiación por debajo del 25-20%, y gestión para que sus cafés puedan venderse en mercados internacionales a mejores precios de lo que se cotiza en bolsa local. Parte de este beneficio extra repercute en los agricultores que de esta forma reciben un plus con el que pueden hacer frente a sus compromisos de pago de forma más desahogada.

ETHIX, EL TOKEN CAFETERO

Una de las iniciativas más innovadoras de EthicHub ha sido la creación de una criptomoneda propia para la plataforma, el Ethix. ¿Cómo funciona?

Ethix es nuestro token de impacto y lo hemos diseñado para dar seguridad a los inversores de los proyectos. La mitad de todos los ethix emitidos están depositados en un sistema de compensación que se activa en caso de registrarse algún impago en la plataforma. En todo este tiempo, contamos con impagos de menos del 1% y en este caso los inversores no se vieron perjudicados. Recibieron el principal más el interés acordado porque nuestro sistema operó sin inconvenientes.

Además, el Ethix sirve también para poder avalar la entrada de nuevas comunidades y que 1.000 personas en todo el mundo puedan depositar 10 € en Ethix para avalar el préstamo de 10.000€ que solicita toda una comunidad. Recientemente, finalizó el proyecto piloto que abrimos en Honduras y los ethixholders que actuaron de avalistas han recibido sus Ethix y algo más a modo de recompensa. Esta es una de las cosas más fascinantes de la tecnología. Si somos capaces de alinear muy bien los incentivos de los todos los actores en el ecosistema, podemos crear nuevos escenarios colaborativos donde todos los implicados se beneficien de la interacción mutua.

¿Es posible un cambio real en el funcionamiento del mercado del café?

Seguro. Y creo que hay muchas ganas. Tenemos nuevas tecnologías que nos permiten repensar nuevos modelos de negocio mucho más colaborativos y que ponen en valor la tarea de los pequeños productores. A esto hay que añadir otras iniciativas importantes, algunas lanzadas también desde España, que abogan por el “Café sensible” y que caminan decididas hacia un mercado más ético de café.

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